Mañana

Tan Biónica en el Marconetti

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“Desde el principio hasta ahora, a nivel creativo hemos crecido como artistas: personalmente cada músico del grupo en su instrumento”, afirma el bajista Bambi Moreno Charpentier. Foto: Gentileza producción.

La banda porteña llega por primera vez a Santa Fe para brindar un show en el marco de la presentación de su nuevo disco “Obsesionario”.

 

Ignacio Andrés Amarillo

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Tan Biónica arriba finalmente a la ciudad para presentar su nuevo disco “Obsesionario”. La cita es para mañana a las 20 en el recuperado Molino Marconetti (Dique 2 - Puerto de Santa Fe).

Este grupo fundado en 2002 llegó a los rankings de las radios más importantes del país, y alcanzó una fuerte rotación en los canales de música. Asimismo, la agrupación cosechó grandes números en la red, con más de 500.000 vistas de sus videos oficiales en Youtube y miles de fans en Facebook, MySpace y Twitter.

Sentimientos

Para adentrarse en el mundo biónico, El Litoral conversó con Bambi Moreno Charpentier, bajista de una formación que completan Chano Moreno Charpentier (voz), Sebastián Seoane (guitarras) y Diego Lichtenstein (batería).

—Hablemos un poco sobre “Obsesionario”: ¿de qué tratan estas “historias de desencuentro”?

—“Obsesionario” es nuestro segundo disco largo, y un poco como decís trata las temáticas del desencuentro, del olvido, del recuerdo, del desengaño amoroso. A la hora de encarar el disco, sobre todo Chano, que es el compositor de la mayoría de las letras (hay algunas otras que son en colaboración), veníamos trabajando un poco esta idea de la obsesión como una idea que asalta la mente y cuesta desprenderse de ella: incluso uno consiente. Y de cómo uno, dentro de las relaciones humanas, hay unos vínculos que quizás muchas veces rozan con la obsesión: obsesionarse con una chica como con un familiar.

Entonces decidimos que era una buena forma de enmarcar todas las historias que estaban dentro del disco y nos parecía además una palabra que no existía, y que funcionaba bien como inventario de esas obsesiones de las letras.

Es un disco bastante importante para el momento de la banda, porque veníamos de un disco, “Canciones del huracán”, que había tenido buena repercusión, pero que habíamos hecho de forma independiente y con los recursos que teníamos a la mano. Este disco ya pudo tener una producción un poco más importante, más allá de los productores que fueron dos músicos de la Bersuit, Oski Righi y Pepe Céspedes. Tuvimos la oportunidad de grabar en Del Cielito, un estudio mítico de Buenos Aires, donde se hicieron los discos más importantes de la historia del rock nacional desde el principio. Desde la producción tuvo mejores condiciones a la hora de grabar y también contamos con recursos humanos y técnicos mucho mejores. Pero más allá de eso creo que refleja un momento del grupo creciendo e instalándose desde un lugar diferente en la escena, por el estilo de música que hacemos, menos prejuicioso a la hora de mezclar texturas de música de diferentes géneros, o de utilizar recursos de electrónica, sintetizadores.

Justo refleja un momento en el que empezamos a encontrar una identidad, y donde fuimos creciendo como individuos y como artistas.

Conceptos

—A nivel creativo, ¿qué cambió del primer disco al segundo?

—En realidad diría que siempre perseguimos cierta búsqueda, somos un grupo bastante inquieto y tratamos de ser bastante prolíficos: somos de sacar muchos contenidos, mucho material. De hecho el día que salió “Obsesionario”, a fines del año pasado, ya empezamos a maquetear canciones para un próximo disco.

Nos encuentra con un disco más homogéneo, con canciones más parejas entre sí. Quizás “Canciones del huracán” había sido más un compendio de la historia de la banda, con canciones que veníamos tocando en los conciertos desde hacía muchos años, y que había que grabarlas porque el público las conocía; pero al mismo tiempo nos quedó un poco más cocoliche.

Quizás en “Obsesionario” ya laburamos con un concepto de disco en general. Desde el principio hasta ahora, a nivel creativo hemos crecido como artistas: personalmente cada músico del grupo en su instrumento. Y también el hecho de que a la banda cada vez le vaya mejor, y desde que desde hace unos años a esta parte viajamos mucho por todo el país y por otros también eso es una influencia muy importante, más allá de lo musical: la de los paisajes, la de conocer gente, todo eso te nutre y te va inspirando hacia nuevas creaciones.

En gira

—Anduvieron mucho de gira.

—Este año fue bastante movido, porque hemos decidido dedicarlo para tocar el disco. Tenemos un show que es bastante impactante: laburamos mucho la estética, la visual, lo que pasa con la banda en el momento de la interpretación de las canciones. No es azaroso, tenemos como una misión y una premisa de ser un grupo federal y llevar el mismo show que hacemos en Buenos Aires o en una capital grande como puede ser Córdoba a cualquier ciudad donde vamos: con las mismas herramientas y escenografía.

Estamos muy contentos por cómo se han ido dando las cosas, porque la verdad es que hemos recorrido un camino muy largo, de muchas frustraciones, de mucho esfuerzo, y recién ahora las cosas están empezando a salir para nosotros.

Lo vivimos con mucha alegría, sabiendo que estamos en el principio de nuestra carrera, y que todo lo bueno está por venir, lo mejor sucederá en el futuro y no en este momento. Eso nos mantiene con los pies en la tierra y seguimos soñando con cosas que pasan.

Visual

—¿Con quién están trabajando los videos?

—Particularmente, los últimos tres los hicimos con los mismos directores, que son Juan Chappa y Martín Deus, dos tipos muy creativos que están encontrando una forma de traducir el lenguaje de nuestras canciones a la generación que le hablamos, proponiendo cosas novedosas y frescas. En el caso de “Ella”, un video en 360, que no se había hecho nunca acá en la Argentina, que cuando nos lo explicaron creíamos que era imposible, y que con el presupuesto que se maneja en esta parte del mundo ya lo hubiera hecho Lady Gaga antes. Resultó muy bien, tuvo mucha difusión; lo mismo con “Beautiful”, que lograba un montón de colores y una parte en 3D.