Bajó la conflictividad laboral en el primer semestre

Menos huelguistas y caída de jornadas laborales no trabajadas

El informe del Ministerio de Trabajo de la Nación destaca que se incrementaron los problemas en el sector estatal. En cambio, cayeron en el privado por una mejor performance de los procesos de negociación colectiva para recomponer salarios.

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Los petroleros de Santa Cruz registraron uno de los conflictos más prolongados en el primer semestre del año. Foto:El Litoral

De la redacción de El Litoral

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Durante el primer semestre de 2011 tuvieron lugar 494 conflictos laborales que involucraron paros, en los que participaron 694 mil huelguistas y sumaron casi 2 millones de jornadas individuales no trabajadas.

Con respecto al mismo período del año anterior, hubo una cantidad similar de conflictos pero con un descenso de la cantidad de huelguistas (-9%), y en particular de jornadas no trabajadas (-40%).

El ámbito estatal concentró la mayor cantidad de conflictos (64%), de huelguistas (69%) y de jornadas no trabajadas (85%).

Así surge del informe presentado por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social sobre los conflictos laborales en el primer semestre del corriente año.

“La evolución registrada entre 2010 y 2011, muestra que disminuyó la cantidad de conflictos en el sector privado y se incrementó en el ámbito estatal, aunque en éste fueron de tamaño reducido, con escasa incidencia en la evolución del número de huelguistas y de jornadas no trabajadas”, señala el documento.

La disminución del número de conflictos de rama tanto en el ámbito estatal como en el privado determinó la fuerte caída registrada en la cantidad de huelguistas y de jornadas de paro. Estos indicadores registraron los valores más bajos desde el comienzo de la serie que realiza la cartera desde el año 2006.

“La fuerte caída de la conflictividad registrada estaría revelando una mejor performance de los procesos de negociación colectiva para recomponer salarios: hubo menos casos que desembocaron en conflicto, éstos involucraron a menos huelguistas y lograron acuerdos con paros más cortos” afirma.

También tuvieron lugar algunos conflictos que involucraron paros muy extendidos, entre los que sobresalen los de los docentes y petroleros de Santa Cruz, aunque fueron de un tamaño reducido.

En el ámbito estatal la disminución de los huelguistas y las jornadas no trabajadas en un año de contienda electoral contrasta con el comportamiento registrado en el 2007 y el 2009, cuando se registraron picos de conflictividad en ambos indicadores.

Algunos números

Durante el primer semestre de este año se registraron 494 conflictos laborales que involucraron paros, en los que participaron 694 mil huelguistas y sumaron casi dos millones de jornadas individuales no trabajadas. Con respecto al mismo período del año anterior, se observó una cantidad similar de conflictos junto con un descenso de la cantidad de huelguistas (-9%), y en particular de las jornadas no trabajadas (-40%).

En los seis primeros meses del año, las demandas de mejoras salariales impulsaron 48% de los conflictos, y en segundo lugar se ubicaron los reclamos de pagos adeudados, que ascendieron a 15% del total. Sumando ambas demandas salariales, explican dos tercios de los reclamos, mientras que el tercio restante comprende demandas no salariales. Esta estructura de los reclamos reproduce un orden de importancia relativa similar a lo largo de los últimos seis años.

La distribución de los indicadores de conflictividad laboral según región geográfica muestra ante todo el predominio que tienen las provincias de mayor peso demográfico agrupadas en el centro (Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos) y la región metropolitana del país (CABA y Buenos Aires). Estos cinco distritos concentran el 41% de los conflictos, 65% de los huelguistas y el 45% de las jornadas no trabajadas.

Al igual que en años anteriores, la conflictividad laboral durante el primer semestre de 2011 fue mayor en las actividades del ámbito estatal que en las del sector privado: allí se registró la mayor parte de conflictos (64%), huelguistas (69%) y jornadas no trabajadas (85%).

Considerando su distribución según actividad económica, los conflictos se localizaron principalmente en las actividades de administración pública, salud, transporte, enseñanza e industria manufacturera. Los huelguistas y las jornadas no trabajadas se concentraron en primer lugar en las ramas del sector estatal (administración pública, enseñanza y salud), mientras que en aquellas donde prevalece el sector privado los valores fueron bastante menores (industria, explotación de minas y canteras, transporte e intermediación financiera).

En el primer semestre de 2011 se registraron en el sector privado 182 conflictos laborales con paro que involucraron 217.000 huelguistas y 304.000 jornadas individuales no trabajadas. Con respecto al año anterior, estas cifras reflejan un descenso generalizado en los indicadores, con caídas del 12% en la cantidad de conflictos, del 11% en los huelguistas y del 50% en las jornadas no trabajadas, que representó el valor más bajo desde el año 2006.

Santa Fe

En el primer semestre del año, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de la Nación registró 33 conflictos en la provincia de Santa Fe, 24 de los cuales se dieron en el sector público y apenas 9 en el privado.

La cifra es similar al 2009 pero inferior al 2010, cuando hubo 37 conflictos. De todos modos, en cuanto a la cantidad de huelguistas involucrados, la cifra fue 19.588, sólo igualable al 2008, pero muy inferior al 2010 que alcanzó a 82.623 trabajadores.

Los 24 conflictos en el sector estatal conforman el número mayor de la serie estadística que arranca en el 2006.

En el cambio, los 9 conflictos en el sector privado sólo fueron mejorados en el 2007 cuando hubo apenas 6.


Tomada

“La variación en las mediciones de la conflictividad marca claramente una mejora en la negociación salarial. Resultaría tentador para cualquier ministro de Trabajo decir que es un logro de su Ministerio pero también sería distorsionar la realidad. La mejora de la negociación salarial es producto de la permeabilidad de empresarios y de dirigentes sindicales y, fundamentalmente, es producto del crecimiento económico argentino. Un crecimiento que no por casualidad se da con la fuerza del trabajo. Hoy, con más de 5 millones de puestos de trabajo generados, ha desaparecido el temor a reclamar lo que se considera justo. También en el crecimiento constante, la posibilidad de mejores salarios no es una amenaza letal a la rentabilidad como lo era en el pasado”, explicó el titular de la cartera laboral, Carlos Tomada.