Se transmite por el mosquito

Buscan un nuevo parásito canino en Santa Fe

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Investigadores de la UNL no descartan la presencia de un gusano habitual en zonas tropicales que puede parasitar a los canes. Foto: Archivo El Litoral

(C) Fernando López - Comunicación científica UNL - El Litoral

El clima, los cursos de agua y los mosquitos de la región son el contexto ideal para el desarrollo de un parásito que puede ocasionar problemas de salud en perros. Ante la sospecha, investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) realizan un sondeo en la zona.

Según la médica veterinaria María Florencia Bono Battistoni, de la Facultad de Ciencias Veterinarias (FCV), su equipo examinó hasta ahora muestras de sangre de más de 200 animales de Santa Fe, Esperanza, Rafaela y Recreo, pero hasta el momento no encontraron casos de Dirofilaria immitis, tal como se llama el gusano.

“Sondeamos en 2009, 2010 y a principios de este año, sin resultados positivos. Sin embargo, no descartamos la presencia del parásito. Nos queda todo este año para saberlo. La toma de muestras se hacen en los meses de más calor, de diciembre a marzo, cuando el mosquito que los transporta es más activo”, aseveró.

La razón por la cual creen que podría estar en la provincia es que el parásito es habitual de zonas tropicales y subtropicales con presencia de afluentes donde se pueden reproducir variedades de mosquitos Aedes, Cules y Anopheles, insectos que son hospedadores intermediarios.

Pulmones y corazón

Bono Battistoni explicó que Dirofilaria immitis es el nombre científico de un gusano redondo, cuyos adultos machos y hembras se ubican en la arteria pulmonar y en la aurícula y ventrículo derecho del animal infectado. Una vez que esos adultos copulan, la hembra pare larvas que circulan por el torrente sanguíneo, hasta que el mosquito al picar ingiere la sangre con las larvas de primer estadío. En el insecto evolucionan hasta el tercer estadío y cuando el mosquito ingiere sangre sobre otro animal las inocula produciendo el contagio. Así continúa el ciclo.

“Si bien la infección puede ser asintomática, algunos de los síntomas que pueden presentar los perros son tos crónica, disnea, ascitis, pérdida del estado físico e intolerancia al ejercicio. Puede provocar una enfermedad tromboembólica, que es una de las patologías más severas que puede padecer el perro. También puede producir acción tóxica, porque los parásitos se nutren y eliminan desechos, como cualquier ser vivo, pero lo hacen en la sangre”, relató la especialista.

Este parásito también puede afectar al hombre, aunque en Argentina se han diagnosticado muy pocos casos. Al igual que en los animales, en humanos es transmitido por mosquitos y puede producir cuadros pulmonares y cutáneos. El parásito no llega al estadio adulto, generalmente no produce síntomas y se diagnóstica de manera accidental en exámenes de rutina.

Prevención

De acuerdo con los veterinarios, el parásito ya fue encontrado en la provincia de Buenos Aires, en sitios ribereños como San Fernando y Tigre. Mientras tanto, en Santa Fe aún se desconoce si está ausente o bien no está siendo diagnosticado por los especialistas. “Este es el lugar ideal para que habite”, aseguró Bono Battistoni.

A la vez comentó que la atención se debe poner sobre todo en animales que frecuentan zonas con cursos de aguas. “La prevención pasa básicamente por combatir los mosquitos, porque sin ese insecto el parásito no puede completar su ciclo. Hay que poner telas mosquiteras en las aberturas, tratar de que los perros no duerman afuera, sobre todo en épocas de más calor y ponerles collares con acción repelente”, culminó.