En la piel de María Elena Walsh

TEXTOS. REVISTA NOSOTROS. FOTO. PABLO AGUIRRE.

VIVIR, UNA HISTORIA DE AFECTOS. “Vivimos en una sociedad muy difícil; en ella es tan importante la educación que me gusta decir que mis cimientos son mis viejos, papá y mamá. Soy la menor de siete hermanos; papá era un hombre muy culto, mamá era una mamá con todas las letras que cuidaba siete hijos y cocinaba rico... Todavía recuerdo lo que papá me decía: ‘pensá bien lo que hacés, porque siempre hay alguien que te mira’. Creo que es así, que siempre alguien nos mira y le servimos de ejemplo. Recuerdo que cuando éramos chicos no teníamos heladera eléctrica sino heladera a hielo, que se envolvía con arpillera o en papel de diario para que conservara más. Vivíamos en un barrio, Villa Ballester, y un día mi hermana Dorita que era muy vagoneta encontró una barra de hielo en la puerta y la llevó a mi casa. Al verla, papá le dijo que agarre y la lleve de vuelta, toque timbre a la señora y le diga ‘yo le acabo de robar esta barra de hielo; aquí se la traigo de vuelta, discúlpeme’. No lo olvidamos más; fue un ejemplo perfecto, para toda la vida. Si uno es un corrupto y cambia de postura con frecuencia confunde a quienes quieren vivir en un mundo mejor”.

MARÍA ELENA WALSH. “Tuve la suerte de ser su amiga y eso para mí fue movilizador. La amaba profundamente; la trataba de usted, nunca la pude tutear y ella se reía con eso. Hicimos muchas cosas juntas: ‘Canciones para mirar’, programas de televisión que dirigía María Herminia Avellaneda y María Elena escribía. Después me escribió monólogos para televisión en los que hacía de arquitecta, un personaje maravilloso de un programa ómnibus del que nos echaron por cuestiones ideológicas. También, en 1971 hicimos la película ‘Juguemos en el mundo’, dirigida por María Herminia y con un elenco maravilloso formado por Perla Santalla y Jorge Mayol, Hugo Caprera, Eduardo Bergara Leumann, Jorge Luz, Aída Luz, Eva Franco y Norman Briski. Me acuerdo que Pablo, mi hijito que tenía diez meses y recién empezaba a caminar, era el Niño gauchesco... A María Elena me une todo eso, además de conocer toda su obra y sentir una profunda admiración. En ‘Cuento de la autora’, María Elena narra su vida. Yo tenía ganas de contarla en escena, porque lo que narra desde su infancia al momento de su escritura es la historia de la Argentina. Ella siempre levantaba su voz ante cualquier acontecimiento movilizador que ocurriera en este país... ‘pobre de mí que viví en este país, en otro no sé vivir’ -decía-, no podría vivir’. Amaba la Argentina, le decía ‘país castigador’ pero lo amaba profundamente. Para interpretar el cuento le pregunté, primero, a ella; me dijo que a nadie le iba a interesar pero la convencí. Le hablé a Rubens Correa -quien me había dirigido en ‘La Piaf’ y empezamos a trabajar en forma intensa con toda su obra. Fue un trabajo de varios meses, con María Elena como supervisora, hasta que un día la tuvimos hecha con toda su obra. La gente no conoce mucho la formidable obra que tiene para adultos; más allá de las obras para los chicos también escribió poemas, cuentos y novelas para adultos, extraordinarios. María Elena era de una ternura tremenda; cuando sonreía se iluminaba el cielo, y cuando era dura, lo era en serio”.

“VIVIR EN VOS” “Es un espectáculo para sonreír, divertirse, emocionar y reflexionar. Creo que María Elena es un genio, una escritora internacional impresionante. Más allá de la puesta de la que soy actriz, creo que también hay un trabajo importante de Marcelo Álvarez con su música, y un trabajo profundo de dirección con Rubens W. Correa. Me parece que sucede algo similar a lo que provoca ‘Medianoche en París’, la película de Woody Allen: un estado de encantamiento que la obra también logra. La gente se sumerge en un silencio profundo en el que también se divierte, y en el que genera un ida y vuelta intenso, una cosa muy mágica, extraordinaria...”

UN SUEÑO. “Sueño todo, porque si no tuviera sueños la vida sería diferente. Como se dice, ‘camino, camino y camino, tengo un proyecto y cuando lo alcanzo ya está, ya lo tengo, ese día lo he perdido’. La vida es un proyecto, el sueño es cada día soñar un poco más; es fantástico. Hoy tengo tantos sueños... estoy proyectando una comedia que me gusta mucho con dirección de Daniel Suárez Marzal. Con él hice “Frida Kahlo” y me gusta porque trabaja mucho las sensaciones. Otro sueño más concreto es ‘Fiebre de heno’, obra que China Zorrilla hizo con Norma Pons, Jean Pierre Noher y Carola Reyna hace veinte años; una obra deliciosa, musical y divertida con personajes bellísimos en la que estoy trabajando. Mientras, con María Elena sigo, siempre”.