Declaraciones del dueño del local

Caso Marita Verón: “La policía todos los meses me habilitaba la whiskería”

El titular de Las Vampiras, donde se realizan excavaciones para determinar si allí se encuentra el cadáver de María de los Ángeles Verón y de otras mujeres, reconoció que la policía le firmaba la habilitación para funcionar.

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Marita Verón con su pequeña hija hace varios años. Las tareas se multiplican para encontrar el cadáver. Foto: Archivo

DyN

Alejandro Pérez, dueño de la whiskería cordobesa Las Vampiras, en cuyas inmediaciones son buscados restos que podrían pertenecer a la joven desaparecida Marita Verón, afirmó que la policía le firmaba “todos los meses la habilitación” para funcionar.

En una entrevista publicada hoy por el diario La Voz del Interior, Pérez, de 38 años, dijo que en la época en la que se presume que pudo haber ocurrido un homicidio en la zona con una presunta trabajadora del lugar, el local estaba alquilado “a otra persona”.

Alejandro Pérez, de 38 años, es junto a su padre, Jerónimo Pérez (70), dueño del prostíbulo que funciona hace 20 años al costado de la ruta 19, a la altura del kilómetro 302, entre Monte Cristo y Piquillín. Allí, desde el martes, se buscan restos de una mujer que habría sido víctima de trata de personas y que, se presume, podrían pertenecer a Marita Verón, secuestrada en abril de 2002 tras salir de su casa en San Miguel de Tucumán rumbo al médico.

Al ser consultado por las fotocopias de los DNI de varias mujeres que había en el lugar, Pérez respondió: “Ese es mi librito, ahí tengo todos los datos de las chicas, porque la policía de Piquillín todos los meses me firmaba la habilitación”.

Atendida por sus propios dueños

Pérez recordó que su familia siempre alquiló la whiskería a terceros, hasta que hace pocos años decidió explotarla por su cuenta. Para la fecha en que se presume que pudo haber ocurrido el crimen, a fines de 2008, Pérez asegura que el encargado de la whiskería era Ricardo Martínez (60), a quien describió como una persona de mal carácter y que solía traer chicas desde Santiago del Estero para ser prostituidas allí.

“Entre 10 y 15 chicas de Santiago había acá. Estaban 15, 20 días y luego venían otras”, relató. En esa línea, remarcó que asumió el control del local en 2009 y que en noviembre de ese año fue detenido, luego de que en un control a un remís se comprobó que en esa whiskería era prostituida una chica santafesina de 15 años.

“Fui a Santa Fe y puse un aviso pidiendo mujeres. Esta chica adulteró el documento de su hermana mayor y vino a trabajar acá, por su cuenta. Era alta, gringa, desarrollada y yo no me di cuenta de que era menor”, contó Pérez, quien estuvo preso 10 meses hasta que la Justicia le dictó la falta de mérito.

La búsqueda de cadáveres de posibles víctimas de trata de personas, entre ellas Verón, continuó ayer, con la presencia de Susana Trimarco, madre de la joven tucumana. La búsqueda en la zona comenzó a raíz de un testimonio recogido por la Justicia de Santiago del Estero, según el cual Verón habría sido obligada a prostituirse aproximadamente en 2008 y que, en un intento de fuga, habría sido asesinada.