HOMENAJE EN AG ARTE

Obra inédita de Ricardo Supisiche

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Vieja. Fotos: Gentileza producción

De la redacción de El Litoral

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Este viernes quedó inaugurada la muestra “Obra inédita’’ de Ricardo Supisiche, un homenaje de AG Arte -Bv. Gálvez 1616- al destacado pintor/artista/maestro santafesino.

Supisiche ocupa un lugar destacado en la historia de la pintura argentina. Verdadero maestro de la plástica nacional, la región del Litoral lo eleva a la categoría de creador-fundante cuya obra devela el ADN del ser litoraleño.

De la pintura realista (estudio y entendimiento del lugar, de los seres y los objetos que lo rodean) llega a la síntesis trascendiendo el mismo lugar, los seres y las cosas. El mundo de Supisiche plasmado en sus obras nos sume en la soledad, en el misterio, en la sombra que acompaña al hombre hasta su fin; transformó para siempre nuestra mirada del litoral fluvial; creó fantasmas y mitos, horizontes y lugares, todos sumergidos en la grandeza metafísica que el genio-creador exploró hasta el cansancio.

La obra de Supisiche goza de una identidad tan propia que la hace única en el mundo; ¿con qué otra cosa sueña el hombre sino con llevar su mensaje a toda la humanidad? El verdadero arte, el que encarna y transmite la cultura de un tiempo y un lugar, perdura para siempre; de modo que es sólo cuestión de tiempo para que todo hombre con espíritu inquieto peregrine hasta llegar frente a la obra de Ricardo Supisiche.

OBRA INÉDITA

Los trabajos reunidos corresponden, en casi todos los casos, a obras que no han tomado estado público, es decir, nunca fueron expuestas en salones, galerías y que no participaron de exposiciones en conjunto.

Estas obras salen a la luz por primera vez en conjunto para realizar la muestra gracias a la generosidad de María Clara Supisiche (hija de Ricardo Supisiche) quien ha cedido temporalmente las mismas. Muchas de ellas corresponden a los últimos años de producción del maestro. Se trata de 12 óleos de mediano formato en perfecto estado de conservación a los que solamente se los ha enmarcado debidamente para ser presentados frente al público con motivo de este nuevo homenaje al maestro Ricardo Supisiche.

Transcribimos aquí textuales palabras de Supisiche acerca de: sus ideas, su trabajo, sobre el arte y el artista en general.

Los horarios de visita son de martes a sábados de 10 a 13 y de 18 a 21; para horarios especiales de visita o vista de grupo de estudiantes, escuelas e instituciones deberán comunicarse previamente para coordinar la misma al teléfono 456 4669 o comunicarse vía mail a la casilla [email protected]

/// análisis

Supisiche

Por Ricardo Supisiche

De tener que relacionar arte y vida en una definición, la propondría en los siguientes términos: así como no habría sonido sin silencio, ni luz sin sombras; del mismo modo que necesitamos del oscuro para sentir la presencia del claro, así creo que para el hombre no podría ser la vida sin arte, como tampoco podría ser el arte sin vida.

En general, se llama pintores americanos a los que parten del arte indígena y pintan frecuentemente valiéndose de colores terrosos. Yo, que no pertenezco a ese grupo de pintores, creo sin embargo serlo pues mi pintura tiene mucho que ver con el lugar en que vivo (aunque no lo describo), con su color, su luz, sus habitantes, las supersticiones y los miedos que los sacuden, etcétera. Creo que mi pintura es un producto de este medio litoral y que, por ende, tiene el espíritu de esta parte de América.

Nunca me propongo crear un nuevo cuadro o una nueva obra. Simplemente, lo encuentro a través de un juego un tanto doloroso que practico con frecuencia, y que consiste en poner en marcha mi imaginación, moviendo en el plano distintas formas de maneras disímiles y sin preocuparme de que sean o parezcan determinada cosa. Es así cómo, de repente, empiezan a aparecer las imágenes...

Respecto de aquella discusión sobre si el verdadero arte debe trascender de lo particular a lo universal, o en sentido inverso, se me ocurre pensar que Gutiérrez Solana y Picasso son universales, pero antes que eso son españoles. Lo mismo pasa con Braque y otros en Francia, o con Carrá y Sironi, en Italia. Es decir, que han trascendido de lo particular a lo universal, y así creo que debe ser. Lo otro, me parece una especie de “esperanto pictórico”: es universal, pero no tiene cuna.

Cada cuadro es una aventura y debe tener el misterio trascendente de una aventura. Cuando aparece el misterio, “eso” que está allí, pero que uno no ha puesto del todo sino que ha aparecido sin que pueda atribuirse a ciencia cierta por qué, entonces el cuadro comienza a engrandecerse y se convierte en la gran aventura. Es el cuadro. Porque el artista impregna inefablemente cada una de sus obras con sus ideas, sus pensamientos, su sensibilidad. Cuando él siente que una mancha, una forma, es determinada cosa, la mancha, la forma, es “esa” cosa. Así también cuando esos espacios le parecen habitados, transmite el mismo sentimiento al contemplador. Es que, en definitiva, él es el primer habitante de su obra.

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La lagunita

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El dueño de la noche