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Crónica de un intento de coima policial

Néstor Pedro Vittori

Habitualmente viajo a la provincia de Entre Ríos con mi camioneta y un trailer para transportar caballos. Voy al campo de mi yerno, al que llevo o del que traigo caballos. En el camino debo trasponer tres controles policiales, el primero o el último -según se mire- está instalado en el lado entrerriano del túnel subfluvial; el segundo, en Nogoyá, y el tercero, en el cruce de la Ruta 6. En estos dos últimos he recibido siempre un trato normal, y hasta de colaboración cuando así lo he requerido por algún motivo.

En cambio, el puesto policial del túnel, reiteradamente ha sido un punto de conflicto, no solamente respecto de la verificación de las posibles infracciones, sino también en cuanto a la interpretación de la normativa vigente. Allí he experimentado el abuso de amenazas de retención del vehículo, como modo de amedrentamiento, en contradicción con la normativa vigente, como así también la retención de documentación -el carné de conductor o la tarjeta verde- por parte del agente interviniente, en la picardía de que sin ambos elementos se habilitaría la retención del vehículo.

El pasado 18 de octubre, viniendo hacia Santa Fe, fui verificado en el puesto policial de referencia, donde se me pidió la siguiente documentación: carné de conductor, tarjeta verde, seguro del vehículo de tracción, seguro del trailer, cédula de habilitación de Senasa y las libretas sanitarias de los cinco yeguarizos transportados, lo cual fue satisfecho debidamente por así corresponder.

Superado este requerimiento, se verificaron las luces de la camioneta y del trailer y su debido funcionamiento, como así también las baguetas reflectoras traseras, el indicador de velocidad máxima del trailer y las baguetas reflectoras en la camioneta.

A continuación, fui invitado a descender de la camioneta y dirigirme a una oficina dentro del puesto policial, donde se me impuso que por la falta de baguetas reflectoras laterales en el trailer, me correspondía la aplicación de una multa de 712,30 pesos, sanción que se podía arreglar con mucho menos.

Ante esa circunstancia solicité la intervención del jefe del destacamento a quien le impuse del tratamiento recibido, procediendo éste a labrar el acta de infracción correspondiente.

Sin perjuicio de la enormidad de la multa en proporción a la falta, y lo irregular del procedimiento, coincidiendo con idénticas experiencias anteriores, y con variaciones en otros aspectos, como discriminación hacia los vehículos provenientes de otras provincias, en transportes críticos, y vista gorda hacia los vehículos radicados en Entre Ríos, pienso que más allá del engorro que significaría el doble control, la provincia de Santa Fe, debería considerar la instalación en la boca santafesina del túnel, de un sistema de control semejante, de modo de corregir estas discriminaciones y asimetrías que conspiran contra el transporte normal y generan costos adicionales a la hora de competir en dicho mercado. Ello, sin perjuicio de los inconvenientes que provocan las sobreactuaciones policiales interesadas en el transporte particular.