Del ingeniero de Massa

“Destroza su carrera todo lo que puedas”

De la redacción de El Litoral

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Si las órdenes de equipo molestan y mucho a los aficionados a las carreras de autos para que algún piloto gane o tenga una mejor posición en detrimento del otro, menos aún le gusta enterarse de que a determinado deportista lo mandan a que dé golpes arteros contra su ocasional contrincante. De hecho, ésa no es la esencia del deporte y menos porque puede resultar muy peligroso. El caso que nos ocupa surgió en las últimas horas y sucedió en el reciente Gran Premio de Singapur de Fórmula Uno.

La polémica Hamilton-Massa sigue su curso. Después que parecía que se había puesto un punto final con las palabras del británico en las que mencionaba que “le tenía mucho respeto” al brasileño, trascendió ahora una conversación de radio que no deja a Ferrari muy bien parado: “Controla a Hamilton todo lo que puedas. Destroza su carrera todo lo que puedas... Vamos, muchacho”. Ése fue el mensaje que salió desde el box del equipo italiano en la voz de Rob Smedley, el ingeniero de Felipe Massa.

La retransmisión televisiva del GP de Singapur no incluyó dicha conversación. Aunque ahora salió a la luz, tampoco se precisa en qué momento de la carrera tuvo lugar. “Felipinho”, que ocupaba la quinta posición en la grilla, tuvo problemas en la largada y bajó hasta el octavo lugar. A partir de la vuelta 8, el brasileño tuvo a Hamilton pegado a la parte trasera de su Ferrari. En la 11 entraron a cambiar gomas y al volver a la pista se produjo el accidente en el que Hamilton golpeó el auto de Massa y le provocó un pinchazo, además de romper el alerón delantero de su propio McLaren. Luego llegaría la sanción (“drive through”) de los comisarios a Hamilton. Los empujones de uno y otro, las críticas del brasileño “Hamilton no usa la cabeza” y el ambiente opinando como Jackie Stewart: “Necesita centrarse, no puede cometer esos errores”.

“No fue malintencionado”

“Palabras, palabras, palabras...”, así comenzó el comunicado que Ferrari termina de hacer público para tratar de enfriar el revuelo que causó el conocimiento del mensaje de Rob Smedley a Felipe Massa. Uno más de los muchos y constantes que se lanzan entre ingenieros de pista a pilotos, ni más ni menos salvaje que muchos en todas las carreras, pero éste trascendió. Para Ferrari, se hizo una montaña de un grano de arena, aunque reconocieron que es cierto que Smedley fue sorprendido en el calor del momento eligiendo un verbo como “destruir”, “que quizás no es políticamente la elección de la palabra más correcta, pero que no tenía en absoluto intenciones maliciosas, sobre todo porque Roberts es un muchacho nacido y criado en Middlesbrough” (¿?).

Ferrari continúa reconociendo que el mensaje y el posterior accidente no tienen conexión alguna: “El mensaje llegó en la curva 5 de la vuelta 11 de carrera, al final de la cual ambos pilotos entraron al pit stop. En otras palabras, no tiene nada que ver con la colisión posterior entre Felipe y Lewis, ocurrida en la vuelta siguiente”.

Y termina con una fina ironía, dedicada al mundo mediático británico. “No debería llevar mucho tiempo evitar este malentendido, pero eso es lo que suele ocurrir en el frenético mundo de la F-1. Aunque como dijo William Shakespeare: “Mucho ruido y pocas nueces”. Otro antecedente: 2006, es el mensaje a Barrichello de su ingeniero Jock Clear. “Mata a Heidfeld” (deportivamente).