¿Se viene otro aumento del boleto?

La baja en los subsidios al transporte inquieta a empresarios y autoridades

Desde hace cuatro meses reciben en promedio un 30 % menos de subsidios, que hasta ahora absorben las empresas. “Es necesario un reajuste de la tarifa”, piden desde el sector. Barletta y Lifschitz trataron el tema en una reunión.

 

Lía Masjoan

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Los empresarios del transporte urbano por colectivos están preocupados por el incremento de los costos que vienen afrontando desde el mes de mayo, cuando la Subsecretaría de Transporte de la Nación redujo el pago de subsidios al gasoil. Y el coletazo llegó al Palacio de calle Salta, donde los funcionarios ya escuchan pedidos insistentes de aumento de boleto, aunque no de manera formal.

Ahora ya no reciben el gasoil subsidiado sino dinero en efectivo de acuerdo con los litros publicados por la Comisión Nacional de Regulación de Transporte (CNRT), que toma como referencia un valor indicativo de $ 2,40 por litro determinado por la Secretaría de Comercio. Así, cuando antes el gasoil representaba un gasto ínfimo en los costos operativos totales de las empresas, en la actualidad “es el más importante”, reconocieron desde el sector. En porcentajes, los que llevan adelante el negocio dicen que dejaron de recibir entre un 30 y un 35 % de subsidios que están afrontando con recursos propios desde hace cuatro meses.

La situación se repite en muchos otros municipios del interior del país. La semana pasada el intendente Barletta se reunió con su par rosarino, Miguel Lifchitz y, precisamente, la principal preocupación que compartieron fue el malestar que existe en el sector empresario por este tema.

“Es necesario un reajuste de tarifa porque antes lo que el usuario no pagaba, lo pagaba el Estado”, dijo Roberto Albisu, gerente de Ersa Santa Fe, en diálogo con El Litoral. A su cargo tiene las líneas 1, 3, 9, 9 C y 15 y, mientras prepara un nuevo estudio de costos que evidencie el impacto en las ganancias, evalúa como opción una medida intermedia: que la Municipalidad absorba lo que Nación dejó de girar. Esto parece imposible para las arcas municipales: en esa reunión, los intendentes plantearon también las dificultades que se generan en sus administraciones debido a los procesos inflacionarios que atraviesa el país y a las obligaciones a cumplir -como la actualización de salarios-, cuando las tasas se mantienen congeladas desde mediados de 2008, en el caso de Santa Fe.

Antecedentes

Junio fue el primer mes en que los usuarios de transporte de gran parte del país sintieron el cimbronazo de la medida que adoptó el gobierno nacional. En Santa Fe, los colectivos redujeron sus frecuencias obligando a los pasajeros a padecer esperas más largas. Ese mes, la ciudad recibió de la Nación 400 mil pesos, lo cual compensó en parte el cupo de combustible.

En la actualidad, el depósito de los subsidios se concreta en forma semanal y los empresarios coinciden en que, aunque es insuficiente, “llega en tiempo”, lo cual no cercena la posibilidad de que en los próximos meses comience a discutirse un nuevo aumento de la tarifa

Disparador

Ahora, en lugar de proveer a las empresas el combustible, el Estado nacional les entrega directamente el efectivo para su compra. Desde el sector, advierten que se toma como referencia un valor indicativo del gasoil que no se ajusta al precio real que deben pagar.


Última suba

El 6 de febrero de este año se produjo el último aumento del boleto del Transporte Urbano de Pasajeros: subió de $ 2 a $ 2,30. La redeterminación se fundamentó en un estudio de costos elaborado por la Subsecretaría de Transporte del municipio. Desde entonces, el boleto frecuente (que se abona con tarjeta) cuesta $ 2,05 y la tarifa plana $ 2,30. En tanto, el boleto centro vale $ 1,60; el escolar $ 0,90; la tarifa para jubilados $ 1,15; estudiantil (tanto para terciarios como para universitarios) $ 1,40 y el seguro $ 0,40.