Juan Mario Puskovic y un libro para emprendedores, empresarios y gerentes

Un prisma ocurrente sobre las relaciones laborales

Juan Mario Puskovic es consultor internacional en gestión y docente universitario. Este año presentó en la Feria del Libro de Buenos Aires su obra sobre “gotas de realismo gerencial”, donde analiza con ironía a procesos y personas.

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Clúster del Freno. Puskovic, en su carácter de consultor internacional, asesora al grupo asociativo que trabaja con éxito desde hace 3 años en Barrancas, Monje y Maciel. Fotos: César Benítez

César Benítez

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A los 10 años ya escribió su primer libro (“El vendedor de calzoncillos”) cuando vivía en Viena, Austria, en un internado lasallano y en idioma croata con ilustraciones. “Se mantuvo en el ámbito familiar y su título en croata: ‘Prodavac gaca’ ”, aclara con melancolía.

La Feria del Libro de Buenos Aires fue en mayo pasado, el ámbito para la presentación del volumen I de “Underground Management Lessons”, enseñanzas ocultas y secretas sobre gerenciamiento. Gotas de realismo gerencial, que firma bajo el seudónimo de John Shotgun. Traducido del inglés sería Juan Escopeta. “Sí, porque así como Dios está en todos lados y atiende en Buenos Aires, un libro de Management llega mejor al público si viene con títulos y autores en inglés. Pero no quise perder identidad, por esto: puska = escopeta”, apunta con ironía el Ing. Juan Mario Puskovic (56 años).

Confiesa que desde muy joven tuvo una intensa actividad en el mercado laboral y a los 22 años ya se desempeñaba en cargos de jefatura -“¿liderazgo?”, se pregunta socarronamente-. Así tuvo durante su formación profesional a verdaderos líderes que le inculcaron una cultura de pensamiento “y actitudes que condicen en mucho con las mejores enseñanzas sobre prácticas de liderazgo y gestión de procesos y personas”, dispara a El Litoral.

Juan participó en la construcción de centrales nucleares, experiencia que le permitió desarrollar el hábito de hacer sus tareas en un ambiente “donde lo que se realiza no debe fallar” y en caso de que ocurra, buscar y actuar sobre las causas que le dieron origen para evitar su reiteración.

Radicado en Paraná, donde además es profesor en la Uner, Puskovic, como autor del libro, considera que en el quehacer diario de los seres humanos, “uno de los peores males en la sociedad y en las relaciones humanas es la hipocresía. Este libro pretende romper con la hegemonía de este mal”, explica.

“Es la recopilación de cuatro décadas de experiencia aportando genuinamente al progreso de tres países y trabajando con gran empeño en el cambio de cultura de organizaciones de la más variada índole en el ámbito del Mercosur”.

Son aspectos que no se tratan (ni se tratarán) en ningún ambiente académico y que tampoco se difunden en el muy competitivo mercado de la consultoría. Sería como si un mago descubriera sus trucos a la audiencia. Lo que se dice “secretos del oficio”, pues estoy transgrediendo esta línea, sólo que sin quebrar ningún código de ética en consultorías (no lo hay establecido), apenas pongo en riesgo mi propio mercado, asumiendo que un competidor avezado pueda acceder a mis “técnicas-tácticas”. Y amenaza que en cualquier momento comienza a gestarse el volumen II.

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“Cada página parte de un comentario irónico y lo extrapola a la realidad de la vida cotidiana”, confiesa John Shotgun (Juan Mario Puskovic).


10 años en Brasil.

Puskovic vivió una década en el país carioca por razones de trabajo. “Prácticamente sí, viajaba semanalmente de domingo a viernes y luego del 11 S (atentado a las Torres Gemelas), permanecía por períodos de dos semanas porque disminuyeron las frecuencias de los vuelos por la caída del mercado y no me combinaban las frecuencias. Retornaba a casa fin de semana por medio para ver a mi familia y dar clases”, recordó. Habla 5 idiomas: croata (nativo), castellano (nativo), inglés (avanzado), portugués (avanzado) y alemán (medio).


“Mis padres escaparon de Yugoslavia”

Hay un capítulo pero no del libro que escribió sino de su vida que merece un párrafo aparte: “Mis padres escaparon de la Yugoslavia comunista, poniendo en riesgo su vida. Intentaron juntos con un amigo atravesar las montañas de noche y escondiéndose de los francotiradores. Como mi madre casi cae a un precipicio, le dio pánico y abortaron el primer intento. Luego, mi madre sacó pasaje para viajar a Austria dejando como “garantía” ante el Estado a su marido. Mi padre repitió el intento con un amigo y colega con éxito y envió luego un telegrama en clave donde le hizo saber a mi madre que llegó bien y que abordara el tren.

Así se reunieron en Austria y fueron acogidos en una pequeña parroquia que atendía refugiados. En este período, en el exilio, mi madre queda embarazada y llega “con pancita” a la Argentina. Mis primeros tres años los viví casi encerrado en casa. Mi abuela fue mi primera maestra en matemáticas y lengua, croata obviamente”.

“Aprendí castellano cuando comencé a salir a la calle con mis primeros amigos del barrio, quienes aún hoy recuerdan lo difícil que era entenderse conmigo. Una vez liberada Croacia, obtuve la nacionalidad. Una compensación histórica”, admite.

Para seguir la tradición educativa croata, el niño tiene que saber alemán. Por lo tanto, Juan Mario partió a Austria, donde vivía una pareja de casi ancianos (sus padrinos Ciko y Lelja). “Así a los 10 años fui a parar por 10 meses a Viena, a un internado lasallano y luego transferido a uno marista. Volví hablando un perfecto alemán y del mismo modo, me enviaron a los 15 años a USA por intercambio, para aprender inglés”, reconoce con sinceridad.