Y VOS... ¿EN QUÉ ANDAS?

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OSCAR FRUTTERO

PERIODISTA-JEFE DE NOTICIAS DE LT9 RADIO BRIGADIER LÓPEZ

EN UN VOLKSWAGEN GOL POWER MODELO 2009

—¿Lo compraste porque te gustó o fue un negocio?

—Se me dio la oportunidad y lo compré. Soy de los que piensan que uno tiene el vehículo que puede y no el que quiere.

—¿Qué es lo mejor que tiene tu Gol?

—Lo que tiene VW en toda su línea, y fundamentalmente el Gol, es la confiabilidad. Y a eso lo aseguro el 100%. La marca tiene ganada la fama que otrora supo conseguir en otros autos emblemáticos como el Renault 12. Es un fierro indestructible. Mirá, el mío está un poco “tocadito”. Algunas cositas en el motor, llantas especiales y ahora tenemos la intención de hacerle algo en la suspensión.

—¿Tuviste alguna anécdota graciosa como dejar las llaves adentro o estacionar el auto en algún lugar inconveniente?

—Te cuento, mi primer auto fue un Fiat 600 modelo 68. Lo desarmé entero, le hicimos toda la mecánica nueva con la leva y la tapa de Emilio Stochero. Fue el primer auto con vidrios tonalizados en Santa Fe ¡Lo que era eso, te hablo de la época en que existía Piedras Blancas y la Aerosilla a full! ¿Por qué fue el primero? Por esas coincidencias de la vida, conocí a un muchacho hijo de un distinguido directivo de Colón (García), que venía de Paraguay y que había estado trabajando en ese tema. Un día me dice: “¿te gustaría usar los vidrios polarizados?” Y me animé. Lo habíamos pintado de blanco; “Lito” Mora en ese entonces ensanchaba las llantas. El auto quedó estéticamente muy lindo, pero no veía nada... (risas).

—¿A alguno de los vehículos que adquiriste tuviste ganas de prenderle fuego por algún desperfecto mecánico?

—Sí, tuve ganas de prenderle fuego a un Peugeot 504, estuve “ahí” de hacerlo. Le hacíamos el encendido, todo completito y sistemáticamente me dejaba a pata; lo usaba uno o dos días y me dejaba a pie. Un viernes estoy por salir para Buenos Aires y se paró bien frente a un banco de López y Planes. Llamé al mecánico, demoró como 20 minutos, llegó y lo puso en marcha enseguida... Me dice: “este auto tiene problemas con vos”. “Ah, sí...”, le respondí, “dejalo nomás, no te hagás problemas”. Agarré, lo puse a fondo hasta Buenos Aires, ni paré en Rosario, me dolía el pie de tanto acelerarlo para que se rompa. Tuve toda la intención de romperlo y tirarlo. Y sabés que nunca más tuve problemas en cuanto a mecánica. Nunca supimos qué le pasó, se ve que los fierros se asustaron porque nunca más volvió a dejarme a pata...

—¿Le sos fiel a una marca de auto?

—Yo siempre fui de Fiat. Lo que pasa es que ellos incursionaron en motorizaciones que a mí no me convencían. Tuve un Palio 1.3 MPi, que era un motor inventado y eso me desmotivó. A partir de ese momento es totalmente diferente. Las prestaciones casi deportivas del Fiat no son las mismas que podés tener en un VW, pero los alemanes lo compensan con la confiabilidad.

—¿Sos de maltratar los vehículos?

—No, al contrario, no soy de maltratarlos para nada. Los trato muy bien, pero tienen que estar a mi disposición, si tengo que meterlo en el barro lo hago. Me encantan los fierros y mientras más “paquetes” pueda dejarlos, mejor.

—¿Cuál es el auto de tus sueños?

—Un VW Scirocco, sin dudas. Esa cupé me da vueltas, es espectacular. Dicen que pronto estará llegando al país. Aunque ojo, si por ahí me das a elegir, un Vento “me va”; te digo más, pongo en la misma línea al Fiat Punto, pero el que viene con el motor 1.8 que se usa en Brasil.

—¿Qué consejo le darías al automovilista de calle?

—Respeto y la prudencia hacia el prójimo. No nos respetamos y sabemos muy poco. Creo que si hacés una encuesta acerca de cuántos metros se desplaza el auto en que viaja cualquier conductor a la hora de frenar, la gente no sabe qué hace a 60 km, 80 km o 120 km. Nadie puede opinar qué hace el auto, porque nos preparan para obtener la licencia de conducir y nada más, pero no para que sepamos qué se puede hacer arriba de un vehículo ante situaciones límites. Esto está muy claro y uno lo ve todo el día en la calle: hay gente que va por la izquierda y cuando le reclamás el paso te miran como pidiéndote explicaciones de por qué sos tan insistente. Hay gente que hace sobrepasos en la ruta y no sabe ni a qué velocidad. Falta mucha más educación vial.