Mañana, en La Llave Pub

Nuevos sonidos en el cambio de estación

Ignacio Andrés Amarillo

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Mañana a partir de las 22 se dará cita en La Llave Pub (Boulevard Gálvez 1475) la banda santafesina de rock fusión Infusión Kamachui presentará su nuevo material, “Equinoccio I”. Los interesados podrán adquirirlo a $20 y habrá descuentos (consultar el Facebook de la banda). Badú completará la noche como banda invitada antes de su gira por Colombia.

Las anticipadas a $15 se consiguen en Point (25 de Mayo esquina. Obispo Gelabert) o a [email protected] o [email protected].

Procesos

El Litoral se contactó con Esteban Lagger (guitarra y coros) para saber más sobre el show y el disco de la formación que completan Pablo “Pif” Ferreira (voz), Iván Wolkovicz (bajo) y Luciano Dato (batería).

—Anticiparon el disco hace un año, en Luz y Fuerza. ¿Qué pasó en el interín?

—En ese lapso de tiempo se terminó de gestar todo lo correspondiente a la salida física del disco. La música ya venía masticada, ensayada. Había un estado de ebullición que necesitó destaparse anticipando el material nuevo con nuestro público.

En el mientras tanto se definían todos los detalles de mastering, gráfica, edición, etc.

—Una de las cosas fue la salida de Juan Osella de la banda, quien participó de la gestación del material. ¿Cómo se dio eso?

—Juan Osella participó absolutamente de todo el proceso creativo del disco. No sólo como tecladista, sino como otra arista compositiva. Influyó enormemente en lo conceptual y lo lírico, como cada integrante de Infusión Kamachui.

A principios de este año decidió alejarse para dedicarse a otros proyectos y nuestras relaciones con él son excelentes.

Conceptos

—¿Por qué eligieron “Al caer” como primer corte? Es bastante electro, un poco raro para IK, y además no lo han tocado mucho antes.

—Desde lo letrístico expresa muy bien el camino del disco... Desde lo musical incorpora esa sugerencia tecno, pero mantiene la sonoridad oscura y densa clave en “Equinoccio I”.

Como bien decís, es nuevo en la lista de temas y eso deja pie para aclarar que es, como prácticamente todo lo que escucharán, una creación hecha desde cero para el disco, lo que le da un peso representativo, al menos en nosotros. De ahí su elección como primer corte del material.

—Hablan de una “construcción conceptual en la composición” y de “un viaje introspectivo a través de la pérdida, la privación y el rescate”. ¿Cómo se traduce esto en el disco?

—Se traduce en que todo el material letrístico y musical apunta a recrear distintos estadios sensoriales y mentales. Las texturas instrumentales cambiantes, el uso de la repetición excesiva o incluso de la libre improvisación; lo onírico, los interlocutores cambiantes o lo claramente violento aparece y se entrecruza para intentar crear ese viaje del que hablás.

—¿Qué se va a ver en el “Equinoccio II”? ¿Para cuándo se prevé su salida?

—Los equinoccios señalan en la tierra cambios estacionales, que se resignifican incansablemente en tanto también son cambios es los modos de vivir de las personas. Esta influencia se puede apreciar claramente en lugares de condiciones climáticas extremas.

La línea que traza “Equinoccio” tiene que ver con el cambio, la crisis. Si “Equinoccio I” representa la caída, “Equinoccio II” trae el intento de despegar, de tomar los retazos y transformarse en roble.

Ambos discos fueron compuestos y grabados a la par y, si bien “Equinoccio II” se encuentra terminado, su lanzamiento se prevé para comienzos de 2012.

Gestación

—¿Qué surgió primero: la idea de separar el material en dos o la separación conceptual entre las partes?

—Primero surgió lo conceptual, que luego dejó abierta la decisión de entregar el todo en dos partes separadas física y temporalmente.

—Si bien la experimentación sonora siempre fue una clave de la banda, los temas nuevos abren puertas para otros lados, es más “sin red”. ¿Cómo viven esto?

—Se vive de manera natural. Ha sido una pauta de trabajo para el grupo no ponerse un límite sonoro. Eso no significa que sabemos e interpretamos todo, sino todo lo contrario, significa que no sabemos nada y que en la necesidad de explorar, aprender y/o crear hay una intención de superarse para seguir creando nueva música.

—En broma a veces decimos que Infusión Kamachui es “una banda para los que les gusta mucho la música”. ¿Qué hay de cierto en esto?

—Diría que bastante... La propuesta de Infusión Kamachui es muy heterogénea, ecléctica a primera impresión.

Eso suele ser chocante para alguien que espera algo dentro de parámetros muy claros, pero tampoco es una banda hecha para músicos o melómanos especialistas.

Hacemos las cosas a nuestra manera y resulta una banda de rock con características particulares... una banda de rock fusión manierista (risas).

Creación

—Ustedes mismos hicieron muchas cosas del proceso, incluyendo la gráfica. ¿IK es una unidad autogestiva integral?

—Por el momento Infusión Kamachui es una banda independiente. Eso quiere decir que todo lo que se hace bajo ese nombre pasa por nosotros y todas las grandes personas que trabajan en este proyecto, pero que no se ven sobre el escenario.

—¿Para dónde va la apuesta visual? En lo que respecta a proyecciones, vestuario, escenografía, abejitas...

—Hay ideas de probar algo mas teatral, por decirlo de alguna manera, más intenso desde lo que sucede en el escenario sumado a la música y a las proyecciones. Para eso vamos a esperar a realizar esta presentación en algún lugar con características estructurales mas idóneas.

—¿Qué se viene para el futuro?

—Seguiremos moviendo este material. Estamos convencidos de que vale la pena mostrarlo y ver adónde nos lleva, no hay un límite puesto todavía.

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