La Dra. Patricia Medina Melgarejo disertó en Santa Fe

Las universidades y el urgente

desafío de la interculturalidad

La especialista en educación y diversidad étnico-cultural afirmó que es necesario repensar el concepto de interculturalidad, para una integración real -no “simbólica”- de los pueblos originarios. Y pidió empezar a “de-colonizar” el saber académico en Latinoamérica.

 

Luciano Andreychuk

[email protected]

El proyector muestra la foto de una escuela perdida en el remoto paisaje de un valle de México. Colgando a un costado del precario edificio aparece una garrafa de gas vieja y oxidada: esa garrafa hace de campana escolar. Los alumnos son los mismos niños indígenas que deben trabajar en los campos cafetaleros de Veracruz o de Chiapas o de Oaxaca. La pobreza de la imagen puede imaginarse, olerse, padecerse. Estas postales no caben en las epistemes actuales, sugiere la Dra. Patricia Medina Melgarejo, experta en pedagogía y educación intercultural.

Silencio en la sala. La expositora pretende mostrar con ese triste recorte de su país de origen el problema de la interculturalidad en América latina. Se introduce así en el problema de las exclusiones de los integrantes de pueblos originarios y afrodescendientes en los sistemas educativos del continente. Y en cuán necesario es, en el marco de esta problemática, repensar la universidad actual en el contexto de la educación intercultural, tal el título de su exposición que tuvo lugar en el XI Congreso Iberoamericano de Extensión, realizado recientemente en la UNL.

La doctora en Antropología bregó por volver a reflexionar sobre el concepto de interculturalidad (librando a la expresión del “anclaje neoliberal” que se la ha pretendido dar en el último tiempo, advirtió); habló de comenzar a construir desde las universidades una identidad latinoamericana, de-colonizando el conocimiento. Y pidió recuperar, de cara a la diversidad étnica de los pueblos originarios de América, los sentidos de la justicia y de la democracia efectiva. Un Paraninfo colmado de estudiantes aplaudió sus intervenciones.

“Hoy hay en América latina una movilización intercultural muy importante, cuyos actores son los pueblos originarios, los movimientos afrodescendientes. Los procesos de migración internos que están generando un movimiento social muy importante. Entonces, cuando miramos estos movimientos sociales interculturales, de repente caemos en la cuenta de que la sociedad se ha movido, y la universidad también tiene que moverse”, explicó Melgarejo.

Inclusión simbólica, exclusión encubierta

Según la especialista, no siempre la universidad -con sus estructuras y sus dogmas del saber- ha logrado moverse al paso de esos movimientos interculturales. “Hay una política que se llama de acciones afirmativas, la cual establece que se deben incluir a grupos de indígenas y afrodescendientes en escuelas y universidades. Y pareciera que al incluirlos y visibilizarlos, la cuestión de la interculturalidad ya estará resuelta. La universidad será vista como democrática e inclusiva. A veces se cree que con esto ya se cumple con la diversidad cultural. En realidad, se visibilizan a cuatro indígenas cuando en realidad quedan 2 mil afuera del sistema. Esto crea otra forma de racismo”, expresó Melgarejo.

“Esto muestra el grave problema que surge al creer que lo cultural es mera adaptación, al pensar que sólo debemos adaptarnos a la nueva situación cultural. Sobre esto debemos reflexionar”, invitó la conferencista.

Interculturalidad

La concepción de interculturalidad, que fue producto de un largo proceso de movilización social en Latinoamérica, “hoy se ha anclado a ciertas políticas neoliberales. Frente a la interculturalidad, se habla de equidad, pertinencia y justicia social. Pero éstos son tres ejes puestos por el propio Banco Mundial”. Para la especialista, se tendrían que problematizar otros ejes, en función de la propia realidad latinoamericana: “Los sentidos de la justicia, de la democracia efectiva, las condiciones de la interculturalidad, y lo racional y lo razonable”, puntualizó.

Estos deberían ser para Melgarejo los ejes del debate central sobre qué tipo (y valor) de conocimiento se produce en las academias, y su aplicación al medio social (extensión) para mejorar la calidad de vida de los pueblos americanos. Desde su visión, es en esta orientación donde la universidad encuentra un lugar estratégico.

De-construir, de-colonializar

“Hablamos de extensión universitaria, de pacto social, pero pocas veces se pone en cuestión el conocimiento. ¿Con qué conocimiento trabajamos? ¿Qué saberes validamos? Siempre vemos de qué manera extendemos ese saber, cómo lo difundimos, pero nunca lo cuestionamos”. Entonces, una de las formas de poner en cuestión el conocimiento establecido sería deconstruirlo, de-colonizarlo. “¿Cómo de-colonizar? No es cuestión de buena voluntad, es un trabajo epistemológico, filosófico, político y académico constante”, expresó Melgarejo. De-colonializar el saber implicará una problematización del horizonte histórico político desde una función epistémica, y “en ese sentido podríamos avanzar en otras prácticas”, cerró la académica mexicana.

Las universidades y el urgente desafío de la interculturalidad

Patricia Medina Melgarejo, doctorada en Pedagogía y Antropología por la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam), disertó en la UNL.

Foto: Guillermo Di Salvatore