Perdió en un partido muy parejo...

No es para volverse locos

Unión volvió con una sensación amarga. Era un partido para, por lo menos, empatarlo. El equipo retrocedió y Arsenal aprovechó un error para ganarlo.

No es para volverse locos

De mayor a menor

Renzo Vera hizo un primer tiempo aceptable y empezó a tener algunos problemas por su sector en el complemento. Llegó con lo justo al partido por una molestia física. Estas dos semanas hasta jugar con All Boys le permitirán recuperarse. Foto: Télam

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Buenos Aires)

Es cierto que era para empatar. Pero también es cierto que hubo cuestiones que llevaron a Unión a perderlo. Primero, el infrecuente error de Bologna, que un minuto antes del segundo gol de Arsenal había realizado la mejor atajada de la noche (doble tapada estupenda). Pero en el tanto de Obolo saltó, dominó la pelota en el aire, se chocó con Avendaño, la perdió y el delantero de Arsenal capitalizó ese error para que el local gane por primera vez en su estadio en este torneo. Todo lo demás fue extremadamente parejo. Pudo tener un poco más la pelota Arsenal en el segundo tiempo, pero a Unión no le faltaron oportunidades. Era empate, pero se sabe que en el fútbol gana el que más goles hace, más acierta o menos se equivoca frente al arco rival. Y esta fue la única diferencia que sacó Arsenal.

Kudelka ha dicho varias veces que Unión es “un equipo en formación”. Posiblemente lo manifiesta porque, en su interior, reconoce que a este plantel lo puede potenciar con un cambio de esquema o con la aparición de algunos jugadores que él pensaba que podían ser titulares pero que el rendimiento y la actualidad no obligan a que los ponga. Sólo por eso se puede entender lo de “equipo en formación”, porque este Unión de Kudelka tiene un libreto e intérpretes que lo conocen sobradamente y así vienen jugando desde hace casi un año.

¿Qué es Unión?, un equipo que desdobla volantes para convertirlos en punteros cuando el equipo ataca (Montero y Velázquez), que tiene un jugador clave a la hora de manejar la pelota (Rosales), un delantero potente (Barrales) y que cuando dispone de la pelota intenta ser lo más vertical posible. Ayer agregó un detalle en el primer tiempo: cambiar permanentemente de frente para buscar las espaldas de Gerlo y Trombetta, los laterales de Arsenal. A eso, este plantel lo tiene bien libreteado. Ayer, el Unión que fue a jugar al Viaducto, fue un Unión netamente del ascenso. Los dos centrales y los cinco volantes, son los que llevan más de un año trabajando con el técnico. Se nota el conocimiento y a veces daría la impresión de que se juega de memoria. Lo cual no implica que se juegue bien, pues para eso depende de la respuesta individual de los jugadores.

Pero este Unión con mucho, en cuanto a sus titulares y al funcionamiento, del que ascendió, es un Unión que también mantiene algunas cuestiones que son viejas en este equipo. Por ejemplo, que presiona por momentos arriba y pretende ser protagonista, pero de inmediato retrocede, se refugia en su propio campo y no es tan eficaz para jugar de contragolpe.

Unión jugó mejor el primer tiempo que el segundo, algo que se hizo reiterativo en este torneo y que ya venía siendo una tendencia en el ascenso. Montero como abanderado, con Rosales manejando la pelota a espaldas de Ortiz y Marcone y cierta eficacia en la dupla de volantes centrales, Unión redondeó un primer tiempo aceptable. Lo fue ganando, lo pudo liquidar en una jugada posterior (Barrales remató cayéndose desde adentro del área y Campestrini sacó al córner), se lo empataron y dio toda la sensación de que la paridad extrema se veía recompensada para ambos con un reparto de puntos.

¿Le servía a Unión?, obviamente. Unión está haciendo los primeros pasos en la categoría y sumar siempre es bueno. No está la exigencia de ganar mucho como lo tenía en el ascenso, donde para pelear arriba necesitaba de victorias. Acá hay que pensar en una base de puntos de 25 por campeonato. Y si no se puede ganar, no es nada malo que no se pierda. Ese debiera ser el argumento y objetivo de lucha de Unión.

La diferencia podía darse por el recambio que alguno tuviera en el banco, para bien o para mal. Alfaro sacó a Gerlo —se fue enojado— y puso a Adrián González. Esto permitió que Arsenal tuviese un poco más de salida por derecha y que Diego Torres, el volante por ese costado, juegue un poco más arriba buscando el desborde, algo que se dio en forma coincidente con el declive físico que tuvo un Renzo Vera que no llegó en las mejores condiciones al partido. Después, lo puso a Zelaya para atacar un rato con tres puntas. Mientras tanto, Kudelka se daba cuenta que el equipo estaba retrocediendo en la cancha, que aguantaba atrás, que no sufría demasiado y hasta tenía algunas situaciones de peligro frente al arco de Campestrini, pero que ese retroceso le podía costar caro. No quiso mover nada el técnico hasta que llegó una acción desafortunada de Bologna y Obolo se encontró inesperadamente con una pelota que parecía perdida en ataque por parte de Arsenal. Cuando Darío movió el banco, no quedaba tiempo. Igual, alguna aproximación tuvo y la sensación de injusticia terminó abrazando un resultado que perjudicó más de la cuenta a Unión.

No es para alarmarse, Unión está haciendo con dignidad este tránsito por la categoría, sacó una cantidad de puntos que lo ayuda a caminar con cierto equilibrio y sin enloquecerse. Kudelka conoce en demasía este plantel, sabe qué le pueden dar los refuerzos y en varias oportunidades admitió que sus mayores éxitos llegaron en la segunda parte de la temporada.

El fútbol, en definitiva, termina acomodando a los equipos. Unión tuvo varios partidos en los que cosechó algo inmerecido, dependiendo en varios de ellos de su arquero. Anoche pudo llevarse un punto a Santa Fe, pero en un marco de absoluta paridad le permitió al rival aprovecharse del poco espacio de desequilibrio que tuvo (errores mediante), para lograr la victoria. La derrota no alarma ni atemoriza, pero deja una sensación de frustración por no haber sumado que resulta inevitable.

/// SÍNTESIS

Arsenal 2

Unión 1

Cancha: Arsenal.

Árbitro: Carlos Maglio.

Arsenal: Campestrini; Gerlo, Burdisso, Lisandro López y Trombetta; Diego Torres, Ortiz, Marcone y Caffa; Obolo y Leguizamón. A.S.: Orcellet. Estuvieron en el banco: Esmerado, Aguirre y Blanco Leschuk. D.T.: Gustavo Alfaro.

Unión: Bologna; Erramuspe, Avendaño, Correa y Vera; Montero, Vidal, Bruna y Velázquez; Rosales y Barrales. A.S.: Limia. Estuvieron en el banco: Maidana, Alexis Fernández y Míguez. D.T.: Darío Kudelka.

Goles: en el primer tiempo, a los 7 min Rosales (U) de penal; a los 20 min Trombetta (A). En el segundo tiempo, a los 37 min Obolo (A).

Cambios: en el segundo tiempo, a los 14 min Adrián González (A) por Gerlo; a los 30 min Zelaya (A) por Caffa; a los 39 min Pérez (A) por Leguizamón; a los 40 min Quiroga (U) por Vidal y Pereyra (U) por Vera y a los 42 min Nuñez (U) por Barrales.

Amonestados: en Unión, Correa, Vidal y Montero.

4

amarillas

Son las que tiene Fausto Montero, el jugador de Unión que ayer, al recibir la amonestación por parte de Maglio, quedó “colgado”.

No es para volverse locos

Velázquez estuvo cerca

Jorge Velázquez fue uno de los jugadores de Unión que llegó con dificultades físicas, pero en el segundo tiempo casi aprovecha un error de Gerlo cuando clavó un remate estupendo en el palo. En la foto, el “Marciano” Ortiz rechaza de chilena antes que el volante tatengue pueda entrar en contacto con la pelota. Foto: Télam

¡Qué bandera!

Otra vez los hinchas de Unión se hicieron sentir de visitantes. No fueron los 3.500 que estuvieron en la Bombonera ni los más de 2.000 que se llegaron al Amalfitani, pero hubo más de 800 hinchas que en la “soledad” de la noche fría de Buenos Aires se hicieron sentir.

Como Arsenal no metió mucho público en la popular y los de la platea no cantan, los hinchas tatengues se hicieron sentir durante los 90 minutos y pese a la derrota terminaron aplaudiendo al equipo, valorando el esfuerzo y algunos momentos de un fútbol aceptable.

Entre las muchas banderas que fueron desplegadas detrás de uno de los arcos, se destacó una que señala: “Sabella, Bologna es argentino”, pidiendo “arco de selección” para el golero tatengue.

Según se pudo saber, Enrique Bologna figura en la carpeta de Sabella, aunque en este momento se hace complicado porque el técnico de la selección cuenta con Romero, Andújar y Orión como los principales.

Bologna, más allá de su error en el segundo gol de Arsenal, es la mejor incorporación que hizo Unión a este plantel y gracias a sus notables actuaciones, el equipo cosechó varios puntos que se lo deben, en gran parte, a su arquero.

El día del partido entre Unión y Vélez en Liniers, un grande como Chilavert dijo el mejor de los elogios que pudo haber recibido Bologna. “Hoy vamos a ver a los dos mejores arqueros que actúan en el país”, dijo el paraguayo, en alusión a él y a Barovero.