No es un día más ...

Una centuria de vigencia

Las instalaciones actuales, reflejan una feliz realidad a la que costó mucho esfuerzo poder acceder. Además, a través del tiempo, la señera institución santafesina logró forjar un estilo distintivo de sentir las actividades sociales y deportivas. Foto: Luis Cetraro

César Miño

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Más allá de las especiales emociones vivenciadas el lunes pasado, en ocasión de la concreción del Desafío de los Andes -el match internacional que protagonizado por el argentino Juan Ignacio Chela y el chileno Fernando González no hizo más que jerarquizar al cúmulo de celebraciones-, el Santa Fe Lawn Tennis Club celebra hoy su Centenario.

Momento más que oportuno para concretar una escueta revisión histórica, a través de los datos que constan en la institución y que tan valiosos resultan, por ejemplo, en este tipo de ocasiones.

Todo se remonta a noviembre de 1911, cuando José Franchino, uno de los socios fundadores, prestó un terreno de su propiedad ubicado en la esquina sureste de la intersección de bulevar Gálvez y Marcial Candioti.

Allí se instaló la sede y el campo de deportes de la flamante institución, donde se construyó la primera cancha de tenis de la ciudad de Santa Fe (con piso de tierra) y se levantó el edificio social que fue inaugurado el 7 de agosto de 1912.

Un año después, en agosto de 1913, el club se mudó a otro terreno facilitado gratuitamente por el Dr. Manuel Gálvez, que se encontraba situado en la esquina noreste intersección de bulevar Gálvez con Lavalle-, sitio al que fueron trasladados la casilla y algunos accesorios más.

Luego, desde abril de 1916 hasta octubre de 1931, el club de tenis pionero de la ciudad tuvo su sede junto al Club de Regatas Santa Fe; pero debido a nuevas expropiaciones, sus directivos debieron buscar otro lugar donde desarrollar las actividades.

El momento clave

Sin temor a equivocaciones -indican los más memoriosos- ese nuevo inconveniente fue el que signaría el momento más importante del historial de la entidad, ya que se trasladó a un amplio terreno ubicado al norte de la ciudad, sobre la laguna Setúbal.

Se trata de su ubicación actual, a partir de la compra efectuada a Isidoro Costa y Manuela Rosa Freyre, el 4 de agosto de 1930, en escritura autorizada por el escribano Lucas Diez Rodríguez, durante la presidencia del Dr. Sixto Bayer.

A partir de allí, el Santa Fe Lawn Tennis Club comenzó a adquirir su verdadero apogeo deportivo. Se pasó del tenis rudimentario de las primeras épocas, a un estilo de mayor calidad.

Los datos de la entidad indican que allí comenzaron a destacarse algunos extranjeros, como Percy Browning, Guy Fleury y Luis Courbould, quienes habían aprendido el juego en sus países de origen. Ellos serían superados posteriormente por los primeros valores “criollos”, de la talla de Víctor Gúrpide, Juan y Néstor Sambarino, Roberto Tettamanti, Juan y Urbano Samatán, Gastón Cossettini, Pedro Vallejos y Pedro Molinari, entre otros de los buenos jugadores de la época.

El 12 de agosto de 1932, la pareja compuesta por Víctor Gúrpide y Urbano Samatán ganó el Campeonato del Centro de la República. Luego, en 1935, se obtuvo por primera vez el Campeonato Interclubes de la provincia, lo que volvió a repetirse en 1938 y 1946, compuesto el equipo en esta última oportunidad por Hugo Escudero y Eros Buzzi.

Lo restante es mucho más conocido: llegarían las décadas en las que Raquel Giscafré y Fernando Dalla Fontana se encargaron de enaltecer a la institución, a través de destacadísimas actuaciones en varios de los certámenes más importantes del país, lo que obviamente los proyectó a transformarse -a la vez- en exitosos representantes argentinos en torneos de gran relevancia en el exterior.