El 4 a 0 en contra sufrido contra Boca fue el eje de la consigna

El hincha de Unión echa humo después de la derrota

El 4-0 en contra caló hondo en la hinchada tatengue. Las voces de algunos de ellos tras la derrota con Boca se hicieron escuchar. Foto: Mauricio Garín

Casi 24 horas después de la dolorosa caída ante el xeneize, intencionalmente esperadas para que los ánimos estén algo calmados, El Litoral recabó opiniones de simpatizantes tatengues.

Alberto Sánchez

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Al día siguiente de la abultada derrota de Unión frente a Boca en La Bombonera, El Litoral realizó un sondeo con los hinchas tatengues que observaron el partido a través de las imágenes televisivas, para saber qué opinaban sobre la presentación del equipo de Kudelka contra uno de los elencos que siempre es candidato a campeón.

En general, los consultados coincidieron en que las expectativas de conseguir un triunfo eran “remotas, aunque uno siempre sueña con alguna sorpresa”. Claramente, luego de algunas horas de haber culminado el cotejo, y con la cabeza y la sangre más frías, con esa frase, los simpatizantes resumieron cómo esperaban el choque entre tatengues y xeneizes.

Pero la realidad fue totalmente distinta: “Un 4 a 0 en contra bien puede catalogarse como una goleada, pero me parece que si Unión no hubiese perdido el orden que lo caracterizó durante el torneo de la B Nacional, esa diferencia no hubiera existido”, dijo Francisco.

“No creo que Boca esté cuatro goles arriba de Unión. El gol antes del minuto de juego condicionó al equipo, aunque después no hizo nada como para empatar, mucho menos como para descontar, a esa altura el equipo estaba muy desordenado y lo único que quería era que terminara el partido lo antes posible”, agregó el mismo Francisco.

Algo parecido manifestó Leonardo: “Nos mató el gol al minuto de empezar el partido. Creo que si Unión hubiese podido aguantar sin que Boca le hiciera un gol en los primeros 15 minutos, ellos se iban a desesperar, apurados por la gente y porque Boca no venía bien y necesitaba ganar sí o sí”.

Sobre la actuación del elenco de la avenida, “Leo” señaló: “No jugó nada bien. Pero pienso que tampoco es para enloquecerse tanto. Unión está en una etapa de adaptación al torneo y justo nos tocó enfrentar en la segunda fecha a Boca, en su cancha, con todas sus necesidades, por eso creo que si bien duele mucho perder así, tiene que servir de experiencia para el futuro”.

Algo más duros

Dentro de todo, las opiniones de Francisco y Leonardo fueron positivas, y a pesar de la dura caída rojiblanca, hasta alentadoras; éste quizás sea el ánimo de ambos simpatizantes tatengues. Pero también hubo opiniones distintas, como la de Rubén, que expresó: “Lo de Unión no me gustó para nada. Con muy poco, Boca nos pasó pasó por arriba. No puedo creer que no hayamos creado ninguna situación clara de gol, y la verdad es que ellos nos perdonaron, porque hubiesen podido hacer un par de goles más”.

“Realmente estoy preocupado porque no noté que haya temperamento suficiente como para tratar de dar vuelta la situación, era como que les daba lo mismo cualquier resultado. Entraron dormidos y no se despertaron nunca. Ojalá la derrota sirva, es lo único que pretendo, que no se olviden de este 0-4 y de que están defendiendo la camiseta de Unión”.

Ignacio, amigo de Rubén, coincidió, pero le agregó algunas cuestiones tácticas e individuales: “No sé a qué jugó Unión. Ni se defendió ni atacó, fue superado en todas las líneas. En la B Nacional, por lo menos estaba ordenado, quizás no generaba mucho en ataque, pero por lo menos defensivamente era difícil que le conviertan. Pero anoche (por el lunes), Clemente Rodríguez fue el mejor atacante de Boca, pero nadie se dio cuenta; Riquelme jugó el mejor partido en años, ojalá siga jugando así, para no pensar que Unión lo dejó hacer lo que quiso; Viatri hizo olvidar por un rato a Palermo, y si no hubiera sido por Bologna o el travesaño, nos embocaba un par de goles más”.

“¡Y en ataque mejor no hablemos!”, espetó Rubén. “Así no se puede jugar, pobre Quiroga, no le llegó una pelota bien jugada. ¿Acaso Pereyra es más que Rosales?”, se preguntó. “Yo todavía no puedo entender a qué quiso jugar Unión. La verdad es que estoy muy preocupado porque después de este partido no veo que se pueda solucionar tan fácilmente. Ya contra Argentinos no jugamos bien, nos salvó el hecho de haber empatado enseguida que nos hicieron el gol, porque de otra manera se nos hubiera complicado”, terminó diciendo Rubén.

El goleador de la noche

Viatri convirtió sólo dos, culpa de Bologna y el travesaño. En la foto, Correa no alcanza al cierre para tapar el remate que significó el primero, a los 50 segundos. Foto: EFE

El mundo del revés

Pereyra al piso, tratando de sacarle la pelota a Rivero. El jugador de Unión está para generar juego, y hasta ahora no lo ha logrado. Foto: Télam

/// análisis

El orden no se negocia

Enrique Cruz (h)

El hincha no se tiene que desesperar. Perder ante Boca formaba parte de una posibilidad concreta y hasta lógica. Lo que duele es el resultado abultado y las formas. Duele que se haya jugado mal y que el equipo se haya ido con un 0-4 y el arquero como figura. Pero no es para enloquecerse ni para pensar que Unión, por haber perdido con Boca, se va a ir al descenso.

El primer sorprendido y arrepentido es el propio técnico. Soñó un partido distinto, hizo cambios, quiso llevarle un problema mayúsculo a Boca, pretendió robarle la pelota en el medio y jugar con una supuesta futura desesperación si es que el partido avanzaba y el gol “xeneize” no llegaba. Apostó a varios de los jugadores que trajo para reforzar el equipo, algunos de ellos todavía sin una adecuada adaptación. El tiempo, sólo el tiempo y los partidos permitirán saber hasta dónde pueden dar Quinteros, Sarmiento, Pereyra y los que entraron después (Míguez, Núñez y Barrales). Ayer, como casi todo el equipo, la mayoría de ellos no mostró casi nada.

Digo que el primer arrepentido es el técnico, porque luego del partido dijo que por querer sorprender al rival terminó desdibujando y desordenando a su propio equipo. Seguramente, Kudelka es el primero en haber aprendido la lección. Porque no fue mala la presentación ante Argentinos Juniors. Y sin embargo se hicieron muchos cambios, dos de ellos obligados por la suspensión de Vera y la lesión de Avendaño, pero otros tres que, evidentemente, cambiaron la fisonomía de un equipo luchador, prolijo, ordenado tácticamente y bastante firme.

Unión no tiene en Primera la obligación de ser protagonista, de pelear en los primeros lugares. Partiendo de la premisa de que el que asciende es candidato a bajar al año siguiente, el gran objetivo es mantener la categoría. Y si para ello se hace necesario priorizar el orden y el sacrificio sobre el fútbol mismo, no está mal. Al menos, hasta que se consiga un colchón de puntos que permita ver las cosas con otro prisma: el de la tranquilidad.

Pelearle el partido a Boca en el mediocampo, encimando a Riquelme para que no juegue y con la suficiente concentración y generosidad en el esfuerzo para que no haya un solo aspecto futbolístico de Boca que lo hubiese sorprendido, era el camino a transitar por Unión. Quizás, el partido se perdía igual. Pero seguramente, la imagen habría sido distinta.

Dolor cuadruplicado

El “Beto” Bologna sufrió cuatro goles; sin embargo, y paradójicamente, fue el jugador más destacado del equipo, evitando más caídas de su valla. Foto: DyN

Teléfono para Kudelka

La siguiente es una opinión de Hugo, un simpatizante de Unión que estuvo en la Bombonera el lunes por la noche alentando a su equipo. Ya de regreso en nuestra ciudad, envió un mail a la redacción de nuestro diario comentando (con mucho respeto) lo que observó en la derrota ante Boca: “Estuve en la cancha anoche (por el lunes) y vimos algunos jugadores de Unión sin la actitud que requiere la Primera División. Técnicamente no son mucho menos que los de Boca (obviamente valen mucho menos), pero los noté con una actitud apichonada y sin presencia física, respetando demasiado a las figuras boquenses. No debe confundirse Frank (Kudelka), mantener la atención en cómo ganar un partido es el único elemento que le permitirá obtener tranquilidad para ganar el próximo partido, porque este campeonato será así fecha por fecha, no importa que enfrente esté Colón, Vélez, Tigre o un equipo recién ascendido. Frank no debe pensar en el mundo del fútbol de primera, tiene que pensar en armar cada semana un equipo para una batalla, en el buen sentido por supuesto. Al final de todas las batallas podrá recién pensarse a si mismo como un técnico de primera o uno más”.