Antonio Banderas

“Trabajar con Almodóvar es un acto de fe”

El actor estrenó el jueves en Estados Unidos “La piel que habito”, su reencuentro artístico con Pedro Almodóvar, que está despertando rumores de candidaturas de la Academia.

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Mientras sigue promocionando el filme español, Banderas se prepara para estrenar “El gato con botas”, basada en el personaje al que dio voz en la saga de “Shrek”. Aquí junto a Almodóvar y Elena Anaya, la protagonista femenina.

Foto: EFE

 

Antonio Martín Guirado

EFE

Antonio Banderas estrenó el jueves en Estados Unidos “La piel que habito”, la primera producción española que protagoniza desde “Two Much”, hace 16 años, y que es también el reencuentro artístico con Pedro Almodóvar, con quien trabajar supone “un acto de fe”, según dijo el actor a EFE.

“Hay que creer en lo que hace; si vas a la contra, malo. Rodando ‘La ley del deseo’ recuerdo que tenía miedo y me preguntaba: ¿qué estamos haciendo? Luego la película terminó siendo un clásico porque rompe narrativas”, dijo el actor. “Pedro tiene agallas para seguir experimentando y proponiendo mundos nuevos, que al final es lo que me interesa”, añadió.

Juntos han rodado seis cintas: “Laberinto de pasiones” (1982), “Matador” (1985), “La ley del deseo” (1986), “Mujeres al borde de un ataque de nervios” (1988), “Átame” (1989) y ahora, más de 20 años después, “La piel que habito”.

“Siento el regusto de volver a casa, de volver a la familia Almodóvar, con la que obviamente tengo una larga historia”, dijo el malagueño. “El día que muera se me recordará siempre por las películas que he hecho con Pedro”, añadió.

Lo dice quien en su etapa en Hollywood ha rodado títulos como “Philadelphia” (1993), “Desperado” (1995), “La máscara del Zorro” (1998), “Spy Kids” (2001) y toda la saga de “Shrek”.

Arte e industria

“Vuelvo a un lugar donde no sólo se me ofrece una película ‘mainstream’, sino también meterme en un universo de riesgo, de desafío a las leyes de la gravedad cinematográfica, de cargarse la estructura del cine español clásico. Esto conlleva unas dificultades y unas satisfacciones enormes”, agregó.

Han pasado dos décadas desde que Banderas cruzó el charco. Toda una vida. Tanto que el malagueño arranca la charla hablando con el tono de su personaje en “El gato con botas” (“Puss in Boots” se estrena a finales de mes en Estados Unidos) para relajarse por completo y encontrar acomodo en su acento andaluz.

“Ahora, en unas semanas, se unen estos dos mundos en mi vida profesional: por un lado el cine que explora las complejidades del ser humano, y por otro el cine entendido como industria. Es casi una metáfora de mi vida aquí. Y estoy encantado de habernos metido en el barro hasta arriba con Pedro, y de crear un monstruo absolutamente apasionante”, declaró.

Demonio

El monstruo al que se refiere es el de su personaje en “La piel que habito”, el psicópata Robert Legrand, un médico obsesionado con la muerte de su mujer, a la que no pudo salvar de un incendio, y de su hija.

La película, un “thriller” futurista de terror con toques de humor puramente “almodovarianos”, cuenta la historia de Vera (Elena Anaya), una bellísima criatura creada por Legrand que vive encerrada y observada, y cuyo único objetivo es fugarse.

La actuación de Banderas es de una gran contención, algo con lo que no esperaba encontrarse el intérprete a la hora de preparar el papel.

“Le veía muchos colores, pensaba que podría sacar los músculos... pero fue un gran error. Estoy encantado de que Pedro me parara los pies”, apuntó el malagueño, quien explicó que el realizador manchego buscaba ante todo “no remarcar el personaje” puesto que iba a apostar por una “narrativa flexible” en la que no se debían dar pistas ni guiños al espectador.

“El personaje debía ser una pantalla en blanco donde el público depositara sus miedos”, afirmó el actor.

Al Oscar

Tanto Almodóvar como el propio Banderas y Anaya han convencido a la crítica estadounidense, que ya ha empezado a especular con posibles candidaturas a los Oscar a pesar de que la cinta no irá a los premios de la Academia de Hollywood como la apuesta española.

“Si algo me han dado los 51 años que tengo es la posibilidad de ceñirme a las cosas fundamentales de mi vida; las expectativas son la madre de todas las frustraciones, y no quiero entrar en ese terreno. Pero si llega, encantado, muy bonito”, declaró el actor, que cruza los dedos para cerrar la financiación de su próximo proyecto: “Autómata”.

En un mundo ideal, según sostiene, la comenzaría a rodar en abril. “Pero la crisis no solo afecta a funcionarios y determinados colectivos. Afectó mucho al cine también”.