PABLO MILLÁN

La risa como homenaje

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El actor santafesino, que pronto cumplirá 25 años sobre las tablas, este domingo presenta “Malparida...”, su última puesta. Foto: Pablo Aguirre

“Un un espectáculo donde el leiv motive es el humor sobre todas las cosas”. En palabras de Pablo Millán, así se define “Malparida por el humor, una noche mágica de risa”, el espectáculo de transformismo que presentará el domingo a las 21 en la Sala Mayor del Centro Cultural ATE Casa España (Rivadavia 2871).

La obra es la que presentó en la última temporada teatral marplatense, durante tres meses, y que vivirá en escena por última vez. Se trata de un show de humor y transformismo, en clave cómico-musical, que como cada puesta de este actor santafesino, “es mejor que el anterior”, al menos a sus ojos. Esta vez, en escena “Malparida por el humor...” propone “una parodia de la novela que fue un exitazo junto con un repaso por todas las telenovelas, desde “Rolando Rivas Taxista” a nuestros días. También hacemos un sinfín de zapping entre cuadros musicales, sketches, monólogos e interacciones con la gente”, contó Millán.

A sus ojos, el público se ríe “porque nos reímos con él, no de él. Apelamos a la identificación: hay un mensaje directo, no es un espectáculo elitista ni de mensajes subliminales. Es un show popular, pensado para que la gente entienda lo que planteamos”.

En escena

A meses de cumplir sus 25 años sobre las tablas, de la mano del humor, este actor dedicado al transformismo comentó que “me pasa algo muy especial con las mujeres: a pesar de ser un actor transformista que se viste de mujer y las imita, no lo sienten como una parodia sino como un homenaje. Así me dicen fuera de escena, y está bueno que así sea porque es así como lo planteo. En el género del transformismo uno puede elegir un montón de estilos, yo elegí éste: el homenaje, un trabajo más arduo que la apelación a lo grotesco, a la caricatura. Al apelar a una estética, hacer reír es un trabajo más arduo que implica un desafío importante”.

En escena, Pablo Millán da vida a once personajes, que van desde “la Pipistrela” en el tango a un par de amigas que se encuentran en un bar, una mucama que vive en bambalinas una tragedia familiar, hasta un cuadro folclórico y homenaje a Valeria Lynch sobre el final.

Para ello, sobre las tablas es acompañado por Carlos Lebat, ex bailarín del Ballet Argentino dirigido por Julio Bocca que en escena personifica la contrafigura de Millán. El elenco se completa con cuatro bailarines a cargo del coreógrafo Leo Bartolomé, y con la paranaense Paola Neto. Junto a ellos, se da el gusto de “hacer reír a la gente, que es lo principal que puede pedir un actor, al menos en mi caso que elegí el humor como vía de comunicación con el público”.