“Nick! Tu ciberaventura musical”

Amigos conectados en la era digital

Amigos conectados en la era digital

Maby (Tatiana Escobar) sostiene la llave con el Nick, escoltada por Xiomara (Daniela Celeste Romano), Nacho (Federico Wild) y Daniel (Maximiliano Antas).

Foto: Gentileza producción

El domingo a las 20, en ATE Casa España, regresa la comedia musical infantil creada por Operetas Sólo Musicales, una de las novedades de la última temporada invernal.

 

Ignacio Andrés Amarillo

[email protected]

Hay una larga discusión sobre los espectáculos para niños. Los más mordaces comentan que aquellos padres que no van al teatro pretenden de un día para otro que sus hijos se entretengan con un espectáculo teatral... y así eligen. Lo cierto es que más de una vez se ha apostado por la “chantada” en lo que respecta a espectáculos infantiles, especialmente en la temporada de vacaciones de invierno.

Gustavo Palacios Pilo ha tenido más de un dolor de cabeza discutiendo este tema con colegas, y decidió resolver el debate por demostración. En “Nick! Tu ciberaventura musical”, Operetas puso toda la carne en el asador, con la fórmula que les dio resultados en el pasado (libro y dirección de Palacios, composición y dirección musical de Juan Candioti), sumando una puesta visual llamativa y coreografías de Juan Cruz Mordini, algo ausente en las mayoría de las producciones del equipo.

Chicos enchufados

La historia está protagonizada por el inventor Nacho (Federico Wild), que pretende lucirse en una feria de ciencias con su “translator mudansum” (sic), un cucsifae que permite introducirse al ciberespacio (¿alguien se acuerda de “Tron”?). Pero el invento le será copiado por su rival Maby (Tatiana Escobar), una niñaja algo detestable que extrae la información a través de Daniel (Maximiliano Antas), un inocentón que la va de amigo pero está secretamente enamorado de la muchacha.

Un mal uso de los recursos informáticos por parte del profesor Ñacañam (Fabio Sosa) termina generan al Virux (así, con X, el mismo actor), una criatura informática que secuestra primero a la hiperconectada Xiomara (Daniela Celeste Romano) y luego a la propia Maby, que no tiene demasiada idea sobre cómo funciona el dispositivo. Así, Daniel y Nacho deberán introducirse a la Red para rescatar a la chica (más de uno la dejaría allí dentro) y enfrentar al villano. La clave (literalmente) estará en el Nick, contraseña que permitirá volver al mundo real.

Imagen futurista

La obra, de unos 45 minutos de duración, se destaca por los números musicales, bien bailados, lo que demuestra la temporada de ensayo previo. Seguramente el público volverá a deslumbrarse (literalmente, no es una metáfora) por la puesta visual, apoyada en una planta lumínica robotizada, flashes, láseres y proyecciones sobre fondo y cortinados, para generar la artificialidad del mundo cibernético.

Por ahí la puesta parece pecar de exceso de “cancherismo” (en la onda de los personajes, en la ropa estrambótica de estos jovenzuelos del nuevo milenio) pero eso se funde en el gusto por el exceso del director, lo que termina siendo una humorada sobre el propio tema (las remeras con los logos de Facebook o Internet Explorer, por ejemplo).

Si bien la música de Candioti no es demasiado innovadora, es lograda en función del relato y de la estética general del espectáculo, incorporando géneros propios de las nuevas generaciones (reggaetón, hip hop).

Si algo se le podría objetar a la puesta es que, mientras que inicia con una sucesión de números musicales continuados, la resolución del nudo de la historia se aleja del formato del musical, con largos parlamentos y unas interacciones prolongadas de todos con todos.

Cuerpo vivo

Desde el punto de vista de los intérpretes, los tres protagonistas tienen oportunidad de lucirse, especialmente Antas, el más dotado vocalmente (tiene a su favor un par de canciones en solitario). Con Wild hacen una dupla bastante picaresca, útil a la hora de llevar el relato.

Del lado de los secundarios, es llamativa la presencia de dos veteranos actores del clan Palacios. Sosa (también asistente de dirección) ha crecido vocalmente en relación a producciones anteriores, y su desmesura se atenúa al considerar que se trata de un personaje virtual y un guiño villanesco para los más chicos.

En el caso de Romano, fundadora de Operetas y ya una figura reconocida en el género, disfruta de interpretar un personaje pequeño, que le permite hacer un personaje pelotazo y humorístico en el mundo real y colgarse mangas largas de gothic queen en el ciberespacio. Además, la canción de Xiomara (devenida en esclava del Virux) alcanza para mostrar que está por encima del nivel general en términos vocales.

Todo esto no funcionaría si no fuera por el trabajo del resto del elenco, que aporta frescura y logros escénicos: ellos son Maximiliano Sena, Leticia Longhi, Ariadna Bórtoli, Agustín Míguez y Dalila Rochia.

En definitiva, una oportunidad de pasar un rato agradable, y una oportunidad para los más chicos de ingresar al mundo del musical. Porque más allá de moverse en un entorno digital, el mensaje pasa por apagar un rato la PC, silenciar el celular y compartir el momento con la presencia física del otro... una de las claves del teatro, qué diantres.

+ información

www.nickelmusical.blogspot.com

Facebook/nick.elmusical