Once bancas para el peronismo; ocho para el oficialismo

Senado: el PJ ganó pero no retuvo la mayoría especial

La realidad política de la Cámara Alta será -otra vez- completamente extraña al resultado electoral que los santafesinos esperaron anoche hasta tarde, el de la Casa Gris.

Luis Rodrigo

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El Senado santafesino seguirá al margen del comicio que provocó caras largas y festejos en la provincia: el de gobernador.

Sistema federal mediante, los dos sectores que acapararon la mayoría de los votos en la provincia para el Poder Ejecutivo Provincial (el Frente Progresista y Unión-PRO) no tendrán esa representación en la Cámara Alta. Los liderazgos territoriales del PJ, sobre todo en distritos poco poblados, hacen la diferencia.

Al peronismo le alcanzó con ganar en 11 de los 19 departamentos para mantener la mayoría de las bancas, aunque ha perdido la comodidad de los dos tercios, que le permitían tener la mayoría especial que requiere el tratamiento de -por ejemplo- un proyecto de ley sobre tablas.

Mientras, el Frente Progresista avanza en el número de senadores (tendrá desde el 10 de diciembre 8, dos más que ahora), por buenas elecciones radicales en el interior. Y sin dudas, la diferencia mayor con el actual bloque del oficialismo es que el departamento La Capital (segundo en importancia en la provincia) contará con un representante del partido de gobierno.

Al vicegobernador electo, Jorge Henn -también de la UCR- le corresponderá como a la vicegobernadora actual, Griselda Tessio, conducir una Cámara en la que la mayoría será de la oposición. Eso sí: habrá menos distancia entre peronistas y frentistas (un par de ausentes podrán, eventualmente, hacer perder la mayoría).

Es la tercera vez que el Senado tendrá una composición de bloques diferente del comicio que dirimió la suerte de la Casa Gris. Ocurrió en 1983, ya que José María Vernet gobernó con la Cámara Alta en manos del radicalismo, y desde luego en 2007.

El gobernador Hermes Binner y el gobernador electo Antonio Bonfatti se han encargado de repetir qué significó para el oficialismo gobernar sin mayoría en el Senado. Debe pensarse que el próximo gobierno del Frente Progresista lo hará, además, sin la Cámara Diputados. Y por supuesto sin chances de imponer nada en la Asamblea Legislativa.

Hasta que el peronismo concluya su debate interno, lo que ocurrirá el 23 de octubre en las presidenciales, será difícil imaginar con quién o con quiénes (incluso con cuántos) tendrán que negociar los legisladores que busquen sustentar la gobernabilidad.

Lecturas arbitrarias

El peronismo en el Senado logró retener la mayoría, a pesar de que su caudal electoral -medido en términos absolutos- es sensiblemente menor al del oficialismo.

Son 217.497 los votos positivos válidos sumados que consagraron senadores del peronismo.

En cambio, hay 639.769 sufragios para hacer senadores a ocho integrantes del oficialismo. La mayoría, radicales.

En síntesis: la relación es de algo más de un voto en favor del PJ por cada tres del Frente Progresista.

Ni vale la pena medir la distancia entre las cruces que logró María Eugenia Bielsa (579.374), primera en la lista de diputados provinciales del Frente del peronismo unido, y las que obtienen los senadores del PJ. (Hasta el justicialista emigrado a Unión PRO Norberto Nicotra logró bastante más: 245.615).

Urbanidad

El peronismo literalmente perdió su principal capital político al caer en La Capital, más allá de volver a perder la ciudad de Santa Fe, tal como ocurrió en 2007: bajo el efecto de la división del voto peronista (ahora entre Campanella y Wagner).

El histórico bastión del PJ era La Capital. Juan Carlos Mercier dejará algo más que una banca. Y será -por primera vez- un radical, Hugo Marcucci, quien represente al departamento.

Así, la urbanidad peronista en el Senado quedará reducida a ciudades bastante pequeñas: Rafaela y San Lorenzo. En todo Castellanos los electores en condiciones de votar fueron 128 mil personas y en el departamento del sur 123 mil.

Es curioso: la representación del peronismo en la Cámara será marcadamente rural y en muchos de los distritos donde ganó la fórmula Del Sel-Salomón habrá senadores peronistas (reutemanistas, kirchneristas y obeidistas, en ese orden).

Acaso la proximidad del senador con las comunidades chicas y las necesidades de éstas respecto de la asistencia de la provincia sea una de las claves para la gobernabilidad.

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Vuelven

A la Cámara de Senadores vuelven dos peronistas que habían dejado sus bancas en 2007. Son los reutemanistas Armando Traferri (que venció al actual senador radical Eduardo Galaretto del Frente Progresista en San Lorenzo) y Joaquín Raúl Gramajo (9 de Julio).

Se van

Además de quienes no compitieron por renovar su banca (el peronista Juan Carlos Mercier y el socialista Juan Carlos Zabalza, entre otros legisladores muy activos, habrá históricos senadores que dejan su lugar porque perdieron. Es el caso del ex presidente del bloque Ricardo Spinozzi, hoy presidente del Partido Justicialista, y de Norberto Betique (Iriondo) presidente provisional del Senado desde 1996.