Italia

Cámara Baja votaba hoy el ajuste

y sellaba la suerte de Berlusconi

El Primer Ministro italiano se reunió este mediodía con su posible sucesor, Mario Monti.

De la Redacción de El Litoral

[email protected]

EFE

La Cámara de los Diputados italiana decidirá hoy sobre el proyecto de Ley de Presupuestos para 2012, que incluye algunas de las medidas más urgentes exigidas a Italia por la UE con el fin de tranquilizar a los mercados, tras lo que está previsto que el primer ministro, Silvio Berlusconi, presente su dimisión, poniendo fin al que ha sido su cuarto Gobierno, que inició el pasado 8 de mayo de 2008.

Berlusconi, invitó hoy a una comida de trabajo en la sede oficial de la presidencia del Ejecutivo al senador vitalicio Mario Monti, que se perfila como el principal candidato a sustituirle al frente de un posible Gobierno técnico, tras la esperada dimisión del mandatario.

La iniciativa partió del propio Berlusconi, tal y como asegura una nota difundida en la página del Senado de la República.

Según los medios de comunicación italianos, durante el almuerzo, en el que también participaron el secretario general del partido gubernamental Pueblo de la Libertad (PDL), Angelino Alfano, y el subsecretario de la presidencia, Gianni Letta, se abordó la situación política y la posible formación de un Ejecutivo técnico de transición.

Asimismo, señalaron que Berlusconi condicionará su apoyo a Monti para liderar ese Ejecutivo a que su brazo derecho, el propio Letta, forme parte del mismo.

Este almuerzo llega en un momento de tensión en el seno del PDL, dividido sobre su apoyo a un Gobierno técnico dirigido por Monti, y pocas horas antes de que la Cámara de los Diputados vote la Ley de Presupuestos para 2012, tras la que se espera la formalización de la dimisión del primer ministro.

Divisiones

La división en el seno del PDL cobró fuerza en las últimas horas, después de que Berlusconi abriera la puerta el pasado jueves a un Gobierno técnico durante una reunión con los senadores de su partido en la que aseguró que la presión de los mercados sobre Italia no permitía esperar meses para adoptar medidas.

Berlusconi señaló que la decisión final pertenecía al PDL, y así, mientras algunos de sus líderes apoyan a Monti como futuro presidente del Gobierno, otros se decantan para ese puesto por el actual secretario general del partido, Alfano, señalado en varias ocasiones por el mandatario como su sucesor.

Otra de las alternativas que plantean es la del economista y exjefe del Gobierno entre 1995 y 1996, Lamberto Dini, que además agradaría a la Liga Norte, socio gubernamental de Berlusconi y que hasta ahora había mantenido que las elecciones eran la única vía posible tras la marcha de su aliado.

Por otro lado, según el diario “La Stampa”, Berlusconi habría expresado a sus colaboradores su malestar por la evolución de la situación.

“Puedo aceptar todo, pero no el ser humillado antes de que haya dimitido con que se abran consultas con los portavoces”, habría dicho Berlusconi, según el diario, en referencia a la actuación del presidente de la República Giorgio Napolitano, verdadero artífice la transición política.

Antes de reunirse con Berlusconi, Monti se entrevistó con el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi y con el líder del principal partido de la oposición, el Partido Demócrata, Pierluigi Bersani.

Precisamente, Bersani ha sido uno de los políticos que han mostrado su apoyo desde el principio a la formación de un Gobierno de Monti, al igual que lo ha hecho el llamado Tercer Polo, que agrupa a tres partidos de la oposición de centroderecha.

Cámara Baja votaba hoy el ajuste y sellaba la suerte de Berlusconi

El economista y excomisario europeo Mario Monti, favorito para convertirse en primer ministro en sustitución de Silvio Berlusconi. Foto: EFE

/// análisis

Hubert Kahl y Takis Tsafos - DPA

Para Lucas Papademos ahora comienza una etapa compleja en su vida. Su nombramiento como primer ministro se registró con cierto alivio en Grecia y entre sus socios de la Unión Europea (UE), pero el experto en finanzas se enfrenta a verdaderas tareas titánicas.

El ex vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), que no pertenece a ningún partido, tiene que realizar en pocos meses lo que gobiernos anteriores no hicieron en varios años.

En primer lugar, el nuevo jefe de gobierno, de 64 años, deberá recuperar la confianza de los socios de la UE, que había sufrido un traspié después de que su predecesor Giorgos Papandreu sorprendiera con el anuncio de realizar un referéndum sobre el paquete de ayuda internacional. El referéndum ya fue descartado.

Con la formación de una coalición multipartidista, Grecia cumple con el requisito de la UE de proporcionar una amplia base política a los planes de ahorro de Atenas.

Los griegos se aseguran ahora que el próximo tramo de asistencia financiera internacional por 8.000 millones de euros se pagará en un futuro cercano. Atenas necesita el dinero urgentemente. Sin esa ayuda, el Estado griego entraría en suspensión de pagos a mitad de diciembre y no podría pagar las jubilaciones o los sueldos de sus funcionarios.

En un paso siguiente, Papademos tendrá que negociar con la troika del Fondo Monetario Internacional (FMI), la Comisión Europea y el BCE los detalles para el próximo tramo de ayuda, para los griegos un tema aún incierto porque nadie sabe qué reformas y medidas de austeridad pedirán los acreedores a Atenas.

Entre las tareas más difíciles que enfrenta el nuevo gobierno está la de cumplir con los compromisos de reforma que habían acordado los anteriores gobernantes en Atenas con los socios de la UE. Esto implica principalmente el despido de 30.000 empleados y funcionarios públicos, el cierre de empresas estatales y organismos gubernamentales, así como la venta de bienes del Estado.

Estos planes han desatado una ola de huelgas y protestas en los últimos meses que temporalmente sumieron al país al borde del caos.

El nuevo jefe de gobierno Papademos está ante una tarea difícil, evitar la quiebra del Estado. Es poco probable que los sindicatos accedan sin protesta a cualquier programa de ahorro y que sean más flexibles con Papademos que con Papandreu.

El sindicato de la industria de la electricidad ya amenazó con ocupar las plantas estatales si éstas se privatizan, tal como está previsto. “El gobierno tendrá que disponer de un gran despliegue policial si quiere desalojar las instalaciones ocupadas”, dijo el dirigente sindical Nikos Fotopulos.

Un gobierno multipartidista significa para Grecia un experimento inusual. La última vez que hubo una coalición fue hace 22 años. El primer ministro era entonces Zolotas Xenofon, al igual que Papademos un banquero de reconocido prestigio. Los griegos, sin embargo, no recuerdan con agrado esos tiempos: las constantes disputas entre los socios de la coalición tuvieron como consecuencia que el gobierno casi no pudo hacer nada.

El nuevo gobierno se enfrenta a una población que oscila entre el escepticismo y la benevolencia. ‘Papademos es el hombre correcto‘, señalan comerciantes atenienses. “Su palabra cuenta en Europa”.

Pero otros griegos ven al gobierno con menos esperanzas. “Los políticos nos han representado una comedia, y esto no va a cambiar”, señala una joven empleada en Salónica.

El periódico “Kathimerini” descubrió en el cambio de gobierno un efecto secundario positivo. “Por fin tenemos un primer ministro que habla correctamente el griego, señala el diario”. Papandreu fue criado en Estados Unidos y Suecia y por momentos tenía problemas con su lengua natal, agrega.

[email protected]

Papademos tendrá que recuperar la confianza de los griegos y la UE

Benedicto XVI: “Europa tiene grandes problemas”

Benedicto XVI recibió hoy en el Vaticano al presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, con quien analizó la “contribución” que “desea ofrecer” la Iglesia Católica a la Unión Europea y resaltó que Europa vive “un periodo de crisis” y tiene “grandes problemas”.

La audiencia, según precisó el Vaticano, se desarrolló en un ambiente de “cordialidad” y permitió “un útil intercambio de opiniones sobre la situación internacional y sobre la contribución que la Iglesia Católica desea ofrecer a la Unión Europea”.

También analizaron la “promoción de los derechos humanos y, en particular, de la libertad religiosa.

Benedicto XVI y Van Rompuy hablaron a solas durante veinte minutos en la biblioteca privada del pontífice.

La charla fue en francés y en los minutos previos al encuentro privado el papa le dijo, según escucharon los periodistas presentes: “Vivimos un periodo de crisis” y añadió que “Europa tiene grandes problemas”.

Al final de la audiencia entró en la biblioteca la esposa del dirigente comunitario y una decena de personas que componían el séquito.

Van Rompuy regaló al papa un libro sobre Europa (“Europe, epure d’un dessei”, “Europa esbozo de un proyecto“), y Benedicto XVI le correspondió con la medalla en oro de su pontificato.

Esta ha sido la segunda vez que el papa Ratzinger y Van Rompuy se encuentran, tras el saludo que intercambiaron cuando el presidente del Consejo Europeo visitó el Vaticano el 1 de mayo para la beatificación de Juan Pablo II.

Tras el encuentro con el papa, Van Rompuy se entrevistó con el secretario de Estado vaticano (“primer ministro“), el cardenal Tarcisio Bertone, y el “ministro de Exteriores”, el arzobispo Dominique Mamberti.

Van Rompuy se encuentra desde ayer en Italia, donde abrió el año académico del Instituto Europeo Universitario de Fiesole, en Florencia, y después en Roma se entrevistó con el jefe del Estado italiano, Giorgio Napolitano, y con el primer ministro, Silvio Berlusconi.

El titular del Consejo Europeo afirmó que Italia necesita aprobar reformas urgentes y no elecciones y subrayó que “queda mucho por hacer, y los mercados y Europa esperan solo un voto positivo al paquete económico”, en alusión a las medidas de austeridad que debate el Parlamento de Italia.

Van Rompuy apoyó la formación de un Ejecutivo de transición en Italia, que parece que es la decisión que tomará Giorgio Napolitano en las próximas horas.