/// el rincón de la lij (*)

Animarse a decir

María Luisa Miretti

No resulta fácil abordar ciertos temas tanto en la oralidad como en la escritura, ya sea para no caer en melodramas, en lugares comunes o en expresiones burdas y ñoñas que los chicos olfatean al instante y que lejos de ayudar pueden entorpecer la intencionalidad de un mensaje.

Para niñas y varones se pone difícil la decisión a la hora de afrontar temas considerados tabúes: sexo, muerte, relaciones vinculares. Sin embargo la literatura como lectora del mundo, ha demostrado a través de los tiempos, que cuando las buenas intenciones guían las palabras es posible lograr una poética especial que dice mucho más de lo que enuncia.

En “Sólo tres segundos”, Paula Bombara nos enfrenta con absoluta madurez intelectual al terreno de la muerte, pero lo que es más difícil aún, a las competencias absurdas de los jóvenes a la hora de querer lucir ciertas hazañas para ‘presumir’, sin medir los límites o las profundidades de lo que enfrentan.

En la ocasión y con un planteo de extraordinaria solidez temática y autoral, una de las jóvenes sobrevivientes es la encargada de relatar los trágicos sucesos en los que han perdido la vida sus mejores amigos.

La adolescencia en toda su plenitud y la complicidad escolar dan paso al dolor y la angustia, a partir de un hecho de aparente trivialidad pero trágico.

La vida escolar, sus códigos, las picardías, las ansiedades, cierto pudor a la hora de reprobar cuando la soberbia pareciera ganar la partida porque la juventud imponía llevarse el mundo por delante, se topan trágicamente con la mueca del destino que, implacable, marca y decide.

El recuerdo se diluye junto con las ilusiones y los proyectos, y lo acontecido acelera una madurez extrema, en nuevos comportamientos, actitudes y formas de pensar.

Duro y reflexivo al mismo tiempo, es una historia adaptada de la vida real, que se condensa en la voz de una de las sobrevivientes, ideal para analizar y debatir con los jóvenes.

(*) literatura infanto juvenil