washington dice que dos iraníes planeaban ataques

Silencio de la Casa Rosada ante las versiones de nuevos atentados

El gobierno de Obama asegura que frustró una acción iraní para matar al embajador de Arabia Saudita en su país. Una versión noticiosa -no oficial- sugiere una escalada hacia Buenos Aires, a dos semanas de que la presidenta aceptara en la ONU un “diálogo” con Teherán.

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El canciller -en la foto durante el último acto frente a la Amia- no confirmó ni desmintió las versiones sobre más atentados en el país; tampoco tomó posición sobre las acusaciones a Teherán, mientras Washington, Europa y los Emiratos Árabes formulan serias advertencias. Foto: Archivo El Litoral

 

De la redacción de El Litoral

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Télam/Dyn/EFE

Un agente de la DEA encubierto como narco mexicano habría recibido ofrecimientos de ciudadanos iraníes para matar al embajador de Arabia Saudita en Estados Unidos. Según la cadena norteamericana ABC News, tales ciudadanos habrían sugerido luego avanzar con otros atentados, y en esa versión periodística aparece a nivel de rumor la posibilidad de nuevos atentados a la Argentina.

La Cancillería argentina mantuvo hasta el cierre de la presente edición un silencio significativo. No hay documentos en la agencia antinarcóticos norteamericana, ni del departamento de Justicia de ese país, ni en las investigaciones de la CIA o el FBI, que involucren a la Argentina.

Pero en el país las heridas no están cerradas. La explosión en embajada de Israel (29 muertos) el 17 de marzo de 1992 produjo una causa hoy prescripta; la voladura a la Amia (85 muertos) derivó en pedidos de captura para siete ex altos funcionarios iraníes y un libio, a fin de que la Justicia argentina indague sus responsabilidades.

El mandatario iraní, Mahmud Ahmadinejad, siempre negó tanto la versión sobre la participación iraní en el atentado, como la entrega de los acusados. Pero ofreció al gobierno argentino un “diálogo” que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner admitió con condiciones en la última asamblea de la ONU en Nueva York.

El “diálogo”

La denuncia del gobierno de Washington sobre las acciones terroristas del gobierno de Irán pone presión a la posición de la Casa Rosada, que en tal caso quedaría “dialogando” con un gobierno “terrorista” según define la administración de Barak Obama.

El canciller Héctor Timerman aclaró ayer ante diplomáticos extranjeros que el diálogo con Teherán “‘en forma alguna configura un retroceso, pues siguen firmes los pedidos de captura emitidos por Interpol en contra de los acusados del horrendo atentado”.

El ministro sostuvo que “la Argentina no busca el diálogo como un fin; el objetivo es justicia para las víctimas. La Argentina no busca una falsa reconciliación; además de justicia, busca memoria y verdad”.

En su discurso ante la Asamblea Anual de las Naciones Unidas, la presidenta Fernández de Kirchner ya había advertido que la disposición de Teherán para colaborar con la investigación “no resuelve el reclamo” y alertó que la oferta de Ahmadinejad “no debe ser una maniobra distractiva”. Pero también admitió que la oferta iraní es “un ofrecimiento que Argentina no puede ni debe rechazar”, posición que no causó beneplácitos en Washington.


Preocupación de la Daia y la Amia

El vicepresidente de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (Daia), Sergio Witis, señaló que “hay antecedentes” de la participación iraní en actos terroristas y sostuvo que la denuncia en Washington “podría ser un eslabón más de esta cadena”.

Witis dijo que “no nos asombra que Irán esté detrás de todo esto” y sostuvo que “la información que nosotros tenemos es la misma que salió en todos los medios. Sólo ABC News publicó que había contactos o charlas respecto de un eventual atentado en Argentina contra la embajada de Israel y de Arabia Saudita”, señaló.

Consultado sobre la aceptación por parte del Gobierno argentino para dialogar con Irán, Witis indicó que “el único diálogo que puede haber es el acatamiento a la justicia y a las normas internacionales y que se presenten los prófugos a declarar ante la justicia.

Por su parte el vicepresidente de la Amia, en uso de la presidencia, Ángel Barman, aseguró que la noticia lo “conmocionó” pero “no me sorprendió”. Dijo que “con los posibles atentados que iba a haber en nuestro país, me gustaría tener más información; no creo que se invente una cosa así, pero indudablemente con más elementos se puede hablar de otra manera”.

Una definición que no va a ser inocua

El gobierno de Lula da Silva había aceptado el derecho iraní al desarrollo de tecnología nuclear con fines pacíficos; pero la administración de su sucesora tomó distancia de Teherán y pidió “pruebas” de tales buenas intenciones.

Aún cuando apoya la creación del Estado Palestino -al igual que la Casa Rosada- a despecho de las posturas de Estados Unidos y de Israel, y sin renunciar a los reclamos de Brasil para sentarse en el consejo de seguridad de la ONU, Dilma Rousseff prefirió una línea menos lejana a la calificación de Washington sobre “el régimen” de Teherán.

La Argentina queda expuesta ahora con mayor contraste en su política exterior. El canciller Timerman aclaró que “siguen firmes los pedidos de captura” contra los iraníes sospechados por el atentado a la Amia, pero defendió el “diálogo” con un gobierno al que ahora le formulan advertencias más severas tanto desde Estados Unidos como desde Europa.

Con su relato oficial, Washington traza la línea de los que están a uno y otro lado en el mundo; el “equilibrismo” de Brasil tiene pretensiones (y músculos) de poder en el escenario internacional; la postura argentina compromete una decisión compleja que, más allá de sus fundamentos, no será una definición inocua.

“Ofrecimos colaboración a fin de fortalecer los controles. Tenemos que seguir manteniendo la lucha contra el terrorismo”.

Mauricio Macri

Jefe del Gobierno porteño