Colón encontró otra vez la solución en dos suplentes...

Depósitos bancarios

Luque y Chevantón, como ante Rafaela, le cambiaron la cara al equipo. ¿Deben ser titulares?

Depósitos bancarios

El Cheva-gol en su esplendor. El uruguayo se escapa a la marcación de un rival, después de haber convertido un golazo de tiro libre. Fue una de las figuras que tuvo el equipo de Sciacqua. Foto: Matías Nápoli

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Buenos Aires)

El hincha de Colón pensará que el empate con los suplentes de Vélez no se cotiza, que el partido se tenía que ganar y que Colón no marcó diferencias que hubiesen debido existir. En casi todo tiene razón. No es lo mismo jugar ante los suplentes, porque por algo son suplentes. Pero hay un par de detalles que tendrían que atenderse: 1) que Vélez es una institución que marca diferencias en esto de promover jugadores y que, por ello, enfrentar a sus juveniles es más riesgoso que hacerlo ante los juveniles de cualquier otro equipo; 2) que Colón volvió a desperdiciar un tiempo —igual que ante Rafaela—, que jugó mal en esa primera etapa y que nuevamente el ingreso de Luque y Chevantón permitieron una levantada impensada hasta el momento en que Lunati marcó el pitazo inicial del segundo tiempo.

Ese mismo hincha de Colón se preguntará hoy —y con buena dosis de razón—, ¿por qué Luque y Chevantón están en el banco? Y creo que hay razones valederas en uno de los casos y discutibles en el otro. Sciacqua no debe ver a Chevantón en condiciones de jugar los 90 minutos y cree todavía en que el Pipita Higuaín es el jugador ideal para convertirse en el nexo de los volantes con Fuertes. Y después de las lesiones, de las dudas que se tejieron sobre su verdadero estado, de los silbidos al presidente por haber traído, “supuestamente”, a un jugador que no estaba bien (recordar lo que pasó la noche del partido ante Estudiantes), ahora el técnico lo quiere llevar de a poco, con prudencia y casi cuidándolo entre algodones. Y está bien que así sea, a pesar del reclamo de la gente y de la insistencia del propio Chevantón, que se sale de la vaina por jugar desde el arranque, algo que seguramente ocurrirá en algún momento pero no por una cuestión forzada ni caprichosa.

El caso Luque es diferente, aunque también deja planteado el interrogante: ¿está Luque para 90 minutos?, uno cree que sí, que posiblemente le pueda estar faltando una base física producto de que se preparó para jugar un Mundial mientras el resto de sus compañeros efectuaba la pretemporada, pero tiene 18 años, ¿cómo no está en condiciones de aguantar 90 minutos? La pregunta es: ¿rendiría de la misma manera que lo hace cuando ingresa en el segundo tiempo? Ayer jugó 45 minutos con un poder de desequilibrio que no tiene ninguno de sus compañeros. Y a los 41 minutos estuvo a punto de convertir un gol arrancando desde el propio terreno de Colón para “limpiarse” tres adversarios y rematar ante la salida de Montoya, que le tapó (como lo había hecho antes en otra jugada) un remate con destino de red.

Luque y Chevantón son los dos grandes interrogantes, cada cual con sus particularidades, que hoy tiene Sciacqua y que se convierten en un verdadero dilema. Y para eso, se debe analizar lo que ocurre cuando ellos dos están sentados en el banco y esperando el momento de ingresar.

El problema es el juego

Colón ha conseguido, con el nivel de la dupla Pellegrino-Raldes, un funcionamiento defensivo aceptable. Y arriba no es un equipo picante pero tiene cierta dosis de contundencia. El problema está en el medio y más precisamente en la generación del juego, algo que hizo que Colón no pudiese redondear partidos buenos, destacados y con un manejo atildado de la pelota como el que tuvo en Córdoba, ante Belgrano.

Disipada la cuestión de los dos volantes centrales y aceptando que deben jugar Bastía-Prediger, hay tres jugadores que tienen que cargarse la responsabilidad del manejo del balón: Costa, Moreno y Fabianesi e Higuaín. ¿Qué hizo Sciacqua en esta coyuntura?, lo desentendió a Higuaín de la función de delantero neto, pidiéndole que no vaya de punta sino que retroceda y se junte con Costa y Moreno. Pero el triángulo futbolístico no funciona. Moreno corre, aporta movilidad pero no es claro; lo propio pasa con Tomás Costa. Entonces, Colón se dedica a perder la pelota muy rápido y a cederle la iniciativa a los rivales, por más que sean suplentes. No se puede jugar bien al fútbol si no se tiene ni se cuida la pelota. Y muchas veces las equivocaciones no sólo provienen de los volantes, sino también los defensores, con pelotazos largos y salteando el obligado paso por el medio, hacen que Fuertes se convierta en una suerte de llanero solitario ante la superioridad numérica lógica que se establece en el sector defensivo del rival.

El 4-4-2

El esquema de Colón es el que más se utiliza en el fútbol argentino porque son pocos los que juegan con enganche. Cuando arrancó el segundo tiempo y ante la evidencia de la derrota parcial, Sciacqua volvió a “pegarla” con los cambios y la dupla Luque-Chevantón (al pibe le hicieron el foul y el uruguayo clavó un tiro libre estupendo en el ángulo de Montoya) empardó el resultado. En ese comienzo, la idea fue parar un 4-3-1-2. Pero enseguida se volvió a la normalidad, cuando Higuaín se corrió a la derecha para pararse como volante y Moreno hacia el medio para ser el doble cinco de Prediger.

Sciacqua no va a negociar de ninguna forma el esquema, pero no es una cuestión de capricho sino de convicción personal y también de necesidad. El plantel no tiene un enganche en condiciones de ser titular (sólo Mugni tiene esas características) y el técnico se convenció de que no puede jugar con un solo “5” por más que tenga, en esa posición, a uno de sus mejores jugadores en el rendimiento individual: Sebastián Prediger.

Al bajo nivel de los dos volantes laterales, se suma otro detalle relevante: Colón no tiene mucha salida por afuera. Para colmo de males, Urribarri jugó un flojo partido y el equipo se quedó con un argumento de salida y sorpresa arrancando desde atrás. Candia no es un jugador para esperar un aporte trascendente de juego (cumple muy bien en la marca y nada más), mientras que si lo tapan o lo complican a Urribarri, el equipo pierde juego.

Colón no ha tenido volumen de juego en este campeonato, eso está claro. Pero hubo algunas virtudes que lo llevaron a contar hoy con 25 puntos y a seguir a tiro de lograr una sumatoria de puntos y una posición en la tabla que transformen a la campaña, desde lo matemático, en buena. Por eso, el análisis de Colón no será sencillo si es que la pretensión es hacerlo desde una postura extremadamente crítica. Porque decir que esta campaña es mala, se me ocurre un acto de estricta injusticia.

Seis meses después

El uruguayo no marcaba goles desde mayo de este año, cuando jugando para el Lecce convirtió en la Liga Italiana. El domingo de la semana pasada, contra Atlético de Rafaela, Chevantón había tenido un par de chances y no las pudo aprovechar. Esta vez no perdonó y clavó un golazo de tiro libre que todavía resuena en el Fortín de Liniers.

La lesión de Fuertes podría acelerar la posibilidad de que “el Cheva” sea titular en el equipo de Sciacqua.

Lo que viene.

Colón se enfrentará con Racing el sábado que viene a las 19.10 por la antepenúltima fecha del Apertura. Previamente, el equipo de suplentes irá a Rosario para medirse pasado mañana ante Talleres de Córdoba por la Copa Argentina, en cancha de Rosario Central. Este partido se jugará a las 19 y se verá en vivo por la TV pública. Luego del encuentro del sábado ante Racing, el plantel viajará en chárter a Mendoza para disputar el match con Godoy Cruz, previsto para el miércoles 7 de diciembre. En la última fecha, Colón recibirá a Banfield en día y horario a confirmar.

 

Depósitos bancarios

Mala tarde del Bichi. Esteban Fuertes busca superar la marca del grandote Freire. El goleador sabalero jugó en inferioridad numérica en el primer tiempo y en el segundo, cuando recibió más compañía, se lesionó. Se teme que sea un desgarro. Foto: Matías Nápoli


/// SÍNTESIS

Vélez 1

Colón 1

Cancha: Vélez.

Árbitro: Pablo Lunati.

Vélez: Montoya; Sills, Olivera, Tobio y Bíttolo; Peruzzi, Desábato, Freire y Velázquez; Jonathan Ramírez y Rescaldani. A.S.: Aguerre. Estuvieron en el banco: Lencina, Fioravanti y Flordelmundo. D.T.: Ricardo Gareca.

Colón: Pozo; Candia, Pellegrino, Raldes y Urribarri; Costa, Prediger, Bastía y Moreno y Fabianesi; Higuaín y Fuertes. A.S.: Marcos Díaz. Estuvieron en el banco: Lima, Garcé y Curuchet. D.T.: Mario Sciacqua.

Goles: en el primer tiempo, a los 20 min Velázquez (V). En el complemento, al minuto, Chevantón (C).

Cambios: en el segundo tiempo, al comenzar, Luque (C) por Costa y Chevantón (C) por Bastía; a los 13 min David Ramírez (V) por Jonathan Ramírez; a los 21 min Ferreira (V) por Velázquez; a los 30 min Vuletich (V) por Rescaldani y a los 32 min Marcos Fernández (C) por Higuaín.

Amonestados: en Colón, Candia, Pellegrino y Prediger.

BAJO LA LUPA

POZO (6).- Un cabezazo a Peruzzi y un remate a quemarropa de Ferreira fueron sus atajadas principales. Está en un buen nivel. En el gol, se quedó parado pero sin chances de nada.

CANDIA (6).- Tuvo dos proyecciones, una en cada tiempo, que aportaron sorpresa. Se tiene que animar más.

PELLEGRINO (6).- Como siempre, solvencia y ubicación para darle solidez a la defensa.

RALDES (6).- En el segundo tiempo, no se equivocó nunca y le cubrió bien las espaldas a Urribarri.

URRIBARRI (5).- Fue el más flojo del fondo. En el primer tiempo mal, mejoró en el complemento. No estuvo en su nivel.

COSTA (4).- Se fue fastidioso del estadio. Anda mal y no consigue enderezar el rumbo. Una lástima.

PREDIGER (5).- Sin sobresalir como en otros partidos, metiendo y corriendo como siempre.

BASTÍA (4).- Quedó muchas veces descolocado ante la rapidez y buen juego de los chicos de Vélez. Su salida estaba cantada en el entretiempo.

MORENO Y FABIANESI (4).- Otro que aporta sacrificio y movilidad, pero no encuentra precisión ni claridad en el manejo de la pelota.

HIGUAÍN (4).- Arrancó de media punta, jugando unos metros detrás de Fuertes. Luego pasó a jugar de enganche y sus últimos minutos fueron como volante por derecha. Impreciso y sin gravitación.

FUERTES (5).- Pareció que con la entrada de Luque y Chevantón podía encontrar los socios que le faltaron en el primer tiempo, pero se lesionó y puede ser un desgarro.

LUQUE (7).- La figura de Colón. Le hicieron el foul del tiro libre del gol y tuvo tres o cuatro arranques espectaculares, apilando rivales y merodeando en las cercanías del gol.

CHEVANTÓN (7).- Hizo un golazo de tiro libre, inclusive desplazando a Fuertes de una posición también franca para él. Después, mostró pincelazos de su jerarquía. Si logra continuar en esta senda, está para seguir sorprendiendo.

MARCOS FERNÁNDEZ.- Entró bien el zurdo, no le pesó la responsabilidad y hasta se animó a meterle una pelota en cortada a Luque que casi termina en gol.