El titular de la Unión Industrial Argentina participó de la 4a. Conferencia de Fisfe.

“No hay que enfriar la economía, hay que calentar la inversión”

José Ignacio de Mendiguren dijo que la industria necesita certezas de largo plazo para potenciar el crecimiento. El presidente de la UIA adelantó que esta semana se reunirá con el titular de la CGT, Hugo Moyano.

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José Ignacio de Mendiguren Foto: Archivo El Litoral

Gabriel Rossini

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El presidente de la Unión Industrial Argentina, José Ignacio de Mendiguren, que el jueves cerró en Esperanza la 4a. Conferencia Industrial de la Fisfe, destacó que desde 2003 los índices mostraron un crecimiento del sector industrial del 92 por ciento y pidió reglas de juego claras y estables para poder dar el salto que convierta el crecimiento económico en desarrollo.

“Podemos tener matices, pero basta de magia. Si algo caracterizó los últimos 30 años de la historia del país fue la cuestión de los pases de magia económicos. Siempre venía el iluminado de turno y te inventaba la tablita, la inflación cero, el austral, la convertibilidad, etc. Éramos cobayos de laboratorio. Y todas las que proponían eran salidas mágicas, no como las que estamos enunciando nosotros que se basan en el trabajo, mirando el interior del país y con la participación de todos los argentinos”, enfatizó.

“Tenemos que entender que la industria es largo plazo. El país tuvo entre 1976 y 2001 la volatilidad macroeconomica más alta del mundo. En ese marco, no hay industria posible. Puede haber inversiones de corto plazo, pero en el sector industrial maduran a tres o cuatro años. Históricamente, en el sector, nos pasó que nos preparábamos en el ciclo alcista, terminábamos de instalar la nueva inversión y cuando poníamos en marcha la máquina se venía el bajón. Por eso, digo que lo primero que necesitamos es que no cambien las reglas de juego”, enfatizó.

De Mendiguren defendió el Plan 2020 presentado por la presidenta de la Nación en Venado Tuerto, que fija objetivos de crecimiento para la economía del país en la presente década. “Más allá de si es bueno o malo, lo que hay que rescatar es que nos reunimos en el interior del país con empresarios medianos, pequeños, productores agropecuarios para discutir un plan. Eso ya es para nosotros una novedad, pese a que un plan a 10 años es una obviedad en cualquier parte del mundo. Nosotros no estabamos acostumbrados a eso, sino a que nos citara una consultora internacional, nos metiera en un hotel cinco estrellas, y con un power point nos mostrara el caso irlandés, el finlandés... Terminaban, agarraban la valijita, se iban a Chile y les contaban el mismo cuento. Y nosotros quedábamos preguntanos qué tenía que ver eso con nosotros. Lo dije en el discurso de presentación del Plan: tenerlos es bueno hasta para cambiarlos”.

Inflación y competitividad

Sobre la inflación, De Mendiguren dijo “no creer” que Argentina se encuentre inmersa en un proceso inflacionario “como el de los años ‘80, que nos marcó a fuego. Allí, era un tema estructural. El aumento del dólar disparaba los precios, la economía estaba indexada, había una inflación descontrolada. Todo eso se retroalimentaba a sí mismo. Estamos lejísimo de eso. En mi opinión, uno de los principales motivos de la situación actual es que el nivel de inversión, aunque importante porque está en el 23 % del PBI, no está acorde con la demanda”.

En este sentido, consideró que “como el país tiene una historia de cambios, lo primero que hay que hacer es asegurarle a la gente que no se van a cambiar las reglas de juego. Un pequeño y mediano empresario la única certeza que tiene hoy es la política cambiaria, porque el gobierno tiene los dólares para manejarla como quiera. El resto es todo incertidumbre, en lo laboral, en lo tributario, etc. Hay un montón de cosas que hacen perder el incentivo. Y para nosotros no hay que enfriar la economía, lo que hay que hacer es calentar la inversión. Esto parece algo simple pero es muy profundo porque para calentar la inversión hay que remover esas causas que hoy hacen que mucha de esa gente a la que le gustaría invertir no lo está haciendo”.

Otro de los temas que planteó el titular de la UIA fue el de la competitividad. “Es clave. Tenemos que entender que no se trata de una sola variable sino de un montón de cosas que van desde la legislación laboral, las tasas de interés, etc. Cuando empiezas a sumar cosas que de a una no te parecen importantes, todas juntas sí lo son y pueden dejarte afuera del mercado. El sector servicio juega otro rol. Si el flete en Esperanza te sale caro no podés contratar uno de Singapur”.

Respecto de la relación con el sector científico tecnológico, De Mendiguren expresó que “para el que no sabe adónde va, nunca sopla el viento favorable. La relación científica tecnológica cobra sentido si sabés para dónde vas. Desde la UIA hace más de 10 años que venimos trabajando al detalle. Nosotros estamos convencidos de tres objetivos: que Argentina puede duplicar su PBI por habitante en los próximos tres períodos presidenciales. Segundo que en ese crecimiento, el salario tiene que volver a participar en el 50 % del ingreso nacional porque garantiza la perdurabilidad y la sustentabilidad de un proyecto que tiene 40 millones de personas adentro. Y el tercer requisito es que ese crecimiento con esa redistribución sea para todo el país y no otra vez que Capital Federal se quede con rentas per cápita de Bélgica y el interior con los de la India. Con estos tres objetivos, alineamos todo el resto”.

Relación con el gobierno

La industria lo que necesita es que se mantenga el rumbo. Basta de magias. No debemos olvidarnos que en el año 2001 nos fundíamos criando una vaca en la Pampa Húmeda”.

José Ignacio de Mendiguren

Presidente de la Unión Industrial Argentina