Mensaje a las cámaras parlamentarias

Obama y una fuerte apuesta a la generación de empleo

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, propuso ayer impulsar la economía de su país lanzando un programa de 450.000 millones de dólares que ofrecerá importantes incentivos para la generación de empleos.

Obama y una fuerte apuesta a la generación de empleo

dpa

Con un enfático discurso, el presidente de los Estados Unidos de Norteamérica Barack Obama no dejó de destacar que la propuesta que dio a conocer ayer incluye iniciativas republicanas e instó al ala opositora a respaldar de esta manera la lucha contra la crisis. ‘Miembros del Congreso, es hora de que nosotros cumplamos con nuestras responsabilidades‘, instó a las partes presentes.

‘Estados Unidos debe seguir siendo competitivo‘, es necesario generar empleos ‘para reconstruir‘ el país, aseguró Obama al destacar que no puede ser que China tenga un mejor sistema de transportes que la potencia norteamericana.

Además, aseguró, con esta propuesta miles de maestros volverán a encontrar trabajo en todos los estados del país. El programa, destacó, propone modernizar 35.000 escuelas y ofrecer reducciones fiscales a las empresas que contraten a personas que se encuentren sin trabajo desde hace tiempo.

‘Aprueben esta ley de empleo‘, instó al Congreso, ‘y las compañías recibirán un crédito impositivo de 4.000 dólares si contratan a alguien que ha pasado más de seis meses buscando trabajo‘.

Los ricos pagarán más

La propuesta incluye además una reforma del sistema tributario que prevé un aumento de la tasa para las clases de mayores ingresos. El país no puede continuar otorgando exenciones fiscales a los multimillonarios y velar al mismo tiempo por que haya maestros que vuelvan a tener un puesto de trabajo, criticó hoy el mandatario.

‘Necesitamos un sistema impositivo en el que todos sean tratados de manera justa y todos paguen un aporte justo‘, insistió. Según destacó, la medida no promueve ningún tipo de lucha de clases.

Según algunos analistas, fue uno de los principales discursos pronunciados por el mandatario durante su presidencia, cuando faltan sólo 14 meses para las próximas elecciones en las que se renovará el cargo.

Las medidas propuestas apuntan a evitar el crecimiento del actual déficit. Obama pedirá a un gremio de parlamentarios, que actualmente tiene a su cargo la búsqueda de posibles medidas de ajuste, que precise el modo en el que se garantizará la financiación del programa.

A este respecto, Obama destacó que las medidas no generarán nuevas deudas. ‘Cada una de las propuestas que les he presentado esta noche es del tipo que ha sido apoyado por Demócratas y Republicanos en el pasado. Cada una de las propuestas que les he presentado esta noche será pagada‘, aseguró.

Obama, poco después de asumir la presidencia en medio de una grave crisis financiera, ya se había visto obligado a aprobar un programa de 787.000 millones de dólares con el objetivo de mantener y crear cuatro millones de puestos de trabajo.

Durante la recesión, Estados Unidos perdió más de ocho millones de empleos. Actualmente, la tasa de desempleo se sitúa en el 9,1 por ciento.

Todo listo

Poco antes de que se oyera el discurso de la presidencia de este jueves, el jefe de la Reserva Federal, Ben Bernanke, aseguró que su entidad está preparada para implementar las medidas que sean necesarias a fin de impulsar una mayor recuperación económica garantizando la estabilidad de los precios.

Bernanke advirtió además que, dada la débil coyuntura actual, no sería correcto tomar un curso de fuertes ajustes públicos que obstaculizaran el crecimiento del mercado laboral.

Además del impulso directo al mercado laboral a través de ventajas impositivas, entre las medidas mencionadas hoy por Obama está el avance de los tratados de libre comercio pendientes con Colombia, Panamá y Corea del Sur.

‘Si los estadounidenses pueden comprar autos Kia y Hyundai, quiero ver a la gente de Corea del Sur manejando Ford y Chevy y Chrysler. Quiero ver más productos vendidos en todo el mundo, estampados con estas tres orgullosas palabras: ‘Hecho en Estados Unidos’. Es lo que tenemos que hacer‘, agregó.

‘Es hora de abrir el camino para una serie de tratados comerciales mediante los cuales sea más fácil para las compañías estadounidenses vender sus productos en Panamá, Colombia y Corea del Sur, y que a la vez ayudarían a los trabajadores cuyos empleos se han visto afectados por la competencia global‘, aseguró.

Sin embargo, lo que el mandatario no reveló en su discurso de algo más de media hora fue qué fecha concreta prevé para hacer avanzar los TLCs, que deben aún ser enviados por la Casa Blanca para que pasen el proceso de ratificación pendiente, en el caso de Colombia, desde hace un lustro.

/// análisis

¿Servirá el anuncio?


Por Frank Brandmaier

dpa

El escenario escogido atestiguaba por sí solo la seriedad del asunto: Barack Obama convocó a ambas cámaras del Congreso para presentar su programa de empleo. Un marco reservado normalmente para el discurso de Año Nuevo. Pero nada afecta ahora tanto al alma de la Nación como la pérdida incesante de puestos de trabajo. Y nada amenaza tanto la reelección de Obama, dentro de 14 meses, como la precaria situación del mercado laboral.

El nuevo programa recuerda mucho a la inyección de 787.000 millones con la que a principios de 2009, poco después de asumir como presidente, Obama intentó reactivar la economía estadounidense. El hecho de que, en esta ocasión la cifra sea menor, no parece rebajar el optimismo de Obama. ‘Dará un impulso a una economía paralizada‘, aseguró.

El plan prevé reducir a la mitad las contribuciones de los trabajadores al seguro social. Además, quiere animar a las empresas a contratar parados de larga duración con rebajas fiscales y renovar escuelas e infraestructuras a lo largo y ancho de todo el país. Pero ni Obama ni sus asesores estiman cuántos puestos de trabajo generarán las nuevas medidas.

Y es que aún no está claro si el programa anterior consiguió realmente crear los 3,5 millones de puestos de trabajo que pretendía. Según los cálculos de la oficina de presupuesto independiente del Congreso, la inyección de fondos más amplia de la historia del país proporcionó trabajo a tiempo completo a entre 1,9 y 4,8 millones de estadounidenses. Pero incluso tomando los datos más positivos, apenas serviría para cubrir la mitad de los 8 millones de empleos que se perdieron durante la crisis financiera y económica.

Así las cosas, no sorprende que durante la presentación de su nuevo programa Obama no quisiera dejar ninguna duda de que puede financiarse. A pocos meses de las próximas elecciones, los republicanos podrían tildar a Obama de derrochador, a pesar de que el presidente demócrata heredó de su predecesor las guerras de Irak y Afganistán, así como muchas de las causas de la actual crisis financiera.

Aún hay demasiados interrogantes, y el principal es si el programa se hará realidad. Es decir, si Obama conseguirá convencer a los republicanos del Congreso, alérgicos a cualquier aumento de los gastos. Algunos economistas creen probable que el programa consiga éxitos a corto plazo, genere nuevos puestos de trabajo, impulse la economía y posibilite la reelección de Obama en 2012. Pero aunque consiguiese rebajar hasta en un punto porcentual la tasa de desempleo, con un nivel del 9,1 % es cuestionable si esos resultados impresionarían a los frustrados electores.