Nuevos libros

Al rescate de los cuentos y leyendas populares

Dolores Pruneda Paz

Télam

Los libros, ilustrados y coproducidos por editorial Continente y la asociación La Nube, forman la colección “Cuentan que cuentan’’, que recopila leyendas y mitos originarios de América así como cuentos populares inspirados en el imaginario europeo pero tamizados por la idiosincrasia local.

“Las fábulas son relatos muy antiguos que tienen una intención educativa, y ‘Las Nuevas fábulas argentinas’ de Godofredo Daireaux copian el formato de las historias narradas por Samaniego, Esopo o Iriarte pero con una particularidad: su autor las trasladó a La Pampa donde vivió por años’’, dice Nerio Tello, codirector de la colección.

Los animales, protagonistas de casi todas las fábulas tradicionales, son en este caso animales de nuestro país y el lenguaje de los personajes corresponde a la gente de campo, pero ‘aggiornado‘ a los tiempos que corren.

Así, Daireaux da voz a ratas, ovejas, venados y hurones en ‘Caridad’ o a gavilanes, pumas, cimarrones, chanchos y ovejas en la irónica ‘Cambio de política’, una metáfora de las posiciones de centro, derecha e izquierda en un gobierno caracterizada a partir de carnívoros y herbívoros.

“Daireaux es extranjero poco conocido y editado en el país que se enamoró de las costumbres pampeanas y, hasta donde conocemos, el único autor que intentó trasladar el formato clásico de la fábula a un escenario argentino’’, reseña Tello.

Aunque su paso por Buenos Aires no fue desapercibido, en la provincia hay escuelas y un partido con el nombre de este francés nacido en París 1839, que desde los 30 años hasta su muerte, en 1916, vivió en el país. Ahí escribió sus “Fábulas Argentinas”, presentadas en dos tomos dentro de la colección que también presentó como novedad en el porteño Centro de Exposiciones de Figueroa Alcorta y Pueyrredón los “Cuentos de pícaros”.

LOS PÍCAROS

Los pícaros son personajes singulares: chistosos y dados a gastar bromas a veces pesadas o a sacar provecho de ciertas situaciones son parte de la tradición popular americana.

“En todo grupo hay uno -asegura Tello-. Puede ser el Pedro Urdemales de las narraciones rurales o el Isidoro Cañones de los relatos urbanos, los ‘avivatos’ o los ‘tíos’ del norte de Sudamérica’’.

Para Tello, la importancia de estos relatos, recuperados del boca en boca, es que transmiten los conocimientos, costumbres, lenguaje y particularidades de una comunidad, ya que “la tradición, que es estática, y la cultura, que es la tradición puesta en acto ante nuevos escenarios, se alimentan de ellos’’.

Ocurre que “esa transmisión constructora de identidad, ese diálogo generacional, muchas veces se fractura en las sociedades modernas por la falta de tiempo, falta de abuelos, la televisión, los juegos electrónicos y la sobre escolarización’’, sostiene.

Por otra parte, el criterio de elección de ilustradores para estos textos “es variado y a veces, hasta accidental’’, confía Tello.

“Manuel Purdía se nos presentó como un ilustrador de gran habilidad para humanizar animales con gracia y humor en las ‘Nuevas Fábulas...’; y Rodolfo Fucile tiene gran ductilidad en su trazo satírico y la expresividad de los dibujos que se ven en ‘Cuentos...’, resume.

Casi todas las historias fueron publicadas en otras épocas, pero las reformularon argumental y lingüísticamente “para hacerlas más familiares al niño y joven de este tiempo; manteniendo el halo mágico de textos cuyas imágenes transportan a tiempos míticos, extraños y reconocibles a la vez’’, concluye.

La nube es una asociación civil dedicada a la infancia y la cultura que desde sus inicios en 1976 como librería especializada, se propuso “ser un centro de documentación destinado a reunir, preservar y difundir todo lo que se ha producido y se produce en la cultura de la infancia’’, se lee al final de estos libros.

Con un patrimonio de más de 60 mil documentos -revistas, fotografías, videos, material icono y museográfico, juegos y juguetes- su sede porteña de Jorge Newery 3537 puede visitarse para conocer el centro de investigación, el espacio experimental de lectura, los espectáculos o las visitas guiadas para niños.

Los interesados en hallar más información pueden ingresar a www.asociacion-lanube.org.ar.

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“Las nuevas fábulas argentinas” de Godofredo Daireaux copian el formato de las historias narradas por Samaniego, Esopo o Iriarte pero con una particularidad: su autor las trasladó a La Pampa. Foto: TÉLAM