Rumbo a los Panamericanos

Rézola, finalista en el Mundial

El canotista santafesino, en dupla con Miguel Correa, se lucieron en Hungría y ahora apuestan a Guadalajara como pasaporte para los Juegos Olímpicos Londres 2012.

Luis Gudiño

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En su primer año en la categoría mayores, el santafesino Rubén Rézola, de 20 años, se convirtió en una importante carta de triunfo para el seleccionado nacional de canotaje, que apostó a su figura como integrante junto a Miguel Correa, rionegrino de 28 años, del K2 200 metros en el Mundial de la especialidad en Szeged, Hungría.

Si bien la meta fundamental son los Juegos Panamericanos de México, para lo cual ya están clasificados, y además, Rubén también logró ese mérito en categoría K1, en el Mundial hicieron un excelente campeonato y llegaron a las finales, donde finalmente clasificaron novenos.

La experiencia

“Arranqué con todo luego de una lesión que sufrí este año y que me mantuvo alejado de las competencias varios meses. Junto al rionegrino Miguel Correa entrenamos pensando en el Mundial, fuimos todo el equipo argentino a España, entrenamos tres semanas y concentramos”, explicó Rézola, que ya ganó medallas en Panamericanos de canotaje y Juegos Odesur.

“Mejoré muchísimo en ese período, no teníamos el bote definido, tiramos y medimos todos. Hicimos los controles luego de esas tres semanas, solos, no unos contra otros. Cuando lo hice junto a Correa logramos un muy buen tiempo y quedó la pareja formada, pero nos hubiera gustado tener mucho más tiempo para entrenar los dos y conocernos más”, comentó.

La hora decisiva

“Fue mi primer campeonato Mundial en mayores, yo fui atrás y Miguel adelante”, destacó y comentó que “somos los dos fuertes, anduvimos fuerte”.

“Corrimos tres carreras eliminatorias, nueve botes en cada serie, entre ellos campeones mundiales, olímpicos, panamericanos, un gran nivel”, indicó Rubén.

“Mi sueño era clasificar para una final en un Mundial y lo logré. Despues de eso, la idea cambió y veíamos como cierta la chance de entrar a los Juegos Olímpicos, pero no era fácil. En la semifinal, éramos los únicos que no habíamos ganado nunca, nuestras primeras carreras juntos, lo que sabíamos era que teníamos buenos tiempos. Cuando quedamos segundos no lo podíamos creer, fue una gran alegría”, recordó el doble campeón panamericano juvenil.

“En la final nos tocó la cancha 7, con viento cruzado, pegaba bastante y eso nos perjudicó. No pudimos hacer nuestro mejor tiempo, no sentimos bien al bote como en la semifinal y quedamos afuera de los 6 que clasificaron a los Juegos Olímpicos, lo que hubiera sido increíble”, comentó.

“Llegamos todos juntos, perdimos por muy estrecha diferencia, pero eso nos da la pauta de que podemos lograrlo en los Panamericanos, aunque tendremos que enfrentar a Canadá (quintos del Mundo), Estados Unidos, Cuba y Brasil, todos rivales durísimos”, acotó.

Panamericanos

“Descansamos una semana y volvimos a darle duro a los entrenamientos. En Tigre haremos los trabajos especificos con vista a Guadalajara, donde lucharemos por la única plaza de América que queda en K2”, dijo Rézola.

“También está la posibilidad de que yo corra en K1 200 metros, para lo que ya estoy clasificado, con lo que tendría dos posibilidades para luchar con vistas a Londres”, destacó Rubén.

Los argentinos

“El canotaje argentino está creciendo mucho, nos tienen muy en cuenta y por ejemplo, el K4 1000 metros, clasificaron para una final B en el Mundial”, enfatizó y comentó “hay que seguir trabajando, compitiendo con los mejores, sumando experiencia, trabajando en conjunto”.

“Hay muchos jóvenes en ascenso que pueden ir reemplazando a los más experimentados. Yo fui el más chico de las finales del Mundo, Javier Correa, presidente de la Federación Argentina, me felicitó y me alentó mucho, lo que es un orgullo”, dijo el santafesino.

Finalmente, Rubén agradeció a la gente que lo ayudó siempre: su familia, Reserva Granadero Baigorria, Club Marinas, El Quillá, Mutual Maestra y a la Secretaría de Deportes de la Provincia.