Consejo de Seguridad de la ONU

China y Rusia evitan sanciones contra Siria

Usaron su derecho a veto en el organismo y echaron por tierra con el proyecto de los europeos contra el régimen de Bachar al Asad. La delegación de Estados Unidos se retiró del recinto acusada de proteger a Israel.

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El representante permanente de China ante las Naciones Unidas, Li Baodong, ejerce su derecho a veto para evitar que se apruebe la resolución de condena a Siria por la represión contra los manifestantes. Foto: EFE

De la Redacción de El Litoral

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EFE

Rusia y China ejercieron su derecho a veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para evitar que se aprobara la resolución de condena a Siria por la represión contra los manifestantes que habían presentado los cuatro miembros de la Unión Europea (UE).

Tras negociaciones de último momento, las delegaciones de Francia, Reino Unido, Alemania y Portugal no pudieron evitar el doble veto a su texto de condena contra el régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, en una votación que se celebró más de una hora después de la hora programada inicialmente.

La resolución de los países de la UE recibió nueve votos a favor y cuatro abstenciones, además del voto en contra de las delegaciones rusa y china, miembros permanentes del Consejo de Seguridad y por tanto con poder de veto a las que los europeos habían tratado de convencer hasta última hora.

Los cuatro países que se abstuvieron fueron Sudáfrica, India, Brasil y Líbano, los mismos países que hasta ahora habían unido sus fuerzas a Rusia y China para evitar que los distintos intentos de los países de la UE de condenar a Siria mediante una resolución fueran fructíferos en los últimos meses.

“Estos vetos son un rechazo al formidable movimiento a favor de la libertad y la democracia que es la primavera árabe”, señaló tras la votación el embajador francés ante la ONU, Gérard Araud, quien aseguró que “ningún veto puede dar carta blanca a las autoridades de Siria que han perdido toda su legitimidad matando a su pueblo”.

Los países europeos presentaron el pasado miércoles un proyecto de resolución con una “fuerte condena por parte de la comunidad internacional ante la represión que sigue adelante en Siria”, pero en el que no incluyeron sanciones inmediatas contra el régimen del presidente Bachar al Asad.

Retiro

Después de la votación, la delegación de EE.UU. abandonó la reunión del Consejo de Seguridad, después de que el representante de Damasco los acusara de “apoyar el genocidio” al proteger a Israel y negar derechos a los palestinos.

La embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Susan Rice, y el resto de diplomáticos norteamericanos se levantaron y abandonaron la sala del Consejo mientras el representante sirio, Bashar Jafari, intervenía ante ese órgano con un discurso en el que dijo que EE.UU. podría ser acusado de genocidio por su apoyo a los israelíes.

Jafari concretamente aseguró que EE.UU. ha usado su poder de veto cincuenta veces desde 1945 para proteger a Israel, por lo que podría ser acusado de participar en el genocidio que llevan a cabo los israelíes contra los palestinos.

“Ese lenguaje es equivalente a cerrar los ojos y apoyar las masacres israelíes en las tierras árabes ocupadas”, indicó el diplomático sirio, quien fue el último representante diplomático en hablar en la reunión del Consejo de Seguridad que frustró el intento de los países de la Unión Europea (UE) de condenar a Damasco.

Antes de que Jafari acabara su discurso, el embajador británico, Mark Lyall Grant, también abandonó su asiento en la mesa circular del Consejo de Seguridad en protesta por sus palabras.

La embajadora estadounidense evitó referirse al incidente en su posterior encuentro con la prensa, aunque fue especialmente dura contra Rusia y China.

Tres años atrás, Moscú y Pekín se opusieron conjuntamente a una resolución que proponía sanciones contra Zimbabue.

“Los sirios que quieren que se respeten los derechos humanos universales y que se cumplan sus aspiraciones de libertad han sido abofeteados por varios miembros del Consejo de Seguridad”, dijo Rice, quien lamentó que algunos países hagan “todo lo necesario para defender a los dictadores que siguen el camino de la guerra”.


“Si nos invaden, atacaremos Israel”

El presidente sirio, Bachar al Asad, advirtió que si la OTAN realizara una intervención militar en su país similar a la de Libia, lanzaría un ataque con misiles contra Israel.

La revelación fue hecha hoy por la agencia de noticias iraní Fars y de acuerdo a la misma, el mandatario sirio advirtió al ministro de Exteriores turco, Ahmad Davutoglu, que llevaría a cabo el ataque junto con Irán.

En la reunión con el canciller turco, Al Asad adelantó el calendario de un eventual plan de ataque de “seis horas de duración” en el caso de que la OTAN adopte una “medida disparatada” contra Damasco, reprodujo la agencia Europa Press.

Así, explicó que en una primera fase lanzaría “cientos” de misiles contra los Altos del Golán, ocupados por Israel en la guerra de 1967 y anexionados definitivamente en 1981, ataque al que se sumaría el movimiento chiita libanés Hezbolah.

En la segunda fase de este operativo también participaría Irán y constaría de un ataque a la flota estadounidense y a los intereses europeos en el Golfo Pérsico de forma simultánea.

Desde mediados de marzo, miles de sirios se manifestaron en todo el país en demanda de una apertura democrática y de la dimisión de Al Assad, algo a lo que el régimen respondió con la militarización de las ciudades. Desde entonces se estima que unos 2.700 civiles han muerto.