Catalina Narváez

Presidenta de la Asociación Familiares de Víctimas.

Nació el 2/3/53 en Santa Fe y siempre vivió en Santa Rosa de Lima. Está casada, tiene seis hijos y 15 nietos. “Cuando me matan a mi nieto y a Nilda Bovier su hijo, creamos la asociación”, relató. Desde su fundación, en 2007, es la presidenta. Además es enfermera en el centro de salud de su barrio.

Foto: Archivo El Litoral/Néstor Gallegos

1 / ¿CÓMO VE A SANTA FE?

Como trabajo en salud y con el tema de la inseguridad, veo todo en función de la inseguridad que tenemos y de la insensibilidad de la gente hacia el otro, incluso hacia los chicos. Cada uno se está acostumbrando a cuidar lo suyo, sin importarle los otros. Como presidente de una asociación de familiares de víctimas, veo que todos somos víctimas. Sin embargo, no nos interesa lo que le pasa al otro. Tiene que pasarte algo muy terrible para involucrarte. No tenemos un proyecto contra la inseguridad ni contra el maltrato infantil porque nadie se involucra. Por otra parte, a la ciudad la encuentro mejorada, pero siempre en el sector donde está la gente que tiene plata. Es muy poco lo que se ha hecho en los barrios. En Santa Rosa, donde vivo y trabajo, se iniciaron cloacas y lo único que hicieron fue destruir más las calles, sin haber logrado el objetivo.

Me cuesta pensar en cosas buenas cuando es tanto lo que nos falta... Creo que la cultura es lo que más se ha dado en este gobierno, aunque todavía en los barrios no hay acceso. Tenemos la posibilidad de ir al teatro, a la Recoleta, al casino. Hay lugares para llevar a los chicos y hay más opciones culturales para disfrutar. Calle San Martín ha mejorado bastante y tenemos una Costanera hermosa, donde uno puede pasear y es un lugar al cual todos tenemos acceso, está disponible para todo público. También veo bien que se hayan recuperado algunas plazas y parques. Cuando tengo tiempo libre, me gusta llevar a mis nietos al Parque Garay, que lo veo mucho mejor. Es un espacio que se puede disfrutar en familia y sin pagar. También veo como algo positivo que hayan sacado las rejas de Casa de Gobierno y que nos hayan atendido, aunque no nos dieron soluciones.

Primero, la inseguridad. También el maltrato infantil: que alguien se haga cargo porque esos chicos no tienen ningún amparo. Aunque no tengamos estadísticas, el maltrato existe, pero no se quiere dar a conocer. También tendría que cambiar el Poder Judicial porque no le da soluciones a la gente. Tendríamos que tener derechos humanos para todos: que a nosotros y a las víctimas nos amparen las mismas leyes que a los delincuentes. Nuestras víctimas tendrían que tener los mismos derechos que las de lesa humanidad. Creo que ahora tenemos más víctimas que durante la dictadura y sin ningún amparo. Pero lo que más me enloquece es el tema de los chicos porque si los perdemos, no nos queda nada, no hay más futuro. Yo no puedo estar peleando por un proyecto de ley contra el maltrato, cuando eso tendría que haber salido de quienes corresponde.

Todo mejoraría en nuestra sociedad si empezamos a recuperar a los chicos, que son el futuro. El gobierno tendría que tener instalaciones para protegerlos, sacarlos de la calle o de las familias que los maltratan. Contar con un lugar donde recuperarlos: no una cárcel, sino un lugar con amor. Sacaría una ley responsabilizando a los padres: los pibes no tienen que salir a la calle para traer un mango, sino los padres. Y si un menor comete un delito, el padre tiene que responsabilizarse. Los chicos salen delincuentes del seno familiar. Los tres poderes del Estado tendrían que trabajar juntos. El chico que entra a un Juzgado de Menores como un pequeño delincuente, se termina convirtiendo en profesional en homicidio. ¿Qué pasó en el medio? Ya el primer hecho tiene que llamar la atención para actuar, pero no hay un seguimiento para que no vuelva a cometer un error.