Una encrucijada del “modelo”

Se achica el horizonte industrial

La producción fabril usa casi toda la capacidad instalada. Sin inversiones suficientes para expandir la oferta de bienes, y con el temor de los efectos de la crisis internacional, plantea un desafío para sostener el crecimiento económico.

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La ministra Débora Giorgi tiene el desafío de convencer a los empresarios para expandir las inversiones productivas. Las cifras en el rubro crecen menos que las de la demanda. Foto: Archivo El Litoral

 

De la redacción de El Litoral

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DyN

La producción industrial creció en septiembre 5,1 % respecto al mismo mes del año pasado y acentuó la desaceleración insinuada en meses previos. Aún así la capacidad fabril en uso está en el orden del 83,6 % -el mayor nivel desde 2002- lo que pone al sector en una encrucijada de crecimiento.

Son las cifras oficiales del Indec las que reflejan que la actividad fabril crece menos, y que si se supera la crisis debería haber inversión para volver a crecer. Pero no hay inversión suficiente para expandir la capacidad productiva y por otro lado la demanda parece enfriarse por la crisis, lo que se refleja particularmente en el sector de los autos.

Con respecto a agosto, la actividad manufacturera mejoró 0,6 %; desde enero el sector se expandió 7,9 % y en el tercer trimestre cerró con un crecimiento de 5,7 % respecto al mismo período de 2010. La desaceleración se viene observando desde el inicio del año.

Este comportamiento está vinculado en particular al sector automotor, que pasó de crecimientos del orden del 20 por ciento a principios de año a una suba más moderada de 7,2 por ciento en setiembre. Las compañías del sector debieron ajustar sus planes de producción a la nueva realidad económica internacional que implica una menor demanda.

Mejor la construcción

El conglomerado de empresas que se dedica a la elaboración de insumos para la construcción creció en septiembre 9,9 por ciento, a partir de subas de 16,5 por ciento en cemento, 0,5 por ciento en vidrio y de 9,2 por ciento en el resto de los materiales.

Esta cifra está por arriba de los promedios, pero no es el tipo de inversión que más celebra el “modelo”, ya que una vez terminada la construcción, el capital invertido no “reproduce” en términos económicos sino que se capitaliza como bien social o como renta.

Por su parte la siderurgia subió 5 por ciento, a favor de mejoras de 4,5 por ciento en la producción de acero crudo y de 7,2 por ciento en aluminio. La producción alimenticia aumentó 3,2 por ciento, con crecimientos de 11,3 por ciento en lácteos, 6,3 por ciento en carnes blancas.

Estos progresos se compensaron con bajas de 1,2 por ciento en carnes rojas, 1,9 en molienda de cereales y 6,4 por ciento en azúcares. El sector de papel y cartón exhibió un saldo favorable de 6,5 por ciento y la producción de productos químicos subió 4,9 por ciento por avance de 8,1 por ciento en agroquímicos.

La refinación de petróleo aumentó 1,8 por ciento, suba que no pudo atenuar el declive anual que en el acumulado desde enero mantiene una retracción de 5,2 por ciento. La industria textil sufrió una caída de 4,2 por ciento durante septiembre.

Correcciones

El presidente de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, Adelmo Gabbi, dijo que “hay que hacer algunas correcciones para atraer inversiones” para que la gente no siga comprando dólares. Consideró que Hernán Lorenzino sería “un muy buen nombramiento” como nuevo ministro de Economía y planteó que el país “tiene que volver a entrar al mercado de crédito” para crecer. Argentina es uno de los países que menor riesgo de deuda tiene en el mundo”.


Marcó del Pont abre el paraguas

La presidenta del BCRA pidió a bancos nacionales que no retraigan el crédito a la producción, en especial a las Pymes. Mercedes Marcó del Pont busca evitar que por la crisis internacional y la fuga de capitales, los bancos se prevengan de una caída de los depósitos y suban desmedidamente las tasas.

Marcó del Pont recibió durante media hora en su despacho a una comitiva de la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba), encabezada por su presidente y titular de Banco Macro, Jorge Brito. Asistieron además los vicepresidentes Antonio Garcés (Galicia), Eduardo Elsztain (Hipotecario) y Jorge Stuart Milne (Patagonia).

La autoridad monetaria busca evitar lo que sucedió en 2009. Para hacer frente a los coletazos de la crisis global, pidió seguir inyectando fondos en la economía para asegurar que no falte el crédito. El objetivo es no afectar el nivel de actividad, ni el de empleo.

El lunes, Adeba respondió “con entusiasmo” a la convocatoria a la unidad nacional que realizó la presidenta de la Nación tras su triunfo electoral y se puso “a su disposición para colaborar en ese propósito”.

Una cuestión de velocidades

El gobierno puede argumentar que la inversión alcanzó en el segundo trimestre el 24,9 % del PBI, y que el rubro de maquinarias y equipos convocó más que la propia construcción. También que aumentó más la producción fabril que el uso de la capacidad instalada. Sin embargo la expansión de la oferta crece menos que la demanda.

El problema es que si la industria no sustituye importaciones, y las importaciones están “obturadas” por el secretario de Comercio, no hay oferta para atender todo lo que demanda el consumo. Y entonces sobra plata circulando, que se va al dólar o a depósitos con tasas altas alentadas para evitar la presión sobre el tipo de cambio.

Según señaló el economista Fausto Sporturno a El Cronista, la oferta fabril crece al 4% mientras el gobierno fomenta un crecimiento del consumo al 30 %. Si el consumo no tiene qué comprar, la plata busca otro destino (el dólar) o bien alienta la inflación.

Según la encuesta de expectativas del Indec, sólo 10,4 % de los empresarios cree que la demanda en el consumo interno va a bajar, en tanto que 58,3 % dice que las exportaciones se mantendrán y otro 26,1 % dice que crecerán. Pero el optimismo no se traduce -paradójicamente- en nuevas inversiones para atender la demanda.