“El error fue meterse atrás”

En su análisis y autocrítica, Darío Kudelka dejó deslizar su demora en hacer los cambios.

La lucha de Barrales

A veces, el delantero rojiblanco por su propio ímpetu, retrocedió para buscar la pelota. Esto provocó que alguno de los volantes entorpeciera su trabajo, como ocurre en esta jugada con Marcone. Foto: DyN

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Buenos Aires)

Rápidamente fueron saliendo los jugadores de Unión, la mayoría de los cuales coincidió con un concepto que se hizo general: “No merecimos perder, tendríamos que haber empatado”, señaló la mayoría. Y en la búsqueda de explicaciones, habló el técnico, Darío Kudelka.

—¿Qué pasó, Darío?

—Era un partido complicado, daba la sensación de que nada ni nadie lo podía modificar. Ocurrió que nosotros nos tiramos muy atrás y eso hizo que ante el mínimo error lo terminemos pagando caro.

—Dio la impresión de que el equipo empezó a sentir físicamente el partido en el segundo tiempo. O por lo menos que el despliegue fue inferior...

—No, lo que yo advertía era que debíamos plantear el partido veinte metros más arriba y no en el lugar que elegimos en el segundo tiempo. Había que jugar en el espacio que jugamos el primer tiempo. Si bien tuvimos opciones de gol en el segundo tiempo, ya sea de contragolpe o por errores de ellos, lo real es que retrocedimos en el segundo tiempo.

—¿No lo viste cansado al equipo?

—No, no... Me parece que lo que pasó fue lo que les acabo de comentar.

—¿Fue un partido accesible para sacar un resultado positivo?

—Accesible no, pero sí admito que era un partido para sacar puntos. Más todavía, en algún momento pensé que lo podíamos ganar.

—¿Cuál fue el mérito de Arsenal o el defecto de Unión?

—En esta clase de partidos, que son trabados, luchados, la diferencia la saca el equipo que aprovecha el error del rival. Y eso fue lo que ocurrió.

—¿Pensaste en hacer algún cambio antes que Arsenal metiera el segundo?

—Mi lectura del partido era que estábamos retrasados y no podía sacar a los diez jugadores de campo para poner a otros diez que jueguen un poco más arriba... Puede ser que, a la luz del resultado, se pueda haber cometido alguna equivocación a la hora de hacer los cambios. Es lo que siempre surge como posibilidad cuando se pierde un partido.

¿Aprovecha para cambiar?

En una de las prácticas que hizo durante la semana previa a Arsenal, Darío Kudelka armó línea de tres. La pregunta es: ¿se trató sólo de ensayar una alternativa de juego que, por ejemplo, se dio anoche en la parte final del partido cuando decidió la salida de Vera?, ¿o es algo que el técnico piensa para un futuro inmediato?

La pregunta queda flotando en el ambiente porque el propio Kudelka, cuando habla de que su equipo “está en formación”, seguramente piensa en un cambio de esquema para tratar de potenciarlo.

Veamos: jugando con el 4-4-1-1 que se transforma en 4-2-3-1 para atacar, el técnico tiene la limitación de jugar con un solo punta neto y de no tener lugar para ubicar a jugadores como Juan Pablo Pereyra, que podrían darle una alternativa de manejo.

Por ejemplo, si se saca un defensor para parar una línea de tres, existe la alternativa de sumar a Pereyra o a un punta neto. En contrapartida, la pregunta es: ¿podrían tener, Montero y Velázquez, la misma soltura y libertad para atacar que hoy disponen a sabiendas de que detrás suyo hay dos marcadores de punta que lo respaldan?

Desde ya que este esquema le ha dado buenos resultados a Kudelka y es un sistema que los jugadores conocen sobradamente. De todos modos, en la búsqueda de un mayor potencial, no se debe limitar la posibilidad de ensayar, cambiar y sacarle jugo al plantel.

Hay jugadores que han dado poco en Unión, como Pereyra por ejemplo, pero que no encuentran tampoco un lugar definido en el equipo. Si ayer no jugaba Velázquez, su reemplazante iba a ser Moreno; y si en el día de mañana falta Barrales, como ocurrió en Mendoza, el sustituto natural es Quiroga. La pregunta es: ¿de qué juega Pereyra? Y uno cree que en este sistema, la única posibilidad de que entre es si en algún momento falta Rosales, aunque un cambio de esquema permitiría que puedan jugar juntos, algo que hoy no resulta imaginable.

Dos que se destacan

Lisandro López es un defensor al que Sabella sigue con atención y venía de marcar un golazo de chilena en Bahía Blanca. Rosales mostró su fútbol sólo de a ratos. Foto: Télam

BAJO LA LUPA

BOLOGNA (5).- En la jugada del segundo gol, lo que le pasó le puede ocurrir. Pero no deja de ser un error. El arquero, gran figura en otros partidos y que un minuto antes tuvo una atajada impresionante, intentó descolgar una pelota, se atropelló con Avendaño, la perdió y fue adentro.

ERRAMUSPE (5).- Debió estar muy atento, sobre todo en las jugadas de pelota quieta: era uno de los que marcaba ante un equipo con buen juego aéreo.

AVENDAÑO (6).- No tuvo demasiados problemas para marcar a los delanteros de Arsenal. Hizo un partido aceptable y hasta se animó a pasar al ataque en un par de jugadas.

CORREA (6).- De lo mejorcito de Unión, ganó siempre de arriba y cerró a espaldas de Vera con oportunismo.

VERA (5).- Empezó bien pero fue perdiendo eficacia con el paso de los minutos. Leguizamón jugó bastante a sus espaldas y Diego Torres complicó en el segundo tiempo.

MONTERO (6).- Fue de mayor a menor. Arrancó muy bien, pero de a poco fue perdiendo gravitación. En el segundo tiempo entró menos en juego, pero Campestrini le tapó un mano a mano.

BRUNA (5).- Sin la eficacia para marcar que tuvo en otros partidos. Hubo una dura batalla en ese sector, donde Arsenal tuvo a Marcone y Ortiz.

VIDAL (5).- Le está costando encontrar el grado de importancia que tuvo en el equipo del ascenso. Nunca pudo repetir esos niveles en Primera. No jugó mal, pero tampoco bien.

VELÁZQUEZ (5).- Acertó y se equivocó en igual proporción. Pudo marcar un gol, pero el palo se lo negó. Se buscaron mucho con Montero metiendo cambios de frente en el primer tiempo. Se apagaron un poco en el segundo.

ROSALES (5).- Siempre uno tiene la impresión de que algo bueno puede salir de sus pies. Buscó siempre los espacios libres pero se fue diluyendo con el paso de los minutos.

BARRALES (5).- Un gran empeño y voluntad para correrlas a todas. Posibilidades ciertas, tuvo una en el primer tiempo, desde muy cerca del arco pero la sacó Campestrini.

PEREYRA.- Pocos minutos en la cancha, aunque un remate suyo a colocar, pasó muy cerca del palo izquierdo.

QUIROGA.- Se paró de “9” y no tuvo tiempo ni chances para aprovechar.

NUÑEZ.- Al igual que los otros dos que entraron después del segundo de Arsenal, con poco tiempo para cambiar la historia.