El accidente se produjo en medio de una tormenta

El choque de dos trenes “bala” en China dejó 43 muertos

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Socorristas trabajan en los restos de los vagones de uno de los trenes que cayó por un puente en Wenzhou, en la provincia de Zhejiang al este de China. La colisión forzó a los dos vagones del tren averiado a salir de las vías y el otro tren descarriló y cayó por un puente de entre 20 y 30 metros al suelo.

Foto: AGENCIA EFE

El accidente generó fuertes críticas a la red de trenes de alta velocidad del país.

 

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DPA

El accidente entre dos trenes en el este de China ocurrido el sábado, que dejó al menos 43 muertos y 211 pasajeros heridos, según los últimos datos de la agencia oficial Xinhua, supone el mayor perjuicio hasta el momento para los ambiciosos planes de construir una red de alta velocidad en el país.

El siniestro desató en Internet un acalorado debate sobre la seguridad de la red de trenes de alta velocidad, construida en tiempo récord en el país. Y ya hubo consecuencias: el jefe de la oficina de ferrocarriles de Shanghai, responsable del tren accidentado, perdió su puesto, así como su número dos y el presidente del comité del partido de esa oficina.

Además, el proyecto estuvo plagado de problemas técnicos, retrasos y corrupción.

Entre los muertos se encuentran dos extranjeros, informó Xinhua sin precisar su nacionalidad. Los dos trenes “bala” con más de 1.400 personas a bordo chocaron entre sí en medio de una tormenta en la provincia de Zhejiang.

El hecho se produjo porque uno de los trenes tuvo un corte de electricidad al ser alcanzado por un rayo y prácticamente se detuvo. El otro intentó frenar de emergencia, pero no pudo hacerlo a tiempo y se empotró en el primero. Seis vagones, con unos 600 pasajeros, descarrilaron y dos cayeron entre 20 y 30 metros desde un puente. Uno de ellos se quedó colgando del mismo, sin llegar a desprenderse.

El accidente se produjo cerca de la ciudad de Shuangyu, provincia de Zhejiang, en la ruta entre Hangzhou y Fuzhou. “Nuestro tren paró más de 20 minutos. Los azafatos decían que era por un rayo”, contaba una mujer. “Poco después de que retomara lentamente la marcha, sentí un fuerte golpe y se fue la luz”. En la oscuridad encontró a su hija, levemente herida, bajo un asiento.

Operación de rescate

Unos 600 bomberos participaron en la operación de rescate. Tuvieron que utilizar herramientas para cortar el metal y grúas para sacar a las víctimas de los restos de los vagones accidentados, ya que muchos pasajeros habían quedado atrapados entre los asientos y maletas. “Estuvimos más de una hora encerrados en el vagón hasta que cinco de nosotros rompieron una ventana y pudieron trepar”, contó otro herido. Así consiguieron sacar a un hombre mayor que sin embargo murió media hora después.

Por medio de sus teléfonos móviles, muchos pedían socorro. “Por favor, ayúdenme (...) ¡Ayuda! ¡Ayuda!”, escribió una de las víctimas. “Tengo tanto miedo”. Debido al alto número de heridos, los hospitales cercanos llamaron a donar sangre.

Y poco después, otro tren de alta velocidad que circulaba en dirección contraria fue afectado por un rayo y tuvo que parar, sin que pasara nada.

El ministro de Ferrocarriles, Sheng Guangzu, acudió al lugar del siniestro. El ministro asumió la cartera a comienzos de año, después de que su predecesor, Liu Zhijun, fuera destituido e investigado por corrupción.

Tras lo ocurrido, muchos ciudadanos acudieron a los blogs y foros de Internet para expresar su preocupación por la seguridad de la red de alta velocidad en el país, la más grande del mundo con 8.000 kilómetros. Los planes contemplan que se multiplique por dos hasta 2015, cuando tendrá 16.000 kilómetros. El ambicioso programa, que requiere una fuerte inversión, recibió fuerte críticas.

Los problemas técnicos y cortes de luz durante tormentas fueron continuos especialmente en el tramo de 1.300 kilómetros que une Pekín con Shanghai. Los pasajeros sufrieron continuamente retrasos o tuvieron que cambiar de tren. Hace una semana, un portavoz del Ministerio de Ferrocarril tuvo que disculparse por los contratiempos.

Y el debate pasa también por el escándalo de corrupción en torno al exministro de Ferrocarriles, Liu Zhijun, que en febrero fue destituido al descubrirse que él y otros altos funcionarios se habían enriquecido con la concesión de contratos para la red. Sólo este año se prevén inversiones de 700.000 millones de yuanes (75.000 millones de euros/107.700 millones de dólares).