Marcos Maidana, tan contundente en las palabras como arriba del ring

“El pobre Petrov se llevó todo el trabajo que hice para Guerrero”

El “Chino” habló con El Litoral después del triunfo ante el retador ruso. Confirmó sus adelantos técnicos y espera defender su corona en diciembre: “Morales, Guerrero o Kahn, estoy preparado para cualquiera”.

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¡Basta por favor!, parece decir el retador ruso Petr Petrov, rindiéndose ante la potencia de los puños del “Chino” Maidana. Así se definió la pelea, nocaut en el cuarto round. Foto: DyN

Alberto Sánchez

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Minutos después de haber defendido por primera vez y de manera exitosa (gracias al nocaut decretado en los instantes finales del cuarto round) su título ecuménico superligero de la AMB (Asociación Mundial de Boxeo) el viernes por la noche en el estadio cubierto de la Sociedad Alemana de Gimnasia, ubicado en la localidad bonaerense de Villa Ballester, el santafesino Marcos René Maidana mantuvo una charla exclusiva con el enviado de El Litoral en el vestuario ganador.

Ante muchísimos colaboradores y allegados, el “Chino” recordó detalladamente el momento en el cual definió el pleito ante el retador ruso, Petr Petrov: “La primera caída fue por un golpe arriba, y después encontré justo el lugar para golpearlo abajo, ahí fue donde cayó por segunda vez y no se recuperó. Pero la pelea empezó a definirse cuando le encontré la distancia, en el round anterior”.

—Petrov y su rincón se quejaron porque creyeron que podía seguir peleando, ¿crees que tenían razón?

—Yo creo que la pelea estuvo bien parada, porque la verdad es que yo estaba diez puntos y él ya no podía remontarla. Me pareció bien lo que hizo el árbitro, decretó el nocaut para que yo no siga golpeándolo.

—¿Qué pensás del ruso?

—Petrov quería boxear, quería meterse en la corta distancia, y se movía mucho, es un buen boxeador, vino a ganar y a poner todo lo que tiene, pero no aguantó la fuerza de mis puños. Lo que pasa es que no tiene peleas con boxeadores de nivel, y eso se nota, por eso yo sabía que iba a ganar sí o sí.

—¿Cuándo te diste cuenta que la pelea ya era tuya?

—Cuando le pude meter un par de golpes al hígado, ahí me di cuenta que los sentía, y Rudy (Pérez) y “Maravilla” (Rodríguez) también se dieron cuenta, por eso me pedían desde el rincón que siga pegando abajo, y tenían razón, porque al final la pelea se definió así.

—Se te vio un poco más técnico, ¿puede ser?

—Sí, ahora estoy pegando los golpes con más justeza, y además tengo más paciencia, tratando de meter los golpes en lugares en los cuales hacen más daño. Trato de pararme y sacar las manos cada vez mejor, y no irme atolondrado a buscar a mi rival. Ahora cada vez que la pelea va pasando me voy tranquilizando, esa es otra cosa que corregí, porque sé que entro ansioso, pero cuando los rounds van pasando, voy tomando confianza y viendo cómo puedo hacer daño, por eso se me vio un poco mejor.

—¿Y qué crees que te falta?

—Sé que tengo que corregir algunas cosas, pero de eso se encargará Rudy, mi entrenador, lo que él me diga lo voy a hacer.

—¿Sabés lo que será de tu futuro?

—Ahora voy a descansar un par de semanas, y si me sale la oportunidad de pelear en diciembre, como se está hablando, seguramente volveré al gimnasio. Si no peleo antes de fin de año, seguro será en enero o febrero.

—¿Contra Guerrero, le darás la revancha a Morales, o se la pedirás a Kahn?

—No lo sé todavía. Y no es que le tenga más ganas a ano que a otro, lo que digo es que estoy preparado para enfrentar a cualquiera de ellos, a Guerrero, a Morales o a Kahn.

—Por ahí se habló de que quizás subas de peso para enfrentar a otro rival, ¿puede ser?

—Siempre aparece algún rival de una categoría superior que me quiere enfrentar, yo estoy dispuesto a subir un par de kilos, pero tiene que ser un boxeador importante, si no es así, no vale la pena.

—Volviendo a lo boxístico, te habías preparado para enfrentar a Guerrero, un boxeador mejor dotado que Petrov, ¿esa es otra razón por la cual se te notó mucho mejor?

—Por supuesto. El secreto no es otro que los cuatro meses que estuvimos entrenando para la pelea con Guerrero, dos meses en Puerto Rico y dos meses acá. Aparte de estar muy bien físicamente, tuve mucho tiempo como para corregir y mejorar mi boxeo, el pobre Petrov se llevó todo el trabajo que hice para guerrero (risas).

—La última “Chino”, ¿te diste un pequeño gusto personal al pelear en Villa Ballester?

—Sí. Gracias a Dios tuve la oportunidad de pelear en Villa Ballester, y por supuesto la satisfacción de salir victorioso, para darle una alegría a la gente de acá, que son vecinos y amigos desde hace algunos años.

—Perdón, ¿para cuándo en Colón?

—Me gustaría mucho pelear en Colón, solamente hay que esperar un poco más, pero seguramente se va a dar, ojalá sea pronto.


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Para Rudy Pérez, el “Chino” puede dar mucho más.

Foto: Ramón Cairo-El Litoral