SALUD

Cardiopatías congénitas: la detección prenatal es clave

Las malformaciones del corazón no detectadas constituyen una de las principales causas de muerte neonatal. Por ello, veinte médicos obstetras de Santa Fe se capacitaron en la detección precoz de estas anomalías, lo que es fundamental para la vida del niño.

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Entrenamiento. La jornada se llevó a cabo en la sede de la Cámara de Comercio Exterior, entidad que apadrina a la Fundación Por el Corazón de los Niños.

Foto: Guillermo Di Salvatore

Mónica Ritacca

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El jefe de Cardiología Infantil del hospital Italiano de Buenos Aires y director de la carrera de Especialistas en Cardiología Infantil de la UBA, Pablo Marantz, visitó Santa Fe en el marco de una jornada de capacitación destinada a médicos obstetras especialistas en imágenes. El evento fue organizado por la Fundación por el Corazón de los Niños de Santa Fe, en coordinación con el Ministerio de Salud de la provincia. También disertó Esteban Vázquez, cardiólogo del hospital de Niños Sor María Ludovica de La Plata.

En diálogo con El Litoral, Marantz se mostró agradecido por la invitación que recibió por parte de los padres que integran la fundación de venir a la ciudad a disertar sobre un tema que lo ocupa hace tiempo en el lugar donde reside: la detección prenatal de las cardiopatías congénitas. Señaló que se trata de un diagnóstico que muchas veces pasa desapercibido, y ello a causa de la falta de entrenamiento por parte de médicos obstetras especialistas en imágenes en visualizar el corazón de un bebé que se está gestando en la panza de su mamá.

“La detección prenatal de una cardiopatía congénita es muy importante porque va a contribuir al pronóstico de vida del paciente, y, algo no menor para el sistema de salud a nivel nacional, va a disminuir los costos y los tiempos de internación. Cuando uno hace el diagnóstico tempranamente, concretamente durante la vida fetal del bebé, se puede programar el nacimiento en un lugar que cuente con las condiciones y facilidades cardiovasculares adecuadas para tratarlo”, explicó Pablo Marantz. Y agregó: “Cuando un bebé sale de la panza de la madre se producen cambios circulatorios. Durante el período de gestación, la circulación de ese bebé es fetal, pero cuando nace pasa a ser neonatal. Ambas circulaciones de sangre son completamente diferentes, por lo que generalmente es a partir del nacimiento cuando los niños con una cardiopatía congénita comienzan a tener problemas. Si un obstetra lo puede sospechar y derivar a un cardiólogo infantil especialista en ecocardiografía fetal se logrará un diagnóstico precoz, permitiendo el nacimiento del niño en un centro de salud adecuado y el mejor de los traslados que es el vientre materno”.

Las estadísticas a nivel mundial sobre el diagnóstico prenatal de las cardiopatías congénitas “son buenas”, para el cardiólogo infantil que disertó en Santa Fe llegan hasta un 40 %, lo que representa a una gran cantidad de niños con posibilidades de sobrevida. También dijo que ascenderán en la medida en que haya más ecografistas obstétricos entrenados.

“Con este tipo de capacitaciones, buscamos que los ecografistas obstétricos se entrenen en hacer otros cortes de imágenes del corazón, como hacemos los cardiólogos infantiles. Ello es fundamental para, en principio, sospechar una cardiopatía congénita y luego actuar en consecuencia. Ocurre que en la actualidad, fijan su interés en cómo late el corazón y no tanto en observar si tiene alguna malformación”, manifestó Marantz en la entrevista con El Litoral.

Ramiro Puyol integra la Fundación por el Corazón de los Niños, que nació en Santa Fe por iniciativa de un grupo de padres y amigos de niños y adolescentes con cardiopatías congénitas.

Por su parte, remarcó la importancia de la capacitación a cargo de Pablo Marantz ya que su realización era uno de los objetivos propuestos. Dijo que “el diagnóstico prenatal de una cardiopatía congénita en un niño que no reside cerca de un centro de alta complejidad, como Capital Federal, es fundamental”.

Por último, los miembros de la fundación remarcaron la necesidad de contar con una ley de ecocardiografía fetal, el estudio que garantiza la detección de las cardiopatías congénitas y que en la actualidad a veces se pide ante una situación de riesgo o antecedente familiar directo. Aseguraron que “ahora vamos por la ley de ecocardiografía fetal, lo que le permitirá a todas las embarazadas entre las 18 y las 28 semanas, presenten o no condiciones de riesgo, realizarse este estudio como práctica rutinaria de control”.

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Nora Redondo, directora de Maternidad e Infancia de la provincia de Santa Fe, refirió a El Litoral que el contacto con el jefe de Cardiología Infantil del hospital Italiano de Buenos Aires será permanente a los fines de favorecer la detección prenatal de las cardiopatías congénitas. También dijo que se harán teleconferencias para que los médicos obstetras especialistas en imágenes y ecografistas obstétricos de otras localidades de la provincia tengan acceso a la capacitación.

 
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Objetivo. “Con este tipo de capacitaciones, buscamos que los ecografistas obstétricos se entrenen en hacer otros cortes de imágenes del corazón”, remarcó el Dr. Pablo Marantz. Foto: Guillermo Di Salvatore

¿Qué son?

Las cardiopatías congénitas son lesiones anatómicas de una o varias de las cuatro cámaras cardíacas, de los tabiques que las separan, o de las válvulas o tractos de salida (zonas ventriculares por donde sale la sangre del corazón). Son las anomalías más frecuentes que hay dentro de las malformaciones en general y, de no detectarse, la principal causa de muerte por anomalías congénitas de un feto o un recién nacido. La gran mayoría tiene un tratamiento final quirúrgico, ya sea corrector o paliativo. Del total de recién nacidos con cardiopatías congénitas, al menos dos tercios requieren cirugía. El otro tercio está constituido por cardiopatías menores que en general no requieren tratamiento o que pueden ser corregidas con cateterismo intervencional.

95

por ciento

de los nacidos con una cardiopatía congénita alcanza la vida adulta. A ese porcentaje de sobrevida contribuye el diagnóstico prenatal.

ESPECIAL PARA EL LITORAL

OTRA MIRADA

Diagnosticar a tiempo

Mónica Patiño (*)

Enterarse tras un control prenatal que un niño en gestación ya tiene su corazón con anomalías es una noticia no esperada, ingrata y que tira por tierra ilusiones abriendo paso al temor, la frustración y la incertidumbre para los padres. Sin embargo, aun así es mejor conocer antes esta delicada afección que enterarse recién después del parto, cuando en algunos casos el lugar del nacimiento es decisivo y hace a la diferencia entre la vida y la muerte. Estas anomalías cardíacas son preocupantes, pues constituyen la principal causa de muerte neonatal precoz junto a la prematurez y muerte súbita.

El hallazgo precoz de estas anomalías cardíacas en los controles ecográficos de la embarazada es necesario, porque fundamentalmente permite informar a los padres de esta malformación, de modo que se preparen en lo emocional y en lo logístico para recibir a un hijo con esas condiciones.También permitirá, de ser necesario, derivar el parto a un centro hospitalario con la infraestructura y el personal adecuado para el monitoreo y eventual operación del recién nacido.

Desde la fundación, aconsejamos a todas las embarazadas que cuando se realicen una ecografía de rutina pidan que se mire con detenimiento el corazón del bebé y de ser posible se hagan una ecocardiografía fetal, ya que dicho estudio en manos especializadas alcanza una certeza de alrededor del 90 %.

* Fundación Por el Corazón de los Niños.