Lo que dejó la merecida victoria en Bahía Blanca

Unión necesita lo que no abunda

Más allá del esquema, la discusión es saber si Kudelka pondrá el lunes un delantero neto y si con ello logrará la contundencia ofensiva que le ha faltado a través de sus puntas.

Unión necesita lo que no abunda

Capitán y goleador. Juan Pablo Avendaño -en la imagen, abajo de todos sus compañeros en el festejo del gol contra Olimpo- no sólo es el capitán y referente del equipo sino que además fue el autor del tanto en el fundamental triunfo en Bahía Blanca, con otra aparición letal en el área rival. Foto: Télam

Enrique Cruz (h)

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El reciente éxito en Bahía Blanca, desde una humilde óptica, no sólo le brinda aire a la decisión de Kudelka de modificar el esquema sino que, además, pone otra vez en evidencia que el equipo ha conseguido un crecimiento en varios aspectos pero sigue sin encontrar la contundencia suficiente (léase un goleador).

La realidad indica que en 12 fechas, solamente un delantero (Barrales) y en una sola oportunidad (el partido ante Banfield), pudieron llegar al gol. Y en este aspecto radica el déficit principal de un equipo que más allá de los picos de rendimiento (partidos buenos, como el clásico, y otros flojos, como el de All Boys) deja en claro su intención de ser equilibrado, de jugar de igual a igual en todas las canchas y ante cualquier rival y de estar a la altura de las circunstancias, dentro de una categoría en la que, casi siempre, a los equipos ascendidos le costó muchísimo hacer pie y acostumbrarse al cambio de divisional, a veces hasta poniendo en serio riesgo la permanencia desde el mismo inicio de la temporada.

Daría la impresión de que el “problema” de Unión deja de ser la discusión sobre el esquema, pasando a ser la de encontrar un hombre fuerte en la definición. El tema es que Kudelka no lo ha encontrado con quienes utilizó y ahora buscó, frente a Olimpo, hacerlo con jugadores ofensivos pero sin gravitación adentro del área.

Que es posible ganar partidos sin delanteros, es una realidad y Unión lo experimentó en Bahía Blanca. Pero que es el camino más difícil y complicado también, porque naturalmente los que deben definir son los delanteros y no se puede esperar que un defensor o un volante, por más llegada que tenga, aporte soluciones en todos los partidos.

La cuestión no pasa por preguntarse cuántos puntos más tendría Unión si es que algún delantero hubiese mostrado contundencia, porque puntos más o menos, estos 17 que acumula el equipo son los que se merece. La cuestión es poner un delantero neto, con capacidad para moverse adentro del área y con aptitudes propias y naturales de definición. No fue Quiroga en su momento y tampoco aportó gol Barrales en la medida de lo esperado, pero están Pablo Magnín, Fabricio Nuñez o más atrás Nicolás Amerise, un jugador de gran porte físico al que en algún momento se deberá probar y aprobar o rechazar, pero dándole oportunidades. Ni Soto Torres (un media-punta, cuánto mucho, con un fútbol agresivo pero sin las condiciones natas de un delantero), ni mucho menos Rosales ni tampoco el Flaco Pereyra (movedizo, generoso en el despliegue y hasta útil para generar juego, pero con las mismas características que Soto Tores), son jugadores aptos para garantizar, al menos, presencia adentro del área.

Unión es un equipo que intenta ser lo más equilibrado posible y al cuál su técnico le ha dado ahora la posibilidad de sumar un jugador más para disponer de un mayor tiempo de la pelota. A Rosales -candidato siempre a hacerse del balón- se le suman Sarmiento, Montero, Velázquez y Pereyra, suponiendo que el Flaco siga en el equipo y que el esquema no se cambie. Pero a ellos se les debe agregar un habitante del área rival que se sienta cómodo y entienda de qué manera debe trabajar allí adentro para capitalizar el juego de sus compañeros, algún desborde e inclusive el error siempre posible del rival. Y contra Olimpo, Unión no puso un jugador de esas características, salvo en la parte final, cuando se decidió por un Fabricio Nuñez que tampoco da la impresión de ser un centroatacante nato, sino un delantero con movilidad.

En consecuencia, Unión está necesitando lo que en el fútbol no abunda (un goleador) y que su plantel, al menos hasta ahora, no muestra. Pero generalmente, los goleadores son los delanteros. Y por lo pronto, habría que seguir en la búsqueda individual de aquél que consiga tener esa contundencia que le ha faltado a los que mayor tiempo y chances tuvieron de jugar.

Por eso, creo que Kudelka, conocedor minucioso de las condiciones y potencialidad de su equipo, sabedor de que tranquilamente puede cambiar un esquema exitoso como el 4-4-1-1 que se desdobla en 4-2-3-1 cuando ataca porque los jugadores son capaces de responderle, debe continuar en una búsqueda que hasta parece más “individual” que “funcional” de alguien que aporte gol. ¿Es el momento de Pablo Magnín?, todo parece indicar que sería una opción válida para jugar el lunes ante Tigre.

Probablemente, los siete partidos que faltan puedan ser determinantes también para que el técnico piense en qué refuerzos podrá sumar al final del Apertura. El año pasado, a esta altura, se hablaba de dar un salto de calidad y se apostó a Soto Torres y a Fioretto, pero ninguno de los dos se consolidó como titulares. Pensar en un delantero goleador debe ser la ambición de cualquier hincha rojiblanco y, probablemente, la del técnico también. El tema es: ¿hay en el mercado? Difícil, salvo alguna situación contractual o conflictiva que pudiere suscitarse, o de la de algún jugador “tapado” o que no forme parte de los planes del técnico de su equipo y que desee un cambio de aire para tener, en Unión, las chances que le faltan en su institución. Pero es difícil que un club se desprenda fácilmente de algo que, evidentemente, no abunda en el fútbol argentino, que son los goles.

Atlético de Rafaela, por ejemplo, ha juntado 10 goles entre sus dos delanteros. Y esquemas distintos al margen, allí está una de las diferencias a favor que hoy establece el equipo de Trullet sobre el de Kudelka. Rosales hizo 4 goles, pero el que le sigue es Avendaño con 2 y sólo Barrales, como apuntamos y con un solo tanto, es el delantero que se anotó en el arco de enfrente. Una realidad evidente.


Vera por Erramuspe

Teniendo en cuenta las cinco amarillas de Rodrigo Erramuspe, que lo dejarán afuera de este encuentro ante Tigre, Darío Kudelka dispondrá, con seguridad, el ingreso de Renzo Vera en su reemplazo, mientras que el “Changuito” Cárdenas podría integrar el banco de relevos, también restablecido de su lesión.

Mientras tanto, habrá que aguardar si Pablo Magnín o Fabricio Núñez tienen la chance de jugar de entrada. En ese caso, el candidato a salir es Matías Soto Torres.

El resto del equipo tendría la misma estructura, aunque dependerá del trabajo de la semana. Es factible que Kudelka mantenga el esquema, aunque hay algunos jugadores que no atraviesan un buen momento.

Se recuerda que este partido ante Tigre será el primero de los dos consecutivos que tendrá Unión como local. Luego recibirá a Newell’s, todavía sin fecha definida, algo que posiblemente quede resuelto hoy en AFA.

 

Dirige Beligoy

El partido del próximo lunes, a las 17, en el 15 de Abril, ante Tigre, será dirigido por Francisco Beligoy. El plantel de Kudelka retornó esta tarde a los entrenamientos, en Casasol, y tiene previsto practicar a partir de mañana en horario matutino y en las instalaciones del Sindicato Argentino de Televisión, en Arroyo Leyes. La última práctica será el domingo por la tarde, en Casasol, lugar en el que se concentrará a la espera del encuentro con los de Victoria, otro de los rivales directos en la tabla de promedios.