Después de que un juez señalara irregularidades

Lorenzetti defendió el escrutinio

El presidente de la Corte dijo que “si hay errores se deben corregir”, pero que “los resultados no están en cuestión”. El gobierno había dicho que las denuncias de la oposición eran “una chantada”. Advierten sobre “una cultura del fraude”.

 

De la redacción de El Litoral

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DyN

El presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, consideró hoy que “si hay errores” en el escrutinio “se tienen que corregir”, pero advirtió que “tampoco hay que magnificarlos” porque, resaltó, “los resultados no están en cuestión”.

“No es bueno crear una sensación de que el proceso electoral en su conjunto o la totalidad de los resultados están en cuestión. Hay que ser muy prudentes, muy serios”, indicó el titular del máximo tribunal.

En declaraciones a radio Del Plata, Lorenzetti afirmó que “los resultados no están en cuestión. Hay que corregir los errores, que los hay como en todo proceso. En la Argentina, en realidad, tienen un muy bajo nivel de error o de mala información los procesos electorales. Históricamente se han ido perfeccionando”.

“En todos los procesos electorales hay errores y problemas, tampoco hay que magnificarlos. El proceso electoral (por las primarias pasadas) se ha realizado, las cifras son muy claras. Si hay errores, se tienen que corregir, y si hay algunas informaciones equivocadas, también”, continuó.

El ministro de la Corte se refirió así a las denuncias efectuadas ayer por el juez federal con competencia electoral de La Plata, Manuel Blanco, quien aseguró que hubo “errores muy grandes” en el escrutinio de las elecciones primarias del 14 de agosto.

“Nunca visto”

Blanco cuestionó al ministro del Interior, Florencio Randazzo, por decir que las denuncias de irregularidades eran “una chantada” y ratificó que los “errores” en los comicios del 14 de agosto tuvieron un nivel “nunca visto”.

El magistrado desmintió al funcionario nacional antes de recibir a diputados de las principales fuerzas de la oposición que fueron a plantearle denuncias de fraude y a reclamarle que tome medidas especiales para el 23 de octubre, como el pase a la órbita judicial del escrutinio que hace ahora el gobierno.

El juez Blanco coincidió en una reunión con los diputados Graciela Camaño (duhaldismo), Gustavo Ferrari (Udeso), Federico Pinedo (macrismo) y Patricia Bullrich (Coalición Cívica), entre otros, que se registraron “errores” en la confección de actas y telegramas que informaban los votos, en las designaciones de presidentes de mesa y en la transmisión de datos que realizaron el estatizado Correo Oficial e Indra, la empresa contratada por el kirchnerismo desde 2003 para las elecciones, entre otros.

Sin tiempo

Pese a esas declaraciones, según lo confirmaron los diputados que se reunieron con él, el juez electoral bonaerense tuvo que dar como ciertas las actas en las que podía registrarse irregularidades por “una cuestión material de tiempo”, debido a que tanto el duhaldismo como Udeso denunciaron entre 1.500 y 2.000 urnas en las que se habrían producido irregularidades.

Bullrich apuntó que “los 800 mil votos que figuran en blanco -y esto le hemos corroborado- con la justicia, no pueden serlo. Pero no se han podido abrir las urnas porque hay un tiempo perentorio para hacer la presentación de las candidaturas para octubre y esto hace que muchísimos votos de ciudadanos no sean contados, lo que es una barbaridad”.

Pinedo, por su parte, advirtió hoy que se “está formando una especie de cultura del fraude”, al comprobarse una serie de “irregularidades increíbles”. Sin embargo, el legislador macrista sostuvo que esta situación “no tiene absolutamente nada que ver con el resultado de la elección que le dio el triunfo a la presidenta Cristina Fernández, que fue enorme e indiscutible, pero hubo una cantidad de acciones de fraude medio sistemático que preocupa para el futuro”.

Al respecto añadió: “Si se dejan pasar ciertas cosas, pareciera que ya directamente se va a establecer que se pueden robar las elecciones”.

¿Autocrítica?

El candidato a presidente por Udeso, Ricardo Alfonsín, realizó la primera aunque relativa autocrítica formal por el desempeño electoral ante un plenario federal del radicalismo, pero reivindicó el acuerdo con Francisco de Narváez. “Asumí las responsabilidades. Hice todo lo que tenía que hacer, lo que no quiere decir que no me haya equivocado y estoy dispuesto a rectificar los errores”, aseguró. “Salimos segundos, pero para algunos analistas parece que es mejor salir terceros o cuartos”, ironizó Alfonsín en referencia a Binner, duramente cuestionado en el plenario por haberse negado al frente electoral.

La solución: boleta única

Dirigentes opositores renovaron hoy su reclamo para impulsar la boleta única, insistieron con el “urgente” tratamiento de esa iniciativa en el ámbito parlamentario y aseguraron que el gobierno “tiene tiempo” para ponerla en práctica en las elecciones del 23 de octubre.

En tanto, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, calificó de “especulación absurda” a los reclamos del espacio opositor, en la misma jornada en que el candidato presidencial Alberto Rodríguez Saá le presentó su proyecto para implementar la boleta única, que se suma a los de otros partidos que ya cuentan con estado parlamentario.

Con el respaldo de la experiencia en la provincia, Hermes Binner realizó una presentación sobre el mecanismo esta mañana en la Casa de Santa Fe en la Capital Federal y explicó que “es muy simple, mucho más transparente que el sistema de voto electrónico”. Y resaltó que luego de las “múltiples denuncias que llegaron a todas las páginas nuestras sobre el faltante de boletas” el pasado 14 de agosto la “solución” sería “la boleta única como lo hemos aplicado en Santa Fe. Si el gobierno quiere hacerlo tiene tiempo”.

800 mil votos

en blanco para presidente se computan en la provincia de Buenos Aires.

1.500 urnas

son las que, como mínimo, presentan irregularidades (entre ellas, la ausencia de fiscales).