Alerta mujeres: el tabaco mata

Los cambios de roles y en la condición social, económica y cultural de las mujeres trajeron como consecuencia el aumento exponencial del consumo de tabaco entre las mujeres. Pero también influye la estrategia comercial de marketing directo y agresivo de la industria tabacalera.

TEXTOS. REVISTA NOSOTROS. FUENTE. FUNDACIÓN INTERAMERICANA DEL CORAZÓN. FOTO. EL LITORAL.

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El consumo de tabaco y la exposición al humo de segunda mano de las mujeres creció exponencialmente en los últimos años, especialmente a partir de la incorporación de las mujeres chinas al mercado de consumo de tabaco. En Argentina esta tendencia ha sido sostenida.

El tabaquismo es una de las principales causas de muerte en el mundo. De las personas que mueren anualmente por esta epidemia, las dos terceras partes son mujeres. La industria tabacalera ve a la población femenina como una oportunidad de crecimiento de sus negocios y -por ello- ha enfocado su estrategia comercial en productos para las mujeres.

Esta tendencia podría revertirse de manera sustancial si los gobiernos, especialmente los de los países en desarrollo, toman medidas para impedir que las empresas tabacaleras apunten a las mujeres y niñas.

Las políticas de control del Convenio Marco para el Control del Tabaco, tales como los ambientes libres de humo, las etiquetas gráficas de advertencia en los paquetes de cigarrillos e impuestos elevados al tabaco y la prohibición de la publicidad de los productos del tabaco reducen el consumo de tabaco y salvarán la vida de mujeres de todo el mundo.

Según las estadísticas, en nuestro país mueren anualmente 11.348 mujeres por enfermedades relacionadas con el tabaco, y una de cada 3 mujeres fallece por enfermedad cardiovascular (desde 1980 supera a los hombres y duplica a todas la muertes por causa de tumores malignos).

También se advierte que la prevalencia del consumo de tabaco entre las mujeres en nuestro país se encuentra entre las más alta de América Latina; el 29% de las mujeres de entre 18 y 64 años fuma; el 11% de las embarazadas continúa fumando durante la gestación de su bebé; se observa una disminución en la edad de inicio del consumo de tabaco en las mujeres y que las adolescentes argentinas entre 13 y 15 años fuman más que los varones (27,3% niñas, 21,1% niños).

Otras cifras alarmantes son las siguientes: las adolescentes entre 13 y 15 años que no fumaron nunca muestran mayor susceptibilidad de iniciarse en el consumo de tabaco en el próximo año (31,6% niñas, 24,3% niños).

Siguiendo también una tendencia mundial, en Argentina las mujeres jóvenes son más vulnerables a la exposición al humo de tabaco ajeno en lugares públicos y en los hogares; y la exposición al humo de tabaco ajeno en lugares públicos es un 25% mayor para ellas que para los hombres.

PERJUICIOS PARA ELLAS

Respecto a los daños en la salud que causa el consumo de tabaco en las mujeres, se detallan los siguientes: las muertes entre las mujeres de 20 años o más pueden aumentar de 1,5 millones en 2004 a 2,5 millones en 2030; casi el 75% de estas muertes estimadas se producirán en países con ingresos bajos y medios.

También se advierte que todas las formas del tabaco son adictivas y fatales. Las evidencias científicas son concluyentes al indicar que el consumo de tabaco causa una amplia variedad de tipos de cáncer, incluido el cáncer de pulmón, boca, esófago, laringe, faringe, estómago y páncreas.

Las mujeres fumadoras se encuentran en mayor riesgo de desarrollar cáncer cervical, osteoporosis, y otras afecciones del sistema reproductivo, incluidos abortos espontáneos, infertilidad, tener hijos con bajo peso, menstruaciones dolorosas y menopausia prematura.

Las mujeres fumadoras también tienen un riesgo elevado de sufrir accidentes cerebrovasculares, hemorragias en las membranas que rodean al cerebro, endurecimiento de las arterias y muerte por aneurisma aórtico.

Otra de las consecuencias de fumar en las mujeres es que produce la denominada enfermedad metabólica: disminuye los estrógenos produciendo como consecuencia descalcificación ósea, osteoporosis que tiene como principal complicación la fractura de cadera. También reduce la fertilidad y la fecundidad, durante el embarazo aumenta el riesgo de ruptura prematura de membrana, placenta previa y desprendimiento de placenta; y existe mayor riesgo de recién nacido prematuro y de bajo peso.

De las personas que mueren anualmente por esta epidemia, las dos terceras partes son mujeres. La industria tabacalera ve a la población femenina como una oportunidad de crecimiento de sus negocios.