“El sino”, “sino” y “si no”

Por Enrique José Milani

Es muy común encontrar en los escritos, en general, errores en la escritura de los vocablos del título. El primero se trata de un sustantivo, por eso el artículo que lo precede. En este caso “sino” significa ‘hado’( del lat. fatum), divinidad o fuerza incontrastable; encadenamientos de sucesos fatales; destino: serie y orden de causas encadenadas que necesariamente producen su efecto. Célebre es la obra teatral de Ángel de Saavedra, duque de Rivas: Don Álvaro o la fuerza del sino que señaló el triunfo del teatro romántico en España (1835). Comúnmente decimos: Cada uno tiene su sino. El segundo “sino” es conjunción adversativa, con que se contrapone a un concepto negativo otro afirmativo: No iré hoy, sino mañana. No es que se niegue a hacerlo, sino que pide condiciones. Como vemos, expresa lo opuesto o contrario a lo que se está diciendo. Con este significado, suele juntarse con modos adverbiales de sentido adversativo como “al contrario, antes bien, etc.” No sólo quiero que no venga sino, antes bien, que no vuelva nunca más. Puede denotar idea de excepción: Nadie lo conoce, sino Dios. Con la negación que le preceda, suele equivaler a solamente o tan sólo: No te pido sino que me tengas paciencia. Es decir: Solamente o tan sólo te pido que me tengas paciencia.

“Sino” frecuentemente va seguido de “que”, sobre todo cuando está implícito el verbo de la proposición que se contrapone: No debes tomar en serio lo que te dijo, sino que es preferible olvidarlo para siempre. “Sino que” puede tener valor restrictivo: Parecía un buen hombre, sino que molestaba a las mujeres. Lo hubiera confundido con un extraterrestre, sino que hablaba como nosotros. Este empleo es raro en la lengua literaria moderna, aunque más frecuente en la popular: Usted conoce las normas mejor que yo, sino que goza en transgredirlas.

A continuación nos ocupamos de la tercera propuesta, es decir, del conjunto “si no” resultante de si, conjunción condicional, y no, adverbio de negación.¿Cuándo escribirlos separados para no confundirlos con “sino”? He aquí una regla de oro: si entre si y no puede intercalarse alguna palabra, se escribirán separados; en caso contrario, juntos. En: No soy rubio, sino moreno, no es posible interpolar nada; luego, es una sola palabra. En Lo haré si no puedes, da lugar a la interposición: Lo haré yo si tú no puedes o Lo haré yo, si ahora no puedes. En ambos ejemplos debo separarlos. Además la adversativa sino se pronuncia con acento débil en la i; mientras el conjunto si no es átono, pues ambas palabras se apoyan en la siguiente como si formaran una sola: sinopuédes. Con todo, este no se torna tónico cuando se calla el verbo que le sigue: Ven pronto; si nó, iré yo. Aquí debía ser: Si no vienes pronto, iré yo. En este último ejemplo vemos que el binomio si no puede encabezar la oración. Recordemos, pues, la regla práctica: si entre si no es posible colocar otra palabra, la conjunción y el adverbio deben escribirse separados: Si no vuelves, iré a buscarte. Interpongo otra palabra: Si tú no vuelves, iré a buscarte. La prueba resultó eficiente, por lo tanto, las expresiones son correctas.