ACERCA DE LA TENSIÓN ENTRE REALIDAD Y FICCIÓN

Piglia: “La realidad es más

confusa que la literatura”

El escritor dio una conferencia en el marco del ciclo “La ficción y sus hacedores”, que conduce Silvia Hopenhayn en la Casa de la Cultura del Fondo Nacional de las Artes, en Buenos Aires.

Télam

“La realidad está mucho más invadida por elementos que no tienen la forma de una historia que avanza en dirección única; hay una serie de cuestiones presentes y que están en primer plano en la literatura contemporánea. Hay una poética actual que cree que si uno cuenta su vida, eso produce una suerte de intimidad”, destacó el escritor Ricardo Piglia.

Acerca de la tensión entre los hechos reales y los ficticios, el escritor indicó que “normalmente uno imagina que los relatos que suceden en la realidad serían aquellos que resultan más fáciles de contar. No creo que sea así. Me parece que en cualquier experiencia personal hay una cuestión más compleja que la claridad que suelen tener los relatos ficticios: la realidad es mucho más confusa que la literatura”.

Ante un multitudinario auditorio, el escritor comenzó su disertación con un análisis sobre la relación entre moral y género policial: “Podría decirse que el policial tocó algo del imaginario social; eso explica la difusión impresionante que tiene. En una sociedad como la nuestra, donde la moral parece siempre justificarse por posiciones o pretextos, hay como un ansia de moralidad que el género policial pone en juego”.

“El género fue inaugurado por (Edgard Allan) Poe, a mitad del siglo XIX, con esos tres relatos - ‘La carta robada’, ‘Los crímenes de la calle Morgue’ y ‘El misterio de Marie Rogêt’-, inventando la relación entre el detective, el criminal y la víctima, que luego fue expandiéndose y generando una literatura de gran tradición, muchos filmes y series de televisión”, explicó.

Y agregó: “Pero, en definitiva, en el policial, el crimen termina por resolverse de alguna manera; no tiene nada que ver con la realidad, donde aunque se descubran algunos sospechosos, nunca se termina de saber quiénes son los responsables de los grandes crímenes -reflexionó-. El género provoca un efecto de compensación”.

“Creo que la novela, que ha tenido múltiples transformaciones a lo largo del tiempo, es un género muy difícil de definir, porque hay muchas novelas de muchas formas. Sin embargo, lo que unifica al género desde el principio son los personajes”, subrayó.

Cuestión de tono

Sobre su novela “Respiración artificial” (1980), expresó que “era una época terrible; la escribí entre el 77 y el 80, no quise poner marzo del 76 porque me parecía demasiado explícito; por eso la historia comienza en abril”.

“El punto de partida de la novela es que un profesor de historia, tío de Emilio Renzi -personaje habitual en la obra de Piglia-, le empieza a mandar una serie de cartas porque se siente perseguido por la dictadura; es un profesor que se ha ido a refugiar al interior del país, y por proteger a uno de los estudiantes, comienza tener problemas con la represión”. A su vez, “el profesor está trabajando desde hace mucho tiempo en una biografía de un personaje del siglo XIX, no quiere que se pierdan esos papeles y como sabe que corre peligro, se pone en contacto con Renzi para dejárselos: ése es el tema de la novela”.

En cuanto al placer de la escritura, el autor aseguró que “hay momentos en que es una experiencia muy placentera y otros en que no lo es; cuando trato de transmitir algo, me interesa encontrar el tono; no el estilo en el sentido estricto. El tono es la relación que el narrador tiene con la historia que está contando, puede ser una relación de desprecio, de ironía, de pasión...”, enumeró.

Piglia: “La realidad es más confusa que la literatura”

Ante un multitudinario auditorio, el escritor comenzó su disertación con un análisis sobre la relación entre moral y género policial. Foto: Télam