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Antes de partir

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Sobre el luminoso fondo de la luna se recorta perfecta la silueta de una cigüeña que descansa sobre el tejado de una casa en Sieversdorf, en Alemania, seguramente reponiendo energías antes de iniciar el largo viaje migratorio hacia el sur, cuando ya empieza a insinuarse la retirada del verano en el hemisferio norte. En la cultura occidental, la cigüeña blanca es un símbolo de maternidad. En la época victoriana, los detalles de reproducción humana eran difíciles de enfocar, sobre todo en respuesta a la pregunta: ‘¿De dónde vengo?‘, realizada por niños pequeños, en su curiosidad. ‘La cigüeña te trajo a nosotros‘ fue la táctica utilizada por los padres para evitar la discusión de temas de sexo. Esta costumbre se deriva de una antigua superstición popular, que planteaba que las cigüeñas eran precursores de felicidad y prosperidad, y, posiblemente, de la costumbre de algunas cigüeñas de anidar en la cima de las chimeneas, por donde resulta fácil imaginar que la cigüeña dejaría caer al bebé

Foto: Agencia EFE