La idea es que sea asesor del cuerpo técnico de colón

Con “Bati” resta hablar de dinero

El Litoral revela detalles de la charla del goleador histórico de la selección con Germán Lerche. Conoció el predio, habló con los chicos de Casa-Fútbol y está “embalado”.

Enrique Cruz (h)

El hombre llegó a Santa Fe en el más rotundo de los silencios, sólo el presidente de Colón, Germán Lerche, estaba avisado de su presencia y seguramente, la condición indispensable fue la de mantener en secreto la reunión. La llegada al hotel y al predio, a la vera de la autopista, obligó a una caminata de conocimiento del lugar. Después, Lerche y Gabriel Omar Batistuta, el goleador más importante que ha dado la historia del fútbol argentino, se juntaron a charlar por espacio de casi dos horas. ¿De qué hablaron?, de la chance concreta de sumarse al club como asesor del cuerpo técnico, en una función que “no es la de manager ni la de director deportivo general de la institución, porque ese es un lugar que se le tiene reservado al Bichi cuando éste decida su retiro”, según se encargaron de confiarle a El Litoral algunos allegados a la dirigencia.

Batistuta nació hace 42 años en Reconquista y tuvo una carrera como jugador que no viene al caso recordar. Su intención, ahora, sería la de reinsertarse en el ambiente del fútbol. “En cada cosa que me propuse hacer, dejé hasta la última gota de sudor, no guardé nada, deje todo por cada una de las metas que tuve”, dice el “Bati” a través de su propia página. Y si bien reconoce que ha tenido ofertas para ser entrenador, se sabe que esa reinserción futbolera no se daría por el lado de la conducción técnica, sino que le agradaría cumplir con una función más relacionada con la imagen y con el transporte de experiencia, algo que a Batistuta no se le puede discutir.

Con Mario Sciacqua se conocen mucho, fueron compañeros en divisiones inferiores en Newell’s y se nota que existe un recuerdo afectuoso por parte de ambos. Charlaron, como así también Batistuta se metió en Casa-Fútbol y saludó a cada uno de los chicos que no podían caer del asombro cuando observaron el ingreso del hombre de los 56 goles en la selección y de los 355 en toda su vasta carrera.

A Batistuta se lo notó entusiasmado con la idea y con lo que vio. Colón tiene hoy un estadio que él conoció cuando llegó a Santa Fe a ver los partidos de la Copa América (invitado especialmente por el propio Lerche) y que le encantó, y ahora el “golpe de suerte” se dio con la visita al predio y al hotel. Eso, sumado a lo que Colón está encarando en cuanto al proyecto de inferiores y el crecimiento que se ha tenido en los últimos tiempos en cuanto a infraestructura e imagen institucional, seducen a un hombre que ya le dijo que no —el año pasado— a un ofrecimiento que le acercaron para incursionar en política, pero que vé con buenos ojos su reinserción en el fútbol.

¿Qué falta?, el arreglo económico, porque de números no se habló jamás en las charlas que mantuvieron Lerche y el “Bati”. La decisión, por el lado de Colón, está tomada. Y los dirigentes se entusiasman porque observan que Batistuta da buenas señales. Su experiencia europea, lo que vio y lo que vivió, pueden ser de gran ayuda para mejorar todo lo que tiene que ver con el plantel profesional, jerarquizar al cuerpo técnico que encabeza Mario Sciacqua y ser un nexo entre ellos y la dirigencia.