Novedoso tratamiento para osteoporosis posmenopáusica

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El consumo de calcio y vitamina D a toda edad es fundamental para prevenir esta enfermedad.

La osteoporosis es un problema global de salud que se está incrementando significativamente en tanto la población mundial aumenta y envejece. Una nueva medicación aprobada en nuestro país ayuda a mujeres osteoporóticas posmenopáusicas a detener el proceso que causa la pérdida ósea en el esqueleto.

TEXTOS. MARIANA RIVERA.

De tacos altos, sombrero y muy elegante, Zulema Paradiso se presentó ante los periodistas que -expectantes- aguardaban conocer su historia. Con radiantes 82 años, esta vecina del barrio de Congreso, en Capital Federal, contó cómo era su vida cotidiana a pesar de su diagnóstico de osteoporosis hace 17 años y de sus permanentes resbalones y caídas, que no le trajeron como consecuencia una fractura propia de la fragilidad de sus huesos.

Zulema es una de las más de 20 mujeres argentinas que aceptó -hace 10 años- ser incluida en un ensayo mundial de farmacología clínica que investigaba un tratamiento para mujeres posmenopáusicas con esta enfermedad y que no habían recibido ninguna medicación previa.

Desde hace 7 años está recibiendo una droga -un anticuerpo monoclonal biológico- que consigue suplir una sustancia que no produce el organismo durante la menopausia y trae como consecuencia la disminución de la densidad de los huesos.

Otra novedad de este tratamiento es su forma de administración, que permite la adherencia de la paciente, es decir, que cumpla con la prescripción médica. Cada seis meses recibe una inyección subcutánea de Denosumab (además de calcio y vitamina D en forma diaria), una nueva droga que fue aprobada por la Anmat (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) en junio pasado, producida por el laboratorio GlaxoSmithKline. Ya está disponible en nuestro país y se vende bajo receta.

A diferencia de otros tratamientos actuales para la osteoporosis, esta droga ayuda a detener el proceso que causa la pérdida ósea en el esqueleto, resultando en una mayor densidad ósea, huesos más fuertes y una reducción del riesgo de sufrir fracturas de columna, cadera y otros huesos no vertebrales.

La osteoporosis posmenopáusica es una enfermedad conocida como silenciosa, ya que las mujeres -por lo general- no presentan síntomas hasta que se produce una fractura. En Argentina 1 de cada 4 mujeres mayores de 50 años sufre osteoporosis. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recientemente la identificó como una prioridad de salud, junto a otras importantes enfermedades no transmisibles.

Ocurre que una mujer pierde aproximadamente el 20% de su masa ósea total entre los 5 y 7 años posteriores a iniciar la menopausia. Las fracturas se producen en las vértebras (en el 46% de los casos), el antebrazo (36%) y la cadera (16%), principalmente.

En este último caso, se trata de la fractura menos frecuente pero que presenta una carga clínica, social y económica elevada para la paciente. En Argentina se ha estimado que solamente los costos de hospitalización para el tratamiento de fracturas de cadera y vertebrales supera los 190 millones de dólares anuales. Se sabe que después del año que ocurrió la fractura de cadera, el 80% de las pacientes va a permanecer con dificultades para de-senvolverse en su vida cotidiana, es decir, ya sea para hacer las compras, manejar el auto o hasta para sentarse en el baño.

A pesar de existir diferentes opciones de tratamiento, muchas pacientes experimentan fracturas debido a un bajo o pobre cumplimiento y persistencia con su terapia. Por eso, aplicarse una inyección de esta medicación cada seis meses es una buena alternativa para mujeres que sufren de esta enfermedad, las que -generalmente- ya consumen diferentes pastillas al día para tratar patologías propias de la tercera edad.

UN CASO TESTIGO

El 5 de agosto pasado, el laboratorio GlaxoSmithKline ofreció en Buenos Aires un taller de prensa sobre Osteoporosis Posmenopáusica, en donde informó sobre esta patología y el impacto que tiene en la vida de las mujeres.

La Dra Zulema Man, médica especializada en Endocrinología, Medicina Nuclear y Osteología, Directora del Curso de Posgrado en Osteología, Universidad Favaloro de Buenos Aires y directora médica del Centro Tiempo, junto a las Dras. Rosana Felice y María Eugenia Duarte, del laboratorio mencionado, tuvieron a su cargo el taller.

Zulema Paradiso también integró el panel y ofreció su testimonio a los presentes. Lleva una vida muy activa y está social e intelectualmente muy lúcida. A los 65 años, durante un control con su médico de cabecera, le detectaron osteoporosis. Entonces, recibió calcio y vitamina D como único tratamiento disponible para esa época, pero luego se acercó al Centro Tiempo, que preside la Dra. Man, y comenzó con la nueva medicación.

Reconoció que “tengo osteoporosis, más que nada en la cadera. Nunca sentí ningún malestar, me sentía bien, aunque me caí no sé cuántas veces, y lo sigo haciendo. En el ingreso de mi edificio ya no sé cuántas veces patiné y caí, pero felizmente me levanto y no me quiebro. Sólo me golpeo y me medican por el dolor”, al tiempo que la Dra. Man advirtió que “si seguía cayéndose sin tratamiento, Zulema se podía quebrar. Tuvo suerte hasta ese momento”.

FRACTURAS FRECUENTES

Un 40% de las mujeres mayores de 50 años sufrirá fracturas por osteoporosis en su vida. El dolor, la discapacidad y la pérdida de la independencia asociados con la osteoporosis pueden impactar significativamente la salud mental y mermar la calidad de vida de la mujer.

Las fracturas, especialmente de cadera, pueden ser devastadoras: casi un 20% de los pacientes muere dentro del primer año después de una fractura de cadera y un 80% no puede realizar por sí mismos al menos una actividad de su vida habitual. Aproximadamente 34.000 fracturas de cadera ocurren cada año en nuestro país, con un promedio diario de 90 fracturas. Por eso, las especialistas advirtieron que es fundamental aumentar la conciencia sobre las implicancias de la osteoporosis para que las personas puedan ser diagnosticadas exitosamente y recibir el tratamiento apropiado para prevenir las fracturas.

La Dra. Man aclaró que “las fracturas vertebrales son las más frecuentes y causan dolor. Los médicos suelen dar a sus pacientes un analgésico para calmarlo, o les dicen que ha sido una contractura, que se pongan calor o que hagan kinesiología, pero nadie les dice que se hagan otros estudios. Una fractura vertebral no se expresa radiológicamente, a diferencia de una fractura de muñeca, que requiere un yeso; o la de cadera, que precisa internación. Una fractura vertebral, en el año, puede causar cuatro veces más otras fracturas vertebrales si no recibe tratamiento. Entonces, si hay historia de dolor en esa paciente debe haber historia de fractura o hay que investigarlo”.

Por último, consultada respecto a cuándo las mujeres posmenopáusicas deben realizarse una densitometría ósea, la Dra. Man aclaró que “según las pautas internacionales, si da normal, se debe repetir cada dos años, y si es patológica se debe tomar alguna medida terapéutica y repetir al año. Pero sólo se llega a este estudio luego de que el médico evaluó la historia clínica de la paciente, le realizó un examen físico y le pidió un análisis de laboratorio para descartar patologías secundarias y placas radiográficas”.

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Cuidarnos, desde chicos

Los siguientes consejos deben ser tenidos en cuenta para prevenir la osteoporosis:

• Consumir alimentos que contengan calcio y vitamina D a lo largo de toda la vida en cantidades adecuadas, especialmente los niños, ya que tienen que ser nutridos con estos minerales -además de proteínas- para poder llegar a su máximo capital óseo, alrededor de los 25 años.

• Suplementar con calcio y vitamina D a embarazadas y mujeres que amamantan.

• Evitar el tabaquismo y el alcoholismo.

• Evitar la vida sedentaria, ya que los músculos se atrofian y la persona suele caerse por fragilidad.

• Como la osteoporosis tiene alta carga genética, se sugiere estudiar si el padre o la madre sufrieron fracturas.

• Junto con una dieta apropiada y ejercicios con carga, las medicaciones pueden ayudar a enlentecer la pérdida ósea y a reducir el riesgo de fracturas. Sin embargo, y a pesar de que hace más de 10 años que existen tratamientos disponibles, el riesgo de sufrir una fractura durante la vida permanece alto a nivel mundial.

Prevenir las caídas

La Dra. Zulema Man recordó cuáles pueden ser las medidas a poner en práctica para evitar las caídas y, consecuentemente, las fracturas en personas de la tercera edad.

“La caída de nuestra propia altura es la manera más habitual de fracturarnos. Muchas señoras duermen con sus esposos y no quieren prender la luz para ir al baño de noche. Les decimos que pongan esas bandas refractantes que señalan el camino al baño; o que se coloquen barrales en la bañera para evitar resbalarse; no usar chinelas cuando baldean o limpian los pisos. Es decir, las medidas van desde usar un calzado adecuado hasta quitar los juguetes de los nietos que quedan en el piso, tener precaución si llevan a pasear al perro y se les enreda en las piernas”.

En tanto, Rosana Felice -otra de las disertantes- acotó otra recomendación: “Algunos medicamentos tienen ciertos efectos adversos y cuando las señoras se levantan de la cama les baja la presión y se caen, u otros -que actúan sobre el sistema nervioso central- hacen que no estén muy lúcidas al momento de levantarse y se pueden caer. También conviene hacerse un examen periódico de la vista para ver bien donde pisan; y no usar anteojos bifocales porque el ojo enfoca mal, no ven el escalón y se caen”.

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Zulema Paradiso es una paciente osteoporótica que recibe la nueva medicación.

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Los lacteos permiten fortalecer nuestros huesos.

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La osteoporosis provoca el debilitamiento de los huesos y los hace susceptibles de fractura por su fragilidad.

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La Dra Zulema Man, médica especializada en Endocrinología, Medicina Nuclear y Osteología.

Estudios clínicos

La aprobación de la nueva droga por parte de Anmat está basada en los datos obtenidos en seis estudios clínicos de fase III.

Demostraron que -administrándola a través de una inyección subcutánea cada 6 meses- se redujo significativamente la incidencia de fracturas en las pacientes y se incrementó la densidad mineral ósea (una medida de fortaleza del hueso) en todos los puntos del esqueleto que fueron medidos.

Se demostró un 68% de reducción del riesgo de fractura de vértebras a lo largo de 3 años, 40% cadera y 20% de huesos no vertebrales. De esta manera, esta nueva droga tiene un mecanismo de acción diferente a otros tratamientos disponibles para la osteoporosis. Es la primera y única terapia aprobada que actúa específicamente sobre el RANK Ligando (RANK-L), un regulador esencial de los osteoclastos (células que producen el desgaste y deterioro del hueso).