Un clásico del invierno porteño

La Feria del Libro Infantil ratificó su atrayente vigencia

Montada en el Centro de Exposiciones de Buenos Aires, en poco más de 20 días pasaron más de 350.000 personas, la mayoría niños, por supuesto. Pero también atrajo a muchos adultos. En está edición fue preponderante la presencia de escolares, tanto de nivel primario como secundario. El propósito es siempre el mismo: estimular la lectura.

Mora Cordeu- El Litoral

Agencia Télam

Mas de 350.000 personas entre adultos y chicos pasaron por la última edición de la Feria del Libro infantil y juvenil que, instalada en el Centro de Exposiciones de la ciudad de Buenos Aires, ofrece año a año una variada programación aunque siempre “la principal preocupación es estimular la lectura”.

“A un día del cierre, calculamos la misma cantidad de gente que el año pasado sobre una superficie menor del mismo predio”, dijo a Télam Gabriela Adamo, directora de la Fundación El Libro, ente organizador del encuentro.

La feria, que funciona desde el 11 de julio, “está llena todo el tiempo, es muy difícil calcular la cantidad porque la mayoría del público entra gratis y hay muy pocos eventos profesionales”.

De las Jornadas de Educación -realizadas el 20, 21 y 22 de julio- que son el espacio de encuentro anual entre especialistas, mediadores de lectura, profesionales y docentes, participaron entre otros Gonzalo Oyarzún, subdirector de las Bibliotecas Populares de Chile y el español Daniel Cassany, filólogo y doctor en Educación.

La primera semana, contó Adamo en una entrevista con Télam, “hubo mucha visita escolar, algo que creció con respecto al año pasado. Esos días -antes de las vacaciones de invierno- y en esta 21ra. edición vino un 20 por ciento más de escuelas, sobre todo muchos jardines de infantes”.

Bajo el lema “Aires de buenos libros”, la feria exhibe las novedades editoriales del género infantil y aparte se desarrollan diferentes talleres y espectáculos que tienen lugar en las dos salas del predio de manera continuada.

¿Cuál es la franja etaria que más le seduce esta propuesta? “Creo que si bien lo presentamos como feria infantil y juvenil y hacemos todos los esfuerzos para atraer a los chicos del secundario, esta es claramente una feria de la primaria. Los de 6 a 12 años son los que más disfrutan”, consideró.

“Lo que importa -subrayó- es no perder nunca el eje de que esto es una feria del libro y nuestro objetivo es acercarlo a los chicos. Tenemos de todo pero vamos a darle cada vez más énfasis a aquello que tenga que ver con la lectura”.

En este sentido, se introdujo ahora un taller de poesía (“Piedra Libre a la palabra”). “Se hizo la semana pasada e invitamos a autores que escriben poesía para niños. Los chicos en el taller -menciona- hacen sus propias rimas, escriben sus poesías, juegan con las palabras”.

Hubo un homenaje a María Elena Walsh, además de presentar sus libros y fotografías de la escritora, tomadas por Sara Facio.

Otro de los puntos fuertes de esta feria, resaltado por Adamo, es la visita de los escritores. “Todos los días tenemos siete u ocho autores y el encuentro con el público infantil es mucho más espontáneo que en la feria de los adultos”.

“Los chicos tienen una manera muy fresca de acercarse y a la vez también los escritores son menos prejuiciosos. Se hacen colas larguísimas, algunos no son muy conocidos, pero tienen muchos seguidores. También la escuela trabaja mucho, hay conciencia en los maestros y en los alumnos. Y se genera un rapport muy fuerte”, señaló la directora de la fundación El Libro.

“Esta vez lo tuvimos a Quino, que hacia varios años que no concurría y fue infernal, hubo un momento que tuvimos que cortar la cola y había niños, padres y abuelos, lo mismo pasó con Liniers, todo lo que tiene que ver con el humor gráfico llega mucho”, valoró.

Otro de los talleres es el Rincón de los Narradores, que viene enganchado con un ciclo de lecturas, en la voz de famosos o gente de los medios que les leen a los chicos. “El tema de la lectura con los chicos es fundamental ûinsistió- y lo vamos a resaltar desde acá”.

“El libro compite con muchos entretenimientos y estímulos que el chico recibe y hay que salir a defenderlo -remarcó- para que no se pierda”.

La producción es muy variada, observó Adamo, “está el libro que estimula la fantasía -desde Harry Potter a los vampiros-, o el que es una herramienta que te ayuda a resolver cosas mas o menos concretas que se te plantean en la vida”.

Y lo que tiene mucho éxito son las historietas: “Tenemos tres stands dedicados a historietas de todo tipo, y mañana vamos a tener un festival”, adelantó.

“Creo que somos una oferta más en una época de vacaciones infantiles, pero tenemos que diferenciarnos en lo que es propio. Acá los chicos van a encontrar libros, son divertidos y no hay que esconderlos detrás de otra cosa“, finalizó.