Víctima adolescente

Raptada y abandonada al norte de Blas Parera

Empleadas y propietario de un bar céntrico de nuestra ciudad socorrieron a una menor que era buscada por su familia en Santo Tomé.

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El bar donde fue auxiliada la menor desaparecida cuando se hallaba desorientada y confundida. Foto: Mauricio Garín

José Luis Pagés

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Ayer a la mañana, una empleada del bar Japo -calle Suipacha 2345- se acercó a una jovencita que en la vereda del negocio permanecía desde hora temprana en actitud vacilante.

Florencia, quien se dirigió a la desconocida, dijo que al notar que estaba desorientada y muy asustada -no respondía a sus primeras preguntas-, le ofreció un abrigo y una taza de café.

La muchacha que atendía el bar hizo pasar a la menor y la invitó a sentarse a una de las mesas. “Le di un café con leche y medias lunas”. Luego cuando la desconocida pareció reanimarse, la empleada le ofreció pasar al baño.

Hasta ese momento la menor no había conseguido comunicarse con Florencia más que con evasivas y palabras confusas, pero había repetido un nombre de mujer, tenía un celular con ella, pero el teléfono no tenía batería.

La empleada tomó nota de ese nombre y cuando llegó Jorge, el propietario del bar, le refirió la historia de esa chica que ahora estaba en el baño, entonces decidieron colocar al aparato una batería nueva y entonces ese nombre apareció en la memoria.

La chica reapareció en el lugar y entonces “algo dijo de dos hombres, una camioneta y la avenida Blas Parera, donde fue abandonada”. Luego confió a Florencia que le dolían las piernas, quien observó que tenía manchas sangre y moretones.

Eso ocurrió cuando Jorge consiguió establecer comunicación con el padre de la chica -se supo después que el nombre que ella repetía era el de su hermana- y el hombre se sacudió con la noticia.

“Dónde está -quiso saber el padre-. No la deje ir, por favor. En pocos minutos estamos ahí”, le rogó ese hombre que por esos momentos precisamente estaba buscando a su hija adolescente, desaparecida días atrás, con el jefe de la comisaría 12 de Santo Tomé.

“La chica reaccionó recién cuando el padre entró al bar, entonces los dos se abrazaron y lloraron un largo rato”, recordó Jorge quien por otro lado había dado cuenta de la presencia de la chica a la Seccional 1ra., “porque en realidad uno nunca sabe qué esperar de situaciones como ésta”.

Luego la menor, su padre y el comisario de Santo Tomé partieron de El Japo y posiblemente se dirigieron a la División Judicial. Esta mañana pudimos saber que la adolescente habría sido examinada en el hospital público y en el Juzgado de Instrucción de 6a. Nominación, a cargo del Dr. Sergio Carraro, quedó asentada una denuncia por violación.