Afganistán

Luto por asesinato de ex presidente

De la Redacción de El Litoral

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EFE

Kabul amaneció hoy en un ambiente de pesar y consternación por el asesinato ayer del ex presidente Burhanudín Rabbani, que la policía afgana ha atribuido a los talibanes aunque los insurgentes niegan su implicación en el magnicidio.

Cientos de personas se congregaron desde primeras horas de la mañana en señal de duelo ante la casa del fallecido, que ejercía de mediador con los talibanes y cuya desaparición en un ataque suicida corta las alas a los esfuerzos de reconciliación en el país.

A primera hora de la tarde ningún grupo se había responsabilizado del atentado, que también segó la vida de otras cuatro personas y del que las autoridades afganas, que han declarado tres días de luto, han culpado al liderazgo talibán, en suelo paquistaní.

“El asesino, Esmatulá, fue enviado por la ‘shura’ (consejo) de Quetta” dijo el jefe de la brigada criminal de Kabul, Mohamed Zahir, en alusión al órgano de dirección de los insurgentes, que se encuentra establecido en esa ciudad paquistaní cercana a Afganistán. Zahir, que explicó que el asesino concertó una reunión con Rabbani con el pretexto de que llevaba un “mensaje muy importante de la ‘shura’.

Agregó que el asesino contactó para ello con un antiguo ministro talibán, Rahmatulá Wahidyar, que era en la actualidad miembro del Consejo de Paz, que dirigía el asesinado. Ambos se presentaron así ante Rabbani en su residencia, junto al “número dos” del Consejo de Paz, Stanikzai Masum.

“Rabbani acababa de volver de Dubai y comentaba que estaba cansado, pero el suicida afirmó que el mensaje era muy importante ya que podría tener un efecto positivo para el Consejo de Paz, y debía entregárselo en persona”, afirmó Zahir.

Según el responsable policial, nadie en la casa de Rabbani registró al insurgente talibán, como signo de respeto y buena voluntad del Consejo de Paz, y Esmatulá activó la carga explosiva que llevaba en su turbante al acercarse a saludar al expresidente.