Valijas en Ezeiza

No sabían que había droga

Télam

Un tractorista y un auditor de la empresa Intercargo que fueron detenidos en el aeropuerto de Ezeiza con dos valijas con 40 kilos de cocaína admitieron que subieron el equipaje, pero dijeron desconocer que había droga en su interior.

Fuentes judiciales relataron que ambos empleados fueron indagados este viernes por el juez en lo Penal Económico Jorge Brugo, quien tras la audiencia resolvió que continúen detenidos y recibió un pedido de excarcelación que resolverá la semana próxima.

El tractorista Norberto Fabián Cueto y el coordinador Fabián Fontana declararon ante Brugo que vieron las valijas en el piso, cerca del avión, y por eso las subieron, cuando ante este tipo de situaciones lo habitual es llamar a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).

“Las explicaciones fueron burdas”, dijo un vocero con acceso a la causa y sostuvo que la declaración pareció haber sido acordada entre ambos imputados y resultó poco creíble porque son “personal experimentado”.

Las detenciones se registraron el 23 de septiembre último en el patio de valijas de la Terminal A del Aeropuerto Internacional de Ezeiza, y los investigadores aseguraron que al auditor apresado lo encontraron escondido debajo de un escritorio.

Cocaína en el auto

A ambos acusados también le secuestraron sus autos, un Peugeot 307 y un Volswagen Vento, dentro de los cuales se encontraron dinero en efectivo, documentación y restos de cocaína que fue olfateada por canes antinarcóticos.

En la indagatoria de ayer, ninguno supo dar una explicación acerca de ese hallazgo.

Según los investigadores, todo comenzó cuando empleados de seguridad de la empresa HAS observaron los movimientos sospechosos de los empleados ahora presos.

Esos vigiladores dieron aviso a la PSA y contaron que los empleados estaban manipulando el equipaje que subían a las bodegas de un avión de South African Airways con destino a Johanesburgo.

Cuando los efectivos de la PSA controlaron las valijas, descubrieron que había dos con las cintas de seguridad que no correspondían a ningún pasajero, por lo que pidieron una orden judicial para abrirlas.

Allí descubrieron siete paquetes envueltos en nylon negro y transparente que contenían cocaína.

Los empleados detenidos admitieron que cargaron el equipaje pero que ignoraban lo que llevaba adentro. El juez los dejó detenidos.