El “Granadero” Rossi se coronó en Paraná
Firme rumbo al título
El piloto de Del Viso logró ayer en el autódromo del Club de Volantes Entrerrianos su tercer campeonato dentro del TC 2000. Este año lo hizo sobre un Corolla del Toyota Team Argentina.
“Tri, tri, tri...”. Tercer campeonato para Rossi: dos con Chevrolet (2006 y 2007) y el de ayer con el Corolla. Sumado al subcampeonato de Werner, hicieron volver a la escuadra Toyota a los primeros planos de la categoría más moderna de Argentina. Foto: Agencia Télam
Daniel Monticelli
(Enviado especial a Entre Ríos)
Un menú muy apetecible era el que se ofrecía en el Coronación del TC 2000, que cerró su ciclo 2011 en el autódromo del Club de Volantes Entrerrianos de Paraná, ante una regular cantidad de espectadores y con una jornada de altísima temperatura ambiente. Tres pilotos: Leonel Pernía, Mariano Werner y Matías Rossi pugnaban por el título de campeón. Dos marcas japonesas enfrentadas desde su génesis: Honda y Toyota eran las protagonistas excluyentes. Cuatro puntos separaban al hasta aquí líder (el “Tanito”), y sus directos oponentes: el joven paranaense de 22 años y el más experimentado: el “Granadero” con dos cetros de campeón a cuestas.
Haciendo un análisis de lo que sucedió entre sábado y domingo, se puede afirmar que lo previo fue determinante a la hora de encontrar los motivos por el que Matías Leonardo Rossi (27 años), se alzó con su tercer título en su exitosa campaña deportiva.
El día de los entrenamientos y la clasificación parcial, “Leo” Pernía padeció como nunca antes con la dirección hidráulica de su Honda New Civic, que lo depositó en un pálido 15to. lugar para tomar la partida del domingo, sin siquiera poder pelear por el punto que otorgaba el novedoso sistema del “Súper 8”, que es la segunda vez que se pone en práctica y con gran suceso.
¿De qué se trataba el Súper 8? De un sistema en el cual los ocho mejores tiempos de la clasificación sabatina dirimían en mangas por eliminación (una vuelta de a dos autos), quién se quedaba finalmente con el mejor lugar de partida de la competencia y con el valioso punto que se daba al ganador.
La verdad es que resultó interesante ver la disputa de cada manga, que fue lo que abrió el espectáculo del domingo y que también fue construyendo (en ese caso para bien de Rossi), la definición de la corona.
Los duelos eran entre el 1º y el 8º del sábado (el santafesino Facundo Ardusso; con el Peugeot 307 mostró una vez más todo el potencial que tiene como piloto), junto al “Pato Silva y su Ford Focus oficial; Agustín Canapino (Chevrolet Cruze), frente a Néstor Girolami (Honda New Civic), 2º y 7º.
José María López (Fiat Línea) y Matías Rossi (Toyota Corolla), 3º y 6º y el dueto conformado por Christian Ledesma (Cruze) y Mariano Werner (Toyota Corolla), 4º y 5º, respectivamente.
Ásperas, espectaculares y ríspidas fueron las mangas, sobre todo la de Werner con Ledesma (se aplaudieron y el de Chevrolet le dio un leve toque) y la de Rossi con López. Los cuatro que quedaron fueron: Silva-Canapino, por un lado, y Rossi-Ledesma, por el otro.
“Canapa” batió al “Pato” —con enojo incluido del chaqueño porque el pibe según él no realizó maniobras lícitas— y el de Toyota hizo lo propio con el marplatense. Finalmente, quedaron en un mano a mano Rossi y Canapino, siendo el de Del Viso, quien obtuvo la pole y el punto extra en su favor.
La carrera
Así largaban los aspirantes al cetro: 1º Matías Rossi; 7º Mariano Werner y 15º Leonel Pernía.
Un minuto de silencio para homenajear al piloto Guido Falaschi, fallecido durante el accidente en Balcarce del TC del pasado 13 de noviembre y que en TC 2000 el santafesino corría para Renault (en 2012 estaba confirmado en Ford), fue el emotivo acto antes de largarse.
Se puso en marcha la competencia y Rossi mostró desde el arranque la contundencia del auto que le entregó el TTA y sus invalorables dotes como piloto. Canapino intentó en algún momento inquietarlo, pero quedó en eso nomás. Altuna se tocaba con el Focus de Yannantuoni y eran notorios los avances de Werner y Pernía.
Girolami era penalizado y después se le rompía la dirección hidráulica, se despistaba el “Tanito” Pernía, quien se recuperaba y lo superaba a Ardusso.
A medida que transcurrían las vueltas, el andar de Rossi era casi perfecto. Pero atrás la cosa era al todo o nada; sobre todo Pernía con Werner. Éste se las veía feas con “Pechito” López y Silva mostraba toda su experiencia, pasándolos a ambos en una formidable maniobra de manual. Más luego recibiría un toque de López y su Fiat Línea.
Entre la vuelta 17 y 19 pasó de todo: refriega fuerte entre Pernía y Werner luchando por el quinto puesto (motivo por el cual posteriormente fue excluido por los Comisarios Deportivos), un leve roce entre el puntero Rossi y su escolta Canapino y Mauro Giallombardo que se iba afuera con el Renault Fluence y quedaba mal ubicado.
La carrera se neutralizaba y al darse el vía libre llegaba el respiro final de Matías Rossi, quien en ningún momento de la competencia peligró su victoria. Detrás, quedaron Canapino y López. Werner finalizó 7º y quedó como subcampeón.
La victoria de Rossi le dio el tercer título en la categoría, para entrar definitivamente en la galería de los grandes pilotos como Del Río, Ponce de León, quienes también lograron tres coronas y por supuesto Traverso, aunque éste tiene nada menos que siete.
“Homenajear a Guido Falaschi”
Matías Rossi, el ganador y campeón del TC 2000 en Paraná, reflexionó después de lograr semejante conquista: “Estoy muy emocionado y quiero recordar y homenajear en este momento a Guido Falaschi. Es mi tercer título en la categoría y agradezco y felicito a todos los integrantes del TTA porque sin ellos no lo hubiera podido lograr. Fue un fin de semana ideal y soñado para nosotros. Salir campeón y ganando, es lo mejor que le puede pasar a un piloto y hoy (por ayer), lo pude lograr gracias al excelente rendimiento que tuvo el Corolla. Éste es un resultado que consagra el trabajo de todo el año y que es de todos los que formamos parte del TTA”, afirmó.
Miguens campeón
Al finalizar noveno en la competencia final de la Fiat Línea Competizione disputada ayer en Paraná, Carlos Miguens se consagró campeón. La carrera fue ganada por Federico Braga, mientras que el santafesino Federico de Pauli, arribó en el quinto lugar. El año venidero la categoría utilizará los modelos Fiat Punto Abarth.
Ya está. La silueta del Toyota Corolla rojo ya negoció la “olla” y se va rumbo al banderazo final. Fiel testigo del histórico momento, es el Chevrolet Cruze de Agustín Canapino. foto: Agencia TELAM
Sí
Volvió el TTA
Éste fue el resultado que le faltaba al Toyota Team Argentina para sellar un año perfecto. Ganó los tres títulos en juego: Pilotos, Equipos y Marcas; además de sellar el 1-2 en la tabla de pilotos con Matías Rossi como campeón y el paranaense Mariano Werner como subcampeón.
No
Fue la segunda
Una pena lo de Leonel Pernía. El año pasado cuando tenía todo a su favor para coronarse campeón, un error en la carrera final de Potrero de los Funes lo dejó a pie. Esta vez fue una falla técnica y una “maniobra peligrosa” las que lo relegaron al tercer lugar del campeonato.
2012
Éstas son las primeras
Nos comentaba Pablo Peón, presidente de TC 2000, que el próximo calendario comenzará el 11 de marzo en el Cabalén de Córdoba. Luego van el 1º de abril al callejero de Capital Federal y el 17 de mayo regresan a Rosario, donde el sábado se reinauguró el circuito ¿Callejero de Santa Fe? Obvio, es un clásico.
De aquí para allá
¿Dónde van?
Hay pilotos que se desvinculan de sus actuales escuderías para el año próximo. Uno es el caso de Gabriel Ponce de León, que se despidió del equipo Fiat ¿Se va a Honda o a Ford? Muchos coinciden en que esta última posibilidad no existe. Veremos.
/// análisis
Se lo merece
Daniel Monticelli
En realidad, cualquiera de los tres contendientes a la corona que llegaron con chances a la última del TC 2000 en Paraná, hizo los merecimientos necesarios como para quedarse con el título. Una trilogía de grandes pilotos, muy regulares, con ansias de triunfar y por sobre toda las cosas buenas personas. Pero el lugar de privilegio es para uno solo, para el que hizo mejor las cosas, al que le salió todo redondo y al que indefectiblemente la suerte (lo dijo siempre Traverso, el ícono del automovilismo, con siete títulos dentro de la categoría), estuvo de su lado: Matías Leonardo Rossi.
El “Granadero” tuvo dos etapas dentro de este campeonato, una primera parte arrolladora donde llegó a sacarle más de 40 puntos a su inmediato perseguidor, ganando tanto en el “Guarnieri” chaqueño como en San Juan. Pero en las últimas cuatro fechas, con dos abandonos en “carreras especiales”, acumuló solamente 22 puntos.
Llegaba a la definición del Club de Volantes como el tercero en discordia, detrás de Pernía y Werner. En lo previo afirmaba: “Vengo con muchas ganas y con fe. Me veo muy bien, sobre todo en el Súper 8, pero con los tres disputándolo”, señalaba. Sin embargo, Pernía quedaba afuera por la falla en la hidráulica del New Civic.
Rossi es un piloto frío, calculador, que efectúa maniobras milimétricas y que a la hora de definir una situación resuelve sin mayores problemas. Por algo, se lo asemeja con el mismísimo Juan María Traverso, el ídolo de Rossi junto a Ayrton Senna.
Desde que el de Del Viso apareció en la categoría asiduamente en 2005 de la mano de quien ayer tuvo ese festejo medido que exigían las circunstancias por el fallecimiento de Falaschi, nos referimos a Darío Ramonda —quien siempre le abrió las puertas en el TC 2000, primero con Chevrolet con la obtención de dos coronas, y emigró a Renault por trece temporadas—, que como jefe del TTA lo trajo para esta exitosa temporada con Toyota.
“Dejaremos los festejos para otro momento”, fue la respuesta saliente de quien terminaba de entrar en la historia de los grandes campeones de la categoría, pero que está tan golpeado como el resto del ambiente por la muerte de “El Principito”.
En siete ciclos completos en TC 2000, disputó 93 carreras. Con el de ayer en Paraná, logró 16 triunfos, 4 poles, 14 récords de vueltas y 3 títulos: 2006-2007 con Chevrolet y el de ayer con el Toyota Corolla y va por más.
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