Así no se puede seguir jugando

Hay que restaurarlo o hacer uno nuevo

Colón fue vulnerable en defensa, irresoluto en el medio e inexistente en ofensiva. Sin respuestas adentro y sin reacción desde afuera.

Hay que restaurarlo o hacer uno nuevo

El sufrimiento del “Bichi”. Fuertes no puede solo Lejos de usar el poder de fuego goleador, Colón lo está “arruinando” al “Bichi” Fuertes con pelotazos inentendibles para un delantero de casi 39 años que sólo debiera terminar las jugadas en la “18”. Pero este equipo juega mal y lo hace jugar mal al “20”. La foto refleja el momento de “Bichi” en Colón: resignado y en soledad, mientras Boca festeja. Foto: Pablo Aguirre

 
 

Darío Pignata

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Hay que hacer algo con Colón. Urgente, ya mismo. No se puede seguir jugando así en Santa Fe. Con cero actitud, con nada de ideas, subestimando la táctica y olvidando directamente la técnica. En levedad, lo de anoche fue igual o peor que el clásico. En la semana, Prediger —uno de los pocos junto al “Bichi” que zafa por las ganas— había arengado: “El partido más importante ya lo perdimos, no podemos perder el otro”. Lo perdió casi igual Colón: sin reacción adentro por el bajísimo nivel de los jugadores y sin reacción afuera desde la banca.

Hay cosas que son responsabilidad de Sciacqua, pero hay otras que vienen de arrastre. Haber ganado apenas tres partidos en Santa Fe sobre 16 juegos en el año calendario tiene varios responsables y no sólo Marito. Se sabe que se complicó la localía en el fútbol argentino, pero a Colón se le va la mano por no mover los pies: es una máquina de perder partidos ante su gente que viene reventando la cancha casi siempre. Jugó 16, ganó 3, empató 4 y perdió 9. Increíble, nunca visto. Se complica el presente y se está rifando la historia. Un cachetazo al mote del estadio, un desconocimiento inaceptable para lo que es la leyenda del Cementerio de los Elefantes.

Hoy el fútbol profesional es un abanico cada vez más amplio y complejo, pero con demasiadas oportunidades para sacar adelante una empresa llamada “partido”. Se puede ganar jugando, corriendo, metiendo, cambiando la táctica, explotando la técnica. Colón se olvidó de todos los caminos. O casi todos. Ni siquiera toma los atajos. Se puede rescatar la soledad de Prediger en el medio y la vergüenza deportiva del “Bichi” corriendo a los 39 años en la noche de los mil y un pelotazos sin sentido.

Frente a Boca, a unos jugadores les quedó grande el puesto y a otros les quedó grande el partido, pero hay algo más importante: a algunos jugadores les queda demasiado grande la camiseta de Colón.

Con 4 puntos sobre 15, cualquier cálculo de protagonismo se va al tachito de la basura. Porque ser protagonista es pelear arriba y hacer números hasta el final. No se puede ser protagonista estando quinto —Tigre y Belgrano juegan entre sí: si empatan, los dos alcanzan a Colón con 18; el que gana, lo pasa y lo manda al sexto lugar— a diez puntos de la punta.

Hasta hace un par de fechas, todo el mundo usaba la gastada frase de “Colón luce mucho mejor en la tabla que en la cancha”. Ahora, con la punta cada vez más lejos, la tabla empieza a mostrar y darse la mano con lo que se ve —o mejor dicho no se ve— en la cancha.

Además, no se entiende a qué quiere jugar en Santa Fe. ¿Presiona, ataca, se defiende? No se sabe. Porque arranca coronando la ficha de Pozo con cuatro defensores y dos volantes netos de marca. Sin embargo, con siete jugadores de responsabilidades ofensivas, Colón es vulnerable: le hacen dos goles, le pegan en el caño y le llegan varias veces más.

Vamos al otro extremo: termina jugando con un enganche recostado al carril (Mugni) y tres puntas (González, Fuertes y Lesman). Son cuatro jugadores de neto corte ofensivo. ¿Cuántas veces lo hizo revolcar a Orion? Pocas, casi nada.

El Colón que arranca con Pozo más seis defensores parece amarrete. El Colón que termina con cuatro atacantes parece ofensivo. Conclusión: no hay equilibrio, se pasa de un extremo al otro sin término medio. Si Colón está perdiendo y necesita abrir la cancha: ¿para qué fueron dos “4” juntos al banco como Barraza y Quilez, jugadores más técnicos que un limitado Candia?

Luque está en los Juegos, Higuaín expulsado y a Chevantón el miedo escénico obliga a demorarlo hasta el domingo en Córdoba. Leandro González no está. Y a Fuertes lo matan a pelotazos.

El banco se llena con Mugni, Alario, Lesman. Eso no es Pertenencia, éso es obligación y no convicción. Así y todo, ningún chico es mucho menos que algún grande. Mucha gente, resignada, se va antes. Es un parto verlo a Colón en casa. Hay que cambiarle la cara al equipo de manera urgente y refundarlo. Se lo puede restaurar con otros nombres —Costa, Higuaín, Chevantón y Luque cuando vuelva— o hacer uno nuevo cambiando el dibujo táctico y buscando otra estrategia. Hay que hacer algo con Colón. No se puede seguir jugando así en Santa Fe.

/// SÍNTESIS

COLÓN 0 BOCA 2

Colón: Diego Pozo; Salustiano Candia, Maximiliano Pellegrino, Ronald Raldes, Pablo Lima; Iván Moreno y Fabianesi, Adrián Bastía, Sebastián Prediger, Bruno Urribarri; Leandro González y Esteban Fuertes.

DT: Mario Sciacqua.

Boca Juniors: Agustín Orión; Facundo Roncaglia, Rolando Schiavi, Juan Manuel Insaurralde, Clemente Rodríguez; Diego Rivero, Leandro Somoza, Walter Erviti; Cristian Chávez; Pablo Mouche y Nicolás Blandi.

DT: Julio Falcioni.

Goles: en el primer tiempo, a los 14 minutos, Blandi (BJ). En el segundo tiempo, a los 18, Blandi (BJ).

Cambios: en el primer tiempo, a los 26 minutos, Lucas Mugni por Urribarri (C). En el segundo tiempo, a los 24, Germán Lessman por Bastía (C); a los 28, Nicolás Colazo por Erviti (BJ); a los 32, Orlando Gaona Lugo por Mouche (BJ) y, a los 45, Matías Caruzzo por Blandi (BJ).

Cancha: Colón.

Arbitro: Juan Pablo Pompei.

9

Derrotas

Las que suma Colón en Santa Fe en lo que va del año jugando de local. Ante su gente, en el Cementerio de los Elefantes, perdió más de la mitad de los partidos que disputó. Concretamente, de 16 cotejos en casa, perdió 9, empató 4 y apenas ganó 3. Los números explican el mal humor de sus hinchas.

Hay que restaurarlo o hacer uno nuevo

De este gol errado... Cerró los ojos para cabecear La foto, esta vez, habla por sí misma. El centro-atrás de Iván Moreno encontró a Leandro González adentro del área chica —observar los pies y la línea de cal— y sin marcas. De manera poco creíble, el ex punta de Olimpo y Estudiantes no acertó el cabezazo. Era el 1 a 0 para Colón. Foto: Pablo Aguirre

Hay que restaurarlo o hacer uno nuevo

...A este gol en contra. Abrió la boca para festejar Blandi, que parece tenerlo de hijo a Colón, aprovecha la segunda pelota que le queda y pone el 1 a 0. El delantero que debutó anoche como titular ya le había hecho dos goles con la camiseta de Argentinos y repitió el doblete anoche reemplazando a Viatri. Foto: Flavio Raina

 

BAJO LA LUPA

POZO (4): quedó a mitad de camino en el primer gol, sin leer como venía la jugada ni tomar ninguna decisión para intentar cortar el centro o molestar a un Blandi en soledad. En el otro, nada que hacer.

CANDIA (3): con impensadas dificultades para marcar las subidas y con previsibles limitaciones para intentar ser salida del equipo por el andarivel derecho por cuestiones obvias.

RALDES (4): exageradamente lento, sin hacer pie en un terreno excelente desde arriba pero rápido por abajo. Lo dejaron en soledad a Blandi en los dos goles. Inadmisible.

PELLEGRINO (4): podría tener medio punto más que Raldes por todo lo que sacó de arriba, pero también cometió errores conceptuales en los dos goles de Boca.

LIMA (3): se supone, por la cantidad de tiros libres y tiros de esquina que le dan, es que ratifica en los entrenamientos su excelente pegada. Pero no debe usarla para tirar pelotazos, pelotazos y pelotazos. Por su lado, nacieron los dos goles de Boca.

MORENO (4): siendo uno de los pocos que puede presionar, quitar un balón en la salida rival y complicar, sólo le quedó la entrega física. Muy bajo el español.

PREDIGER (5): aún habiendo bajado su nivel, le alcanza para ser el mejor al lado de sus compañeros. Con poco: por lo menos es capaz de sacarse dos rivales en una misma jugada.

BASTÍA (4): dejó, desde la entrega y la vergüenza, más que otras veces. Pero no se trata de correr para que te hagan el “loquito” sin sentido. No sirve para nada.

URRIBARRI (4): no se acomodó nunca, se lo vio impreciso y el arranque del primer gol es el reflejo: pelotazo de Erviti, no estaba donde tenía que estar y le hicieron el 2-1 a Lima.

LEANDRO GONZÁLEZ (3): venía de “comerse” dos mano a mano fatales en La Paternal y ayer agregó un nuevo capítulo: falló un cabezazo solo en el área chica con el partido 0 a 0. Después, tiró otra al Fonavi. No inquieta.

FUERTES (4): llegó el tiempo que el equipo piense en cómo salvar a Fuertes y no como era antes. Le viven tirando pelotazos a un tipo que está por llegar a los 39 años. Así, imposible.

MUGNI (4): es enganche y lo pusieron por la banda. Mostró ganas y la pidió, pero no cambió la historia el pibe.

LESMAN (4): intentó sorprender a Orión por arriba desde lejos. Aportó sólo eso.