SOS Música: prueba superada

SOS Música: prueba superada
 

El programa lleva tres años acercando a niños y niñas a la música. En cuatro escuelas de la ciudad, que funcionan como sedes, el sonido de violines y violoncellos viene ganando un valioso espacio de formación e intercambio.

TEXTOS. REVISTA NOSOTROS.

La Escuela Gálvez fue la primera sede del programa SOS Música que tres años atrás puso en marcha la Universidad Nacional del Litoral y luego tomó a su cargo, con el mismo equipo de Cultura, el Gobierno de la Ciudad. Más tarde se sumaron dos nuevas sedes, una en la escuela Falucho (Barranquitas) y otra en Malvinas Argentinas (Las Flores) y al cabo de 2011 ya son cuatro con la incorporación de la escuela Juan Manuel de Rosas (El Pozo).

Alrededor de 200 chicos y chicas de entre 8 y 14 años integran las agrupaciones de cuerdas (violines y violoncellos), guiados por docentes y bajo la coordinación de Gustavo Nardi. Para mañana, como corolario de un año de arduo trabajo, los y las integrantes de los cuatro núcleos se encontrarán en una jornada recreativa y de integración en el Molino Marconetti (Dique II, Puerto de Santa Fe) en la que compartirán juegos, talleres y experiencias (ver De fiesta).

UN TRABAJO ARDUO

“Día a día, los chicos que integran las orquestas, e incluso aquellos que ya no están en el proyecto, nos expresan lo importante que es para ellos participar de esta propuesta y los recuerdos que tienen. Es muy satisfactorio saber que queda una huella marcada”, expuso Nardi. Y sostuvo: “constantemente trabajamos en la mejor forma de llegar a los chicos, de transmitirles actitudes como la perseverancia y el compromiso con lo que hacen. Todavía hay muchas adversidades que superar, pero si queremos cambiar algo debemos ser persistentes”.

2011 fue un año de mucha exigencia: “no es fácil conseguir resultados musicales rápidamente por infinidad de contratiempos con los que hay que luchar, por ejemplo cuestiones tan simples como el clima, ya que en algunos barrios es más complicado salir cuando llueve o si hace frío”. Por esa razón es que se tuvo que “acelerar ese proceso y no hubo vacaciones de invierno ni sábados a la mañana o a la tarde. Todos eran días para ensayar”. Así, la fiesta de mañana será una forma de reconocer ese esfuerzo, pero también de celebrar “que no nos hemos equivocado: que los chicos respondieron a esta propuesta, que este proyecto funciona y, sobre todo, les sirve a ellos”.

“Lo que hacemos -aclaró- no es abrir escuelas de música; la nuestra es una función básicamente social a través de la música y sin perder el objetivo de brindarles a los chicos la mayor y mejor formación que podemos, no por falta de capacidad sino por las cuestiones que condicionan a los chicos en su vida cotidiana”.

UNA NUEVA ETAPA

Mientras tanto, “el proyecto ya cumplió la primera fase que era probar y fortalecerse, y empieza una segunda etapa que ya estamos transitando que es enriquecerlo más todavía”, insistió Nardi. “En la escuela Gálvez, gracias a la recuperación del SUM, tenemos un salón fantástico que nos permitió sumar la creación del coro, las clases de teclado y un aula de extensión de la Escuela de Expresión Estética Infantil del Liceo Municipal”.

Además, el desafío es completar la base de cuerdas de las agrupaciones, y sumar violas y contrabajos: “no es poco el esfuerzo en profesores e instrumentos”, anticipó. En ese sentido, el sistema de padrinazgos y la invitación a sumar colaboraciones sigue vigente: “es un pequeño goteo constante que nos nutre”. Como también resultan fundamentales las invitaciones de otras escuelas e instituciones, que implican “un reconocimiento para el proyecto y para los chicos a quienes están tomando como ejemplo”.

La integración no ocurre sólo entre los integrantes del programa: también es con las instituciones oficiales de enseñanza de música. Así, el año pasado se compartió una jornada junto a alumnos y docentes de la Escuela de Música 9.901 y días atrás fue el turno de una jornada similar en el Centro Recreativo Estético Infantil (Crei).

Por último, a modo de balance de un año intenso, quedan los conciertos ofrecidos por cada agrupación o en conjunto, y también integrados a otras instituciones. Y a futuro, además de todo lo dicho, se suma el propósito de promover una vinculación mayor con músicos egresados de instituciones como el Liceo Municipal o la Escuela de Música, con el objetivo de enriquecer su formación.

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Quienes requieran más datos acerca del programa, pueden consultar en: [email protected]

De fiesta

El Molino Marconetti será el escenario, mañana, de un merecido agasajo a los chicos y chicas de Cabaña Leiva, Barranquitas, Las Flores y El Pozo que participan de SOS Música. “Es una forma de recompensar el esfuerzo realizado a lo largo del año sacrificando sábados, feriados y vacaciones de invierno para ensayar.Pero también es una excelente oportunidad para que se integren y compartan esta jornada”, explicó a Nosotros Gustavo Nardi.

La propuesta, organizada por el Gobierno de la Ciudad de Santa Fe, y con el apoyo de empresas privadas de la ciudad, arrancará a las 11 con talleres de construcción de barriletes, plástica, movimiento y percusión. Luego será el momento de compartir el almuerzo; más tarde llegarán las actuaciones de Fernando Conti y Gustavo “Tuti” Núñez, para culminar con juegos. Se espera la visita del intendente Mario Barletta.